Organización industrial. Martin Peitz
de todos los consumidores se vea afectada por las redistribuciones del ingreso entre consumidores. En este libro tomamos la distribución del ingreso como dada. Por lo tanto, tomamos el excedente del consumidor como una medida del bienestar agregado de los consumidores. Además, tomamos la suma del excedente del consumidor y de los beneficios de las empresas (que también se conocen como el excedente del productor) como la medida del bienestar total. Esto quiere decir que los consumidores y las empresas tienen el mismo peso en la medida del bienestar total. En muchas jurisdicciones las autoridades de la competencia han adoptado un estándar basado en el bienestar del consumidor, y otras han adoptado un estándar basado en el bienestar total. La primera referencia a un estándar basado en el bienestar del consumidor en una norma legislativa no vinculante de la Comisión Europea se remonta a 1997: “Defender el interés del consumidor hace parte del núcleo de la política de la competencia”.[18]
En esta sección nuestro propósito es entender el comportamiento de las empresas cuando tienen poder de mercado. En la Subsección 2.2.1 nuestro punto de partida de referencia será la competencia perfecta, donde las empresas son tomadoras de precios y por lo tanto no tienen poder de mercado. Luego pasamos a situaciones donde una empresa trata como dado el contexto de mercado al tomar su decisión. Ciertamente, esta es una conducta razonable para una empresa que abarca todo el mercado por sí misma; este es el caso del monopolio y lo analizaremos en la sección 2.2.2. Esta conducta también es razonable para una empresa que comparte el mercado con un conjunto de empresas pequeñas tomadoras de precios; esta es la situación de la “franja competitiva” que analizaremos en la Subsección 2.2.3. Finalmente, en la Subsección 2.2.4 introduciremos la noción de competencia imperfecta.
2.2.1 El paradigma perfectamente competitivo
En un mercado perfectamente competitivo, las empresas son tomadoras de precios en el sentido en que aceptan los precios del mercado como dados. Esto es, cada empresa cree que sus decisiones individuales no afectan el precio de su producto. El precio de mercado resulta de las acciones combinadas de todas las empresas y todos los consumidores (resumidas respectivamente por las curvas de oferta y demanda del mercado). Esta representación solo tiene sentido si hay un gran número de empresas en el mercado, y si la oferta de cada una es pequeña en relación con la demanda del producto.
Cuando una empresa toma el precio de mercado como dado, percibe que puede vender cualquier cantidad a ese precio. Por lo tanto, una empresa perfectamente competitiva enfrenta una curva de demanda horizontal y el ingreso marginal generado por cada unidad de producción adicional vendida, es apenas igual al precio de mercado del momento. Como cualquier empresa, la empresa perfectamente competitiva escoge su nivel de producción para maximizar sus beneficios. Los beneficios se maximizan en el nivel de producción que iguala el costo marginal y el ingreso marginal. En este caso, como el ingreso marginal es igual al precio de mercado, tenemos que, para cada empresa, la maximización de beneficios resulta en la igualdad entre el precio recibido por una unidad de producción y el costo marginal de producirla.
Lección 2.2 Una empresa perfectamente competitiva produce a un costo marginal igual al precio de mercado.
Formalmente, supongamos que cada empresa enfrenta una función de costos creciente C(q); los costos marginales se denotan mediante C′(q). Si p denota el precio de mercado, cada empresa maximiza sus beneficios al producir la mayor cantidad qc tal que C′(qc) = p. Si el precio de mercado aumenta de p a
2.2.2 Estrategias en un entorno constante (“monopolio”)
A continuación, analizaremos las industrias dominadas por un gran jugador único. Analizamos la forma en que este “monopolista” escoge los precios cuando produce uno o varios productos.
La fijación de los precios en el monopolio
Supongamos, como una primera aproximación, que una empresa puede tratar el escenario de mercado como dado al tomar su decisión sobre el precio. Este escenario de mercado se describe mediante una función de demanda inversa con pendiente descendente P(q) que depende negativamente de la cantidad que la empresa ofrece en el mercado. Supongamos que la empresa enfrenta una función de costos creciente C(q). Los costos marginales C′(q) pueden ser constantes o de pendiente ascendente. Entonces el problema del monopolio es
La condición de primer orden de la maximización de beneficios es P′(q) + P(q) – C′(q) = 0. El problema tiene una solución única si la función de beneficios es cuasicóncava. Esto se desprende de la concavidad de los ingresos y la convexidad de los costos. Los ingresos son cóncavos si qP″(q) + 2P′(q) < 0. Como P′ < 0, una condición suficiente (pero no necesaria) es la concavidad de la función de demanda inversa.
Para entender mejor la forma en que la cantidad que maximiza los beneficios depende de las características de la oferta y la demanda, resulta útil reescribir la condición de primer orden de la maximización de beneficios. Es equivalente a P(q) − C′(q) = − qP′(q). Note que – qP′(q)/P(q) es la elasticidad precio inversa de la demanda 1/η (expresada como valor absoluto). Por lo tanto, al dividir ambos lados de la ecuación por P(q), podemos seguir reescribiendo la ecuación de primer orden como
Esta es la bien conocida fórmula de fijación de precios del monopolio, también conocida como la regla de la elasticidad inversa. A la izquierda está el margen de ganancia, que es la diferencia entre el precio y el costo como porcentaje del precio (también conocido como el índice de Lerner); a la derecha está la elasticidad de la demanda inversa. Según la fórmula de fijación de precios del monopolio, mientras menos elástica sea la demanda más alto será el margen.
Lección 2.3 Un monopolista maximizador de beneficios incrementa su margen de ganancia a medida que la demanda se vuelve menos elástica respecto al precio.
En particular, a medida que la demanda se vuelve infinitamente inelástica el margen de ganancia tiende a infinito. Consideremos el caso opuesto donde la demanda se vuelve infinitamente elástica, esto es, η → ∞. Entonces, el precio tiende a los costos marginales, lo que implica que el margen de ganancia (y los beneficios) tienden a cero. Como vimos antes, esta última situación sigue siendo válida bajo competencia perfecta. Esto demuestra que las empresas solamente tienen poder de mercado si la demanda que perciben no es infinitamente elástica. Finalmente, observamos que en vez de escoger la cantidad, el monopolista puede escoger el precio para maximizar π (p) = pQ(p) − C(Q (p)) respecto a p.