Hidráulica agraria y sociedad feudal. AAVV
pagando 50 libras a cierto Lambert, sobre la laguna de Saulon-la-Rue y la cuarta parte del molino de las lagunas (Des Étangs), bienes situados a casi 5 km del punto de derivación;18 en 1215 el duque ratifica la venta efectuada a la abadía de Cîteaux, por Marguerite y sus hijos, de los derechos que su marido y su padre tenían sobre la mencionada laguna y el molino.19
En 1218 el duque da testimonio del acuerdo concluido entre Eudes de Lambre y el nuevo abad, Conrad (1217-1219), relativo a los daños ocasionados por la derivación.20 Y en éste se renueva el pacto de 1212 entre la abadía y el obispo de Langres relativo al cruce de Noiron: se pide a los cistercienses que construyan sobre el canal «tantos puentes como sea necesario para el uso de los hombres de Noiron» y que «esos puentes se mantengan siempre en buen estado por los dichos monjes».21 La notificación de este acuerdo acompaña a una donación ducal de diez libras a la abadía «que se tomarán cada año a perpetuidad del peaje de Châtillon-sur-Seine», descargando a «los hombres de Noiron de lo que ellos pagaban a Cîteaux, excepto 41 émines22 de avena».23 De este modo, el capítulo no sufría ningún perjuicio a causa de los acondicionamientos del Císter. Una vez acabado el canal, los religiosos, seguros ya de la protección ducal y de la aceptación del capítulo de Langres, acentuarán desde 1221 su apropiación de las tierras adyacentes al antiguo y al nuevo curso del Cent-Fonts.
Examinando los documentos de adquisición, se pone de relieve un nuevo aspecto social: la comunidad familiar.24 La unidad conyugal tiende a generalizarse, pero no antes de la segunda mitad del siglo XII. Hasta ese momento la mayor parte de las noticias muestran una comunidad que comprende no sólo al marido, la mujer y los hijos, sino también a los hermanos y hermanas. Tanto unos como otros ejercen derechos de posesión sobre el patrimonio familiar, sobre todo el de consentir las enajenaciones.
Analizando quién consiente o acepta la transacción de un laico, advertimos que no se establecen diferencias entre las personas que otorgan una laudatio: viuda, hermano, señor, etc. Las personas que aceptan una transferencia de propiedad se distinguen, en los diplomas, de los testigos que no tienen derechos sobre el bien en cuestión. La mayor parte de las donaciones son confirmadas por el duque de Borgoña, el señor de Grancey y el «prior de Dijon», interviniendo luego las mujeres (viudas) y los descendientes. Los hijos no sustituyen a las viudas, ya que el consentimiento de éstas se añade a las donaciones del padre, y luego, una vez ha alcanzado el hijo la edad adulta, confirma la donación hecha por su madre. Así, Jacques de Strabonne confirma, en 1219,25 la donación hecha por su madre en 1217.26 Cuando el donante cede la tierra que tiene en feudo, debe obtener la conformidad de su señor.27 De la lectura de los documentos de 1150 a 1250 se desprende que los hombres de Iglesia ofrecen, también, su aval para las donaciones. Es el caso de la cuarta parte de las donaciones. Dentro de ese 25% el consentimiento de una autoridad laica –la del duque de Borgoña– junto al plácet de una religiosa –la del capítulo de Langres– conviven en un 4% de las actas. Las dos conformidades simultáneas aparecen sólo en las donaciones del caudal de Cent-Fonts, por lo tanto en los años 1218 y 1219,28 cuando Conrad, abad de Cîteaux, recibe autorización de Eudes de Borgoña y del mencionado capítulo catedralicio, señores de los lugares, para hacer pasar el aqua de Salun por el territorio de Saulon-la-Chapelle y Noiron. Los documentos son objeto de aprobación, como hemos dicho, por parte de los parientes de los donantes y los testigos, entre los cuales podemos contar, sin duda, a personas vinculadas por relaciones de vasallaje, dado que, al parecer, la gran mayoría de donantes se localiza alrededor de Cîteaux. Los diplomas que incluyen la mención de consentimiento del señor –el duque de Borgoña– no son numerosos (una décima parte),29 pero se refieren todos al caudal de Cent-Fonts. Por el contrario, en la mayor parte de los casos la laudatio familiar es la norma, y parece bastar.
