Sociología de las organizaciones - Una visión latinoamericana. Tirso Suárez Núñez
de productos de henequén y remata las instalaciones y predios dedicados a la agroindustria, terminando así casi un siglo de dependencia entre un pueblo y una planta (Benítez,1956; Canto, 2001).
En la década de los noventa del siglo XX, como parte de la modernización de la economía mexicana, Carlos Salinas de Gortari, presidente de México realiza importantes modificaciones a la Constitución que permite a los campesinos ejidatarios vender sus tierras comunales, así como facilitar su expropiación para fines de utilidad pública. La contra reforma agraria salinista propició la concentración de tierra para conformar grandes empresas agrícolas que aprovecharon la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, logrando importantes volúmenes de exportación de productos frescos. Adicionalmente se entregaron a particulares grandes superficies de tierras ejidales expropiadas, para la expansión de centros urbanos y desarrollo de vivienda que impulsaron el crecimiento desordenado de las ciudades y propiciaron grandes ganancias a empresarios del ramo (Aboites Aguilar, 2004).
La caña de azúcar cubana es un caso similar al del henequén yucateco, aunque con un final menos abrupto; cuando cayó el dictador Batista en 1959 la Isla vendía casi todo su azúcar a los Estados Unidos e importaba todo o casi todo para vivir, dicho en términos irónicos de su líder revolucionario: se exportaba azúcar para luego importar caramelos. La economía del país se movía al ritmo de las zafras antes y después de la Revolución, porque cuando esta triunfó sus lideres se dieron cuenta que había que realizar importaciones en gran escala para industrializar el país, aumentar la productividad agrícola y satisfacer muchas necesidades de consumo, que la revolución, al redistribuir la riqueza acrecentó enormemente. Sin las grandes zafras de azúcar ¿de donde obtener las divisas necesarias para estas importaciones? El desarrollo de la minería, sobre todo del níquel, exige grandes inversiones que en ese momento se estaban realizando, la producción pesquera se había multiplicado por ocho gracias al crecimiento de la flota, pero había requerido y seguía requiriendo grandes inversiones; los grandes planes de producción de cítricos estaban en ejecución y los años que separan la siembra de la cosecha, obligaban a la paciencia.
Finalmente, la revolución cubana descubrió que había confundido el cuchillo con el asesino. El azúcar, memoria de la humillación, factor del subdesarrollo, era el cuchillo y cambió de manos para convertirse con la revolución en el instrumento liberador, aunque igual de opresivo. No hubo mas remedio que continuar con el monocultivo de azúcar, sólo que ahora sus frutos serian para intentar romper el espinazo de la dependencia, porque los ingresos que genera ahora ya no se utilizan en consolidar la estructura del sometimiento, sino para la soberanía, argumenta Galeano (2004).
Salvando al capitalismo
Finalmente, el capitalismo ha llegado a su etapa de globalización , consistente en libre transito de mercancías, capitales y de información, pero no de personas, junto con nuevas y poderosas formas de organización empresarial, sin embargo, han pasado 25 años y no ha cumplido lo que prometía resolver: democracia, bienestar y justicia; los síntomas de su mal desempeño son claros: violación a los derechos humanos, pérdida de agua para la agricultura, saqueo de recursos naturales locales por parte del gobierno y grandes empresas, explotación de minas con polución, corrupción gubernamental y control del gobierno por particulares, falta de acceso a salud y educación, construcción de grandes presas que desplaza a millones de gente pobre, perdida de tierra, aranceles aduanales que provocan la quiebra de pequeños agricultores, etc. La presión demográfica también contribuye al estado de las cosas.
En 1700, el mundo habían 700 millones de humanos, en 1800 eran 950, en 1900 casi se duplica la población mundial al llegar a 1,600 millones de habitantes, pero en 2000 se cuadruplicó la población al llegar a 6,000 millones de habitantes y en la primera década del siglo XXI hemos sobrepasado los 7,000 millones; este vertiginoso crecimiento de la población humana ha sido a costa de la extinción de otras especies; actualmente la masa combinada de la población humana equivale a 300 millones de toneladas, la de los animales domésticos a 700 , en contraste la de todos los animales salvajes que sobreviven es de apenas 100 millones de toneladas. En el mundo actualmente hay unas 80 mil jirafas frente a 1500 millones de cabezas de ganado vacuno; hay solo 200,000 lobos frente a 400 millones de perros; hay 250,000 chimpancés frente a mas de 7000 millones de homo sapiens. Pero hay otros organismos que les va muy bien: las ratas y las cucarachas están en su apogeo (Noah-Harari, 2014).
