Una historia del movimiento negro estadounidense en la era post derechos civiles (1968-1988). Valeria L. Carbone
Perspectivas y Debates desde América Latina, n° 2, Feb. 2012, 46. http://www.huellasdeeua.com.ar/ediciones/edicion2/articulo%203.pdf (consultado en 9 Dic 2012).
24 Eugene Genovese, “El Sur esclavista: una interpretación”, en Eugene Genovese, La economía política de la esclavitud (Barcelona: Editorial Península, 1970), 28.
25 Edmund Morgan, Esclavitud y libertad en los Estados Unidos: de la colonia a la independencia (Buenos Aires: Siglo XXI Editores, 2009).
26 Barbara J. Fields, “Slavery, race…”, op. cit., 102.
27 Richard S. Dunn aborda el debate historiográfico relacionado con la sustitución masiva de mano de obra servil por mano de obra esclava y afirma que “Morgan argumenta que para los plantadores de Virginia el trabajo servil resultó más ventajosa [que el trabajo esclavo] hasta la rebelión de Bacon (1676). Yo diría, por el contrario, que los plantadores virginianos se vieron excluidos del comercio de esclavos hasta 1680 porque, siendo menos acaudalados que los de Barbados, no podían permitirse el lujo de comprar grandes remesas de esclavos; y porque los traficantes de esclavos africanos preferían mantenerse alejados del continente, siempre y cuando pudieran vender sus esclavos en forma expeditiva en las islas. (…) fue la dramática expansión del comercio de esclavos después de 1689 la que dio a los virginianos su oportunidad”. Richard S. Dunn, “American Slavery--American Freedom: The Ordeal of Colonial Virginia by Edmund S. Morgan”, en The William and Mary Quarterly (33), n° 4 (Oct 1976), 671.
28 Ira Berlin, “Tiempo, espacio y evolución de la sociedad afroamericana en Nueva Inglaterra”, en Víctor A. Arriaga, et. Al. Estados Unidos visto por sus historiadores (I) (México: Instituto Mora, Universidad Autónoma Metropolitana, 1991), 103-151, 140.
29 Edmund Morgan, op. cit., 369-370.
30 Los funcionarios coloniales y la elite terrateniente diseñaron políticas para apropiarse de las tierras fértiles en la zona costera. Los siervos libres se vieran obligados a arrendar tierras a los terratenientes (y de ese modo continuar trabajando para su enriquecimiento) o radicarse en las zonas fronterizas, alejadas del transporte de agua y expuestas a las represalias de los indígenas, quienes resentían esa nueva usurpación de los que los habían expulsado de las costas. Barbara J. Fields, “Slavery, Race…”, op. cit., 105.
31 Según la “Declaración del Pueblo de Virginia”, los rebeldes (“blancos pobres y negros libres y descontentos”) exigieron la expulsión de los indígenas de la frontera, así como el fin del “corrupto” y “tirano” gobierno de Berkeley: un gobierno que se negaba a adoptar medidas para proteger a los colonos de los ataques nativos, tenía capitales e intereses invertidos en el comercio de pieles indígenas, y cobraba impuestos coloniales excesivos e injustificados. Nathaniel Bacon, “Declaration of Nathaniel Bacon in the Name of the People of Virginia, July 30, 1676”, en Massachusetts Historical Society Collections (9), 4th Ed. (1871), 184–87, Van Pelt Library, UPENN.
32 Edmund Morgan, op. cit., 319.
33 Dorothy Roberts, Fatal Invention, op. cit., 10-11.
34 Edmund Morgan, op. cit., 375.
35 Mientras que Morgan rastrea los orígenes del racismo estadounidense en las colonias inglesas de América del Norte del siglo XVII, otro clásico de la historiografía, Reginald Horsman, afirmó que aunque el concepto de una raza anglosajona distinta y superior, con una dotación innata que la capacitaba a alcanzar la perfección en sus instituciones gubernamentales y el predominio mundial, fue producto de la primera parte del siglo XIX (período de la expansión hacia el oeste), las raíces de esta idea se remontan a los siglos XVI y XVII. Si bien el autor no analiza cómo esta ideología fue utilizada para proteger los intereses de una clase o grupo dentro de la sociedad estadounidense, sino que se enfoca específicamente en “cómo afectó el curso de la expansión norteamericana”, resulta relevante exponer brevemente su argumento para comprender los orígenes del anglosajonismo racial norteamericano. Según Horsman, entre 1530 y 1730 se creó una visión mítica del buen gobierno y del pasado inglés absorbida, naturalizada y reproducida por los colonos ingleses. Esta visión mítica era un “consenso general en que la Inglaterra de los anglosajones había sido un país cuyos ciudadanos estaban protegidos por buenas leyes y en que habían florecido las instituciones representativas y el juicio por jurados”, una visión de una heroica Inglaterra sajona, democrática, amante de la libertad y donde prevalecían los derechos naturales del hombre. Según el autor, esta idea se vio reconfigurada en la segunda mitad del siglo XVIII siguiendo un nuevo mito racial: la noción de que características raciales superiores eran el origen de instituciones poderosas, y que – por ende – características raciales inferiores eran la razón de instituciones débiles. Reginald Horsman, La raza y el destino manifiesto (México: Fondo de Cultura Económica, 1985), 21-44.
36 Theodore Allen, The Invention of the White Race (New York: Verso, 2012), 249.
37 Richard Dyer, White (New York y Londres: Routledge, 1997), 19-20.
38 Ídem, 52.
39 Barbara J. Fields, en “Presentation at a ‘School’ for the producers of RACE” (Mar 2001), en Race: The Power of an Illusion (California: PBS, 2003), http://www.pbs.org/race/000_About/002_04-background-02-02.htm#top(consultado en 24 Sept 2012).
40 Barbara Fields, “Slavery, race…”, op. cit., 107.
41 Manning Marable, “The Racial Contours of the Constitution”, en Manning Marable, Black Leadership, Four great American Leaders and the Struggle for Civil Rights (New York: Penguin Books, 1999), 7.
42 La información sobre la cantidad de esclavos que Jefferson tuvo en su vida fue extraída de la página oficial de su plantación “Monticello”, hoy convertida en museo y centro de investigación dependiente de la Universidad de Virginia. Al respecto, ver: https://www.monticello.org/site/plantation-and-slavery/property (consultado en 10 Ene 2016).
43 Henry Wiencek, “The dark side of Thomas Jefferson”, en Smithsonian