Una historia del movimiento negro estadounidense en la era post derechos civiles (1968-1988). Valeria L. Carbone
target="_blank" rel="nofollow" href="#ulink_3a1ecd2e-0b3f-5168-98f6-4899cb289b74">107 William H. Chafe, Raymond Gavins y Robert Korstad, Remembering Jim Crow (New York: The New Press, 2001), xxvi.
108 Manning Marable y Leith Mullings, op. cit., 119. En “The Talented Tenth” (1903) Du Bois refiere directamente a la postura de Washington al afirmar que la capacitación y formación de oficio de los negros no era suficiente, sino que se debía apuntar a la educación superior. Para Du Bois se debían formar “líderes de la raza” para continuar con la lucha y resistencia de la comunidad negra: “The Negro race, like all races, is going to be saved by its exceptional men. The problem of education, then among Negroes, must first of all deal with the Talented Tenth; it is the problem of developing the best of this race that they may guide the mass away from the contamination and death of the worst, in their own and other races (…) the man who sets the ideals of the community where he lives, directs its thoughts and heads its social movements”. W.E.B. Du Bois, “The Talented Tenth”, en The Negro Problem: A Series of Articles by Representative American Negroes of Today, 33-75 (New York: James Pott and Co., 1903), 33-34 y 52-54, The Internet Archives: https://archive.org/details/negroproblemseri00washrich (consultado en 29 Dic 2013).
109 Esto dio pie a la creación de otras instituciones negras como la National Bar Association (1903), la National Negro Bankers Association (1906), la National Association of Funeral Directors (1907) y la National Negro Retail Merchants Association (1913).
110 The American Social History Project, Freedom’s Unfinished Revolution: An Inquiry into the Civil War and Reconstruction (New York: The New Press, 1996), 286.
111 Manning Marable, Black Leadership, op. cit., 25.
112 Francis Fox Piven y Richard Cloward, op. cit., 190.
113 “Los recién llegados descubrieron que el norte era mucho más problemático y con más inequidad de lo que les habían hecho creer. Muchos negros norteños desilusionados comparaban su región de manera desfavorable con respecto al Sur”. Thomas J. Sugrue, Sweet Land of Liberty, op. cit., xx-xxi.
114 Jack E. Bloom, Class, Race and the Civil Rights Movement (Indianapolis: Indiana University Press, 1987), 3.
115 Stanley Coben, “El fracaso del crisol de razas”, en Pozzi, Pablo y otros. El conflicto en la historia de Estados Unidos (Buenos Aires: Manuel Suárez Editor, 1992), 222.
116 Francis Fox Piven y Richard Cloward, op. cit., 203.
117 Aldon D. Morris, op. cit.
118 Robert Self, “Negro Leadership and Negro Money: African American Political organizing in Oakland before the Panthers”, en Jeanne Theoharis y Komozi Woodard (eds.), Freedom North: Black Freedom Struggles Outside the South, 1940-1980 (New York: Palgrave MacMillan, 2003), 106.
119 The Crisis hizo su aparición en 1910 como publicación mensual dedicada, tal y como se menciona en el primer editorial, a exponer “los hechos y argumentos que demuestran el peligro del prejuicio racial”. De la mano de W.E.B. Du Bois, se convirtió en una de las publicaciones más importantes, de referencia obligada, un foro desde el que se trataron asuntos candentes de la sociedad y la política, marcando la agenda afro-estadounidense. Amy Helene Kirschke, “Du Bois and ‘The Crisis’ Magazine: imaging women and family”, en Notes in the History of Art (24), n° 4 (Summer 2005), 35-45.
120 The American Social History Project, op. cit., 287.
121 W.E.B. Du Bois, “Race relations in the United States, 1917-1947”, en Phylon (9), N° 3 (1948), 234-237, 234.
122 “Youths who worked in the Civilian Conservation Corps camps where segregated by race; provisions in the Public Works Administration which mandated certain percentages of black workers in the construction buildings were blatantly ignored; benefits from the Agricultural Adjustment Administration were often denied to black rural farmers through fraud and outright corruption. Roosevelt resisted blacks’ demands that the Federal Government should pressure defense contractors to hire greater numbers of minorities”, Manning Marable, Race, Reform and…, op. cit., 14.
123 Durante la segunda guerra, más de 14 millones de estadounidenses sirvieron en las Fuerzas Armadas, alrededor de 10 millones se sumaron a trabajos civiles, 3.8 millones de afro-estadounidenses fueron empleados o accedieron a posiciones antes vedados por cuestiones raciales; y 3 millones de mujeres se incorporaron por primera vez al mercado laboral en puestos tradicionalmente ocupados por hombres (talleres, siderurgias, fábricas de aviones y astilleros). Los niveles de desempleo descendieron notablemente: mientras que en 1942 el desempleo afectaba a 3.5 millones de personas, en 1945 se había alcanzado la cifra de pleno empleo de 65 millones. Willi Paul Adams, Los Estados Unidos de América (Buenos Aires: Siglo XXI, [1979] 2008), 324-330.
124 Jacqueline Dowd Hall, “The Long Civil Rights Movement…”, op. cit., 1247.
125 “Call to the March, July 1, 1941”, The Black Worker (May 1941), en Manning Marable y Leith Mullings, op. cit., 312.
126 A comienzos de la década de 1930, los 35000 miembros del BSCP constituían casi la mitad de todos los trabajadores negros sindicalizados del país. No sólo conformaron un gremio multitudinario que luchó para ser admitido en la Federación Estadounidense del Trabajo (AFL), sino que fue reconocido como representante sindical por la empresa Pullman, forzándola a negociar y logrando mejoras salariales, mejores condiciones de trabajo y reducción de las horas laborales de sus afiliados. American Social History Project, Who Built America?: Working People and the Nation's Economy, Politics, Culture, and Society, Vol. 2 (New York: Pantheon Books, 1992), capítulo 8.
127 Beth T. Bates, “Double V for Victory: Mobilizes black Detroit, 1941-1946”, en Jeanne Theoharis y Komozi Woodard (eds.), Freedom North…, op. cit., 27-30.
128 Ídem, 18.
129 Jacqueline Dowd-Hall, op. cit., 1245.