El Despertar De Tess. Andres Mann
todos modos, gracias, Jake. Te debo una".
Se sentÃan maltratados y agotados. Sus pensamientos se volvieron hacia Dan. Jake comenzó a hablar de esa época en la que él y Dan habÃan sido los mejores amigos, pasando por el exigente régimen, planificando sus carreras y recibiendo sus primeras asignaciones como verdaderos oficiales. Se mantenÃan en contacto y se reunÃan tan a menudo como podÃan, contando historias de sus aventuras y consolándose mutuamente sobre sus amores perdidos.
Jake no compartió que Dan le habÃa hablado de Tess y habÃa intentado repetidamente que fuera a Fort Rucker a conocerla. Dan seguÃa diciéndole lo perfectos que serÃan el uno para el otro. Al principio, Jake habÃa pensado que Dan estaba enamorado de Tess; hablaba de ella todo el tiempo. Tess es la mejor copiloto que he tenido, excepto tú, por supuesto. Tess es la mejor Oficial Ejecutiva que he tenido. Tess es la segunda mejor amiga que he tenido, y me gustarÃa mucho que mis dos mejores amigas se conocieran. Ven a Rucker el fin de semana. Te digo que es perfecta para ti en todos los sentidos".
Pero Jake siempre habÃa estado ocupado. - La Inteligencia de Campo de la CIA no era un trabajo en el que sólo te tomabas un fin de semana largo - Demonios, rara vez te tomabas un fin de semana regular. El arrepentimiento no era algo que Jake dejara entrever, pero esta vez se arrepintió de no haberse tomado ese largo fin de semana.
Viendo a Tess, Jake entendió las lágrimas que la amenazaban cuando hablaba de la muerte de Dan y se dio cuenta de lo duro que habÃa luchado para ser una buena soldado, un soldado del que Dan estarÃa orgulloso. Sin embargo, todavÃa necesitaba saberlo; necesitaba estar allà de alguna manera, estar cerca de Dan una vez más.
La muerte de Dan; el sacrificio de Kejal. Tess sintió ahora los efectos de su estrecha escapada de las garras del malévolo General, la prueba del choque y el horror de presenciar la tortura de Archie. HabÃa llegado al lÃmite de su capacidad y necesitaba descansar, una oportunidad para curarse, tiempo para pensar. Se volvió hacia Jake. "Le prometà a Kejal que encontrarÃa a su hija y la pondrÃa a salvo. Tengo toda la intención de hacerlo." Jake la miró a los ojos. "Lo sé. Te ayudaré." No le dijo que no tenÃa ni idea de cómo hacerlo.
Luego se acercó para secar una lágrima que consiguió escapar por su mejilla. El tacto envió una sacudida a través de su cuerpo y a través del de él. Sus miradas se mantuvieron, e inclinó la cabeza para besarle los labios.
- "Señor, señora, sus habitaciones están listas." El botones interrumpió el momento.
- "Menos mal", bromeó Tess, "Estoy exhausta".
- "Yo también", contestó Jake.
Se levantaron, doloridos y atribulados en lugares que no sabÃan que tenÃan. En el ascensor, notaron que sus habitaciones estaban en un piso diferente. Al menos eso les dio una excusa para seguir por caminos separados. El piso de Tess fue el primero. Le dio a Jake un ligero beso en la mejilla y desapareció.
***
Instalada en su habitación, Tess salió de la ducha y se puso una suave bata de baño proporcionada por el hotel. Se secó y empezó a cepillarse el pelo. âNo me llevó mucho tiempoâ. Se agradeció a sà misma por tomar la decisión práctica de ser breve. No podÃa soportar la idea de un peinado de una hora. Se sentÃa totalmente agotada; en cuerpo y mente, no sólo por la terrible experiencia del pasado, sino también por el impacto de la muerte prematura de Dan y su incapacidad de hacer algo para prevenirla. Se sentÃa inmensamente sola.
Llamó a la puerta, miró por la mirilla y vio a Jake. Ella abrió la puerta. Jake se paró en el umbral, vestido sólo con una camiseta limpia y pantalones. También parecÃa triste y exhausto. Ni una palabra.
- "Adelante", dijo ella.
Jake entró por la puerta lentamente como si estuviera entrando en un lugar sagrado. Permaneció en silencio, mirando a Tess, sus ojos se clavaron en los de ella. Ella sintió su tristeza y su abrumadora necesidad.
El mundo se detuvo. Ella cerró la puerta. Jake continuó mirándola con un hambre palpable y abrumadora, esperando con todos sus sentidos que ella no se lo negara. Roger nunca la habÃa mirado de esa manera. Tess abandonó repentinamente sus defensas y sintió que su propia necesidad de contacto, consuelo y refugio surgÃa a través de su cuerpo y alma. Ella no querÃa negarlo.
Ella se acercó a él, se cruzó en sus brazos y lo besó suavemente, abriendo sus labios para indicar aceptación y rendición. Jake tembló, forzándose a tocarla suavemente, en lugar de apresurarse a poseerla y sumergirse en el feliz olvido que tan desesperadamente necesitaba.
Tess se apartó, tomó su mano, y suavemente lo hizo sentarse en la cama. Ella abrió su túnica y se paró frente a él, orgullosamente, como una Diosa esperando ser adorada, enmascarando su propia necesidad. El corazón de Jake se aceleró. Sintió asombro y estupor por el hecho de que la fuerza vital universal creara a la Mujer -esta mujer-, quizás la única buena razón para seguir viviendo.
Jake se quitó la ropa, revelando un cuerpo elegante, delgado y musculoso. Aún sentado, lentamente la atrajo hacia él, maravillándose de su cuerpo. Ãl respiraba suavemente sobre sus pezones, entre sus pechos, hasta el centro entre sus muslos. Ãl agarró sus caderas y suavemente frotó su vientre con sus labios y cara. Sintió los músculos tensos de su abdomen, maravillándose al pensar que ella pronto lo aceptarÃa dentro de ella.
Se levantó y la abrazó, de pie, saboreando el maravilloso sentimiento de su suave cuerpo contra el suyo. Suavemente frotó sus labios contra la nuca de ella. Le acarició las orejas, le rozó las mejillas y la besó suavemente los párpados. Puso sus labios sobre sus pechos que estaban envueltos en una piel luminosa y nacarada, tan delgada que se veÃan venas microscópicas. Su pene frotó los labios debajo de la pelvis y la sintió, caliente y húmeda. Empezó a temblar.
Tess se rindió, se acostó sobre su espalda, respirando con dificultad, su cuerpo dolorido por ser tocado y explorado. Una vez más, permitió que Jake probara su carne. Suavemente besó cada centÃmetro de su piel aterciopelada, su cuello, sus orejas, sus pechos, y su