Hidráulica agraria y sociedad feudal. AAVV

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entre ambos. cscv 921, año 1132: manso de Saltells cum aquis et pratis, en la parroquia de san Martí de Cerdanyola; cscv 959, año 1145: Manso de Prat, en la parroquia de san Martí, «ad ipso Prato», linda con torrente.

      17Véase n. 14.

      18CSCV 674, año 1072: El abad concede a Ermengol Bernat una parcela en el lugar de las Fonts de Berter para construir un molino. Ermengol deberá pagar algunos censos en compensación: «terram nostram propriam ad construendum molendinum cum rego et caput rego et subtus rego et cum alia terra qui est subtus ipso rego».

      19«... les canaux de dérivation s’alongent et sont prévus pour alimenter non plus des moulins isolés mais des groupes construits en file. De tels ensembles sont aménagés, entre 980 et 1020 environ, sur la plupart des cours d’eau de la région barcelonaise, particulièrement en Vallès: ainsi sur la riera de Rubí, sur son affluent le Xercavins et surtout sur le río Ripoll, à Sardanyola (sic) et à Reixac» (Bonnassie, 1975, I: 462).

      20cscv, I, 317, año 996. Véase nota 14.

      21«predicta predia molendina, sita in rivulo vocitato Rio Rubio»; «de decursu aque illa- rum quod iam dictus Sunifredus, extorserat vi et deviarat alias, ubi volens sibi edificare molindina nova ex aqua de ipsas fontes de rivulo que nuncupant Exercavinos, qui semper commixte fuerunt inriguum qui decurrit ad prefata molindina s. Cucufatis tempore oportuno.».

      22cscv, I: 160, año 984.

      23«Manifestum est enim quia venisti ad nos, et petisti nos alaudem de domum s.Cucuphati per precaria, id est, domos, curte, solos et superpositos, quod tu ipse condirexisti cum tuo avere et arbores quod edificasti, simul cum ipsa parialata I quod in circuitu ipso domo est... Et est ipsum alaude simul cum ipsos domos, et orto cum ispas fontes, qui intus surgunt, in comitatum Brach., in Riosico, ad locum ubi vocant ipsa Ruginada».

      24«... et nos recipimus propter hoc medietatem de ipso milino quod tu (por Guitesindo) condiresisti in alaudem de domun s. Cucuphati, in locum que dicunt Saltellos, quod ibidem habebas per tua construccione».

      25En la mayoría de los registros documentales, las menciones a molinos son frecuentes desde el siglo ix, pero también las hay ya para el siglo viii (Gautier-Dalché, 1974).

      26Véase el análisis realizado por M. Barceló (2004).

      27Hace tiempo, J. P. Cuvillier ya se dio cuenta de la característica de la discontinuidad y lo atribuyó, acertadamente, al hecho de que el agua era captada y conducida gracias a la fuerza de la gravedad (Cuvillier, 1984: 148). Este principio fundamental de los sistemas hidráulicos tradicionales (Barceló, 1989) hace que los espacios irrigados tengan límites bien definidos y no puedan ser construidos en cualquier terreno.

      Karine Berthier Université de Paris 1-LAMOP, UMR 8589

      En la Edad Media los monasterios, más que cualquier otro tipo de establecimiento humano, debían dotarse de un equipamiento hidráulico. La concentración de hombres en un espacio restringido necesita de acondicionamientos, tanto para las necesidades de la vida cotidiana como para la producción.1 Y en este sentido la orden cisterciense dispuso de medios superiores a los de la mayoría de sus contemporáneas, adueñándose de ríos, pesquerías, lagunas y molinos.

      No son escasas las fuentes para el estudio de las relaciones entre los cistercienses y el agua.2 Los monjes de Císter supieron, más que otros, preservar sus archivos, y particularmente los diplomas o actas privadas: primero donaciones, luego intercambios, compras o, incluso, acuerdos con los herederos de los donantes. En muchos casos los religiosos copiaron estos diplomas en sus cartularios. Se trataba de conservar la memoria de las condiciones de adquisición de un patrimonio que debía protegerse. En el caso de la apertura del canal de Cent-Fonts, la investigación se ha visto favorecida por 64 documentos aprovechables, de 1150 a 1288, del total de 90 estudiados.3 A partir del siglo XV los documentos contables y los registros de arrendamiento permiten completar la aportación de los diplomas.