Las adquisiciones
Tras la llegada del canal al monasterio, en 1221, los monjes blancos deben indemnizar a los propietarios de molinos establecidos en el antiguo curso del Cent-Fonts, entre el molino de la Velle, perteneciente a Saint-Bénigne de Dijon, e Izeure. Eudes de Marigny cede a Cîteaux «la acequia de su molino, la mitad del molino situado bajo el molino de Saint Bénigne y un jornal de tierra cerca de la casa del leproso», a cambio de «diez libras de Dijon, un terreno de diez toesas30 de anchura para reparar el canal, permiso para ensanchar el canal en su tierra, para limpiarlo, para arrojar tierra y lodo sobre las tierras de ambos lados cada vez que los monjes lo juzguen útil». En caso de producirse daños en sus tierras o en las de sus gentes por no llevarse a cabo el mantenimiento del canal, «los monjes de Cîteaux estarán obligados a pagar los desperfectos». Eudes de Marigny recibe 79 libras y 2 dineros de Dijon, manteniendo el derecho de pesca en la parte de río que conserva.31 En el mismo año, la duquesa Alix interviene, con motivo de un conflicto entre la abadía y Guy y Renauld de Corcelles, quienes reivindican derechos sobre «la acequia del río de Saulon que va a la abadía».32 En 1222 la duquesa resuelve un litigio sobrevenido entre la abadía y Ponce de Blaisy, declarando que corresponde a Cîteaux «todo lo que Ponce de Blaisy posee en Corcelles, tanto en feudo como en alodio y en propiedad plena y completa, así como sus derechos sobre la laguna situada bajo Corcelles, el bosque de Fay, el bosque de la Vesvre y el acueducto que atraviesa su tierra». A cambio, el monasterio le hace entrega de 120 libras de Dijon y «se compromete a proporcionarle cada año 15 émines de grano a requisición de Ponce de Blaisy».33
En 1228, Guillaume de Marigny y Blandine, abadesa de Sainte Marie de Beaune, confirman la donación de un prado cercano a la fuente del río Cent-Fonts efectuada por Etienne de Perrigny, hermano de Guillaume. En 1225, Guillaume de Marigny certifica que ha sido entregado «todo lo que los monjes pedían o podían pedir del río de Saulon, así como de las lagunas y molinos situados en este río». A cambio Cîteaux le daba 60 libras de Dijon, «y sus herederos recibirán, a su muerte, dos setiers34 de trigo a medida de Dijon».35 No será hasta 1239 cuando los monjes consigan una renta cargada sobre un molino establecido en el río: tres bichets36 de grano concedidos por Humbert Balbe, molinero, que deberá recibir de uno de los dos molinos de Saulon-la-Rue, el «molino llamado es Baslon».
Modalidades de adquisición
Las donaciones constituyen el 80% de los documentos y se hacen más numerosas a partir del inicio de los trabajos de apertura del canal. Del total de 22 actas de donación, nueve se datan entre 1150 y 1215, y trece entre 1215 y 1290. La motivación de los donantes se evoca en el 17% de los documentos: se trata de donaciones realizadas para la salvación del alma. En el 6% de estas donaciones pías, los donantes reciben una suma de dinero de entre 7 y 18 libras. Cuando las donaciones tienen por objeto porciones de molinos o, accesoriamente, prados y bosques, son retribuidas mediante pagos de 1 a 200 libras, según el valor del bien. En el 67% de las donaciones los cistercienses conceden una suma de dinero para agradecer la entrega de partes de molinos, prados o bosques, pero a veces la suma otorgada equivale al coste de compra o, incluso, a un valor superior (de 20 sueldos a 200 libras).37 Por lo demás, en este último caso, las donaciones pueden calificarse, más bien, de venta: la media de las sumas concedidas como gratificación asciende a 61 libras, mientras que alcanza sólo las 25 libras cuando se trata de ventas. El pago de estas importantes sumas de dinero, probablemente en calidad de indemnización, facilitó sin duda la cesión de bienes en beneficio de la abadía. En efecto, los propietarios de molinos establecidos sobre el antiguo curso del río dejarían de tener agua para hacer girar las ruedas una vez construido el canal. Así pues, cedían estas instalaciones a la abadía de Cîteaux a cambio de pagos considerables.
Las partes
Las donaciones de molinos y ríos recibidas por los monjes blancos corresponden, en su mayoría, a porciones.38 Lo único de todo esto que Cîteaux recibe en forma de donación completa es el molino Des Bordes, poseído en su totalidad por el señor de Touttent.39 El número de partes en que se divide la posesión de un molino varía según los casos.40 La lectura de los cartularios no permite definir qué proporción del molino representan las diferentes partes: el molino de las lagunas, por ejemplo, se divide en tres partes, mientras que el de Odeler sólo en dos,41 pudiendo un único propietario reunir más de una