Se estima, que si no hay grandes cambios a la mitad del presente siglo los recursos disponibles promedio por persona se reducirán a la mitad. Más aún, desde el siglo XVIII, se han inventado procesos fabriles y métodos ahorradores de mano de obra que han elevado la productividad de ese factor, pero también deja a un lado cientos de millones de potenciales trabajadores y empleados que se sienten relegados o innecesarios. Cada semana 1.4 millones de gentes se agregan a los asentamientos irregulares que crecen en los márgenes de las ciudades. El dato de 3 billones de personas que viven con menos de 2 US dólares por día se ha vuelto común y ya no causa inquietud, pero es verdad y es tremendamente injusto (Hawken,2007).
Hay fuertes presiones sociales por la equidad y la sustentabilidad conforme las condiciones ambientales y sociales están cambiando dramáticamente y llegan a ser mas demandantes de atención; es cierto, que cualquier contemplación de la historia del mundo, dice diferentes cosas a diferente gente, que la acumulación de registros, eventos y recuerdos es tan grande que ninguna persona puede abarcar la historia total ni en el tiempo actual, mucho menos en el pasado, por ello los historiadores crean marcos de referencia que son una especie de lentes para ordenar el pasado y crear una narrativa coherente.
Pero por la evidencia que se dispone, muy probablemente dos marcos de referencia dominaran nuestros intentos por entender el pasado: i) el de la justicia social y ii) el de las relaciones de los individuos con el ambiente; ambos marcos tienen que ver con la explotación, así como la historia de los intentos de los individuos para evitarla. La justicia social y el cuidado del planeta operan en paralelo, el abuso de uno lleva a la explotación del otro. Lo que se llama el poder del individuo sobre la naturaleza, normalmente se vuelve el poder de un individuo sobre otros, con la naturaleza como instrumento. Por ello, nuestro destino dependerá de como entendamos y tratemos los excedentes del planeta sean tierras, océanos, diversidad de especies y gente, y en el centro del movimiento de conservación y manejo sustentable de recursos naturales y sociales, esta la cultura indígena.
En la mayor parte de las culturas indígenas los movimientos sociales y ambientales son inseparables. Cada simple partícula, pensamiento y ser, aun los sueños, son el ambiente y así como lo que se hace se refleja en la tierra, lo que se le hace se revierte en enfermedades y descontentos. Es debido a la separación de individuo y naturaleza que los movimientos de justicia social y ambiental surgieron cada uno con su propia historia, pero las culturas indígenas ponen las bases para entenderlos como uno solo.
Pero, así como las culturas indígenas son mundos locales, íntimos y familiares, la mayoría de la gente vive la era de los gigantes. En un día se extraen 85 millones de barriles de petróleo del subsuelo para luego quemarlo; en el mismo día se vierten a la atmosfera los residuos de 27 billones de libras de carbón, cien millones de gente se desplazan en el mundo en busca de nuevo hogar. Una empresa: Wall Mart, emplea 1.8 millones de gente en el mundo. En 2006, Exxon Mobile registró casi 40 billones de dólares de utilidades, dinero suficiente para suministrar de manera permanente agua potable a un billón de gente que carece de ella. Hemos consumido 90 % de todas las especies de peces grandes en los océanos. La casa de Bill Gates se asienta en una superficie de acre y medio y costó cerca de 100 millones de dólares estadounidenses (Hawken, 2007).
Las condiciones anteriores, han llevado a diversos grupos a buscar convergencias en su lucha: por ejemplo, el amplio movimiento que refiere Hawken (2007), se integra de tres ramas, a saber: i) activismo ambiental, ii) iniciativas de justicia social y iii) culturas indígenas en resistencia a la globalización. Colectivamente el movimiento expresa los reclamos de la mayoría de la gente sobre la tierra para: hacer sustentable el medio ambiente, contar con salarios dignos, democratizar la toma de decisiones y participar en las políticas públicas, reinventar desde abajo y pieza por pieza el gobierno y mejorar las condiciones de vida de mujeres, niños y pobres. Hoy el mundo enfrenta un desafío exponencialmente mas difícil que la abolición