      A través del estudio de la creación del canal de Cent-Fonts es posible desvelar los rasgos esenciales del hidraulismo medieval en sus aspectos sociales y económicos, así como en los de carácter técnico. La abadía de Cîteaux, casa madre fundada en 1098, desarrolla a inicios del siglo XIII un importante programa de adquisición de tierras, bosques, molinos y cursos de agua con el fin de construir un canal que permita abastecer al monasterio.

      Después de abandonar un primer emplazamiento, probablemente a causa de problemas relacionados con el agua, a inicios del siglo XII, menos de diez años después de su instalación inicial bajo el abadiazgo de Alberico, los monjes se trasladan a una terraza a 2,5 km de distancia de la primitiva sede, en la confluencia de los ríos Condoin y Vouge.4 Con el crecimiento de la casa durante el siglo XII surge la necesidad de un nuevo acondicionamiento del lugar; se establece así, hacia 1130, un canal de conducción de agua en el río Vouge, al oeste de la abadía.5 Entre 1204 y 1210, los monjes de Saint-Germain-des-Prés, propietarios de los terrenos, autorizan a los cistercienses a llevar a cabo una derivación del Vouge con el fin de suministrar agua a la abadía.6 La derivación ofrece una longitud de alrededor de 3,5 km, y se inicia al este de la aldea de Villebichot. No obstante, este acondicionamiento no debió de resultar suficiente, ya que a partir de 1212 los monjes blancos emprendieron el desvío del cauce del río Cent-Fonts,7 un afluente de la orilla derecha del Vouge, abriendo un canal de más de 10 km de longitud a partir de la aldea de Saulon-la-Chapelle. Se hizo imprescindible, incluso, la construcción de un puente-acueducto, el Pont des Arvaux, para atravesar, a 5 m de altura, el cauce del Varaude.8

      LA APROPIACIÓN DEL RÍO: EL APOYO DUCAL

       Las donaciones

      Tras la donación efectuada por Maurice de Barges en 1175, los cistercienses construyeron un molino en la aldea de Saulon-la-Chapelle.9 Esta instalación, llamada «molino de los monjes» (Aux Moines), fue la primera posesión de la abadía en el río de Cent-Fonts.10 A lo largo del mismo periodo, el capítulo de Langres cedió asimismo tierras en los límites de la granja de Tarsul, no lejos de Saulon-la-Chapelle.11 En la centuria siguiente los monjes blancos consolidaron, mediante nuevos acuerdos, sus posesiones en este sector.12 Bajo el abadiazgo de Arnaud I Amaury (1202-1212), se emprendieron gestiones ante el duque de Borgoña y el capítulo de la catedral de Langres para la creación de un canal. Si en 1212 el duque daba su consentimiento para que atravesase sus tierras,13 entregando también a los monjes la aldea de Corcelles, localizada sobre el futuro trazado del canal, más difíciles resultaron los tratos con el capítulo de Langres. Poseía éste una parte importante del territorio sobre el que debía pasar la derivación y, sobre todo, de la aldea de Noiron, por donde corre el Varaude. Un documento capitular de Langres, de noviembre de 1212, indica que «se han hecho y quedan por hacer –por valor de 200 libras de Dijon– el acueducto de Saulon y fosas de drenaje en su territorio de Noiron»; indemnización que «el capítulo de Langres se compromete a pagar a la iglesia de Cîteaux si el agua no se conduce a la casa de Cîteaux».14 Este documento muestra que la apertura del canal se hallaba ya bastante avanzada, puesto que la aldea de Noiron dista 2 km del punto de derivación.

      Bajo la dirección del abad Arnaud II (1212-1217), los religiosos obtuvieron en «compra camuflada» tierras situadas en el futuro trazado del canal.15 Así, en 1213, la abadía recibía, en el territorio de Saulon-la-Chapelle, la villula que dicitur Les Bordas, es decir, un caserío atravesado por el río Cent-Fonts, formado por un conjunto de casas y provisto de varios molinos.16 Pese a las objeciones expresadas por los diferentes propietarios, en 1214 el duque Eudes III autoriza a los monjes blancos a hacer pasar el canal de Cent-Fonts por sus tierras y, en general, por cualquier lugar necesario a fin de conducir el agua hasta el monasterio. Promete, además, garantizar y mantener a los monjes estas libertades y derechos, obligando en ello a sus sucesores a perpetuidad.17 En esta misma fecha, el duque ratifica un acuerdo establecido entre los religiosos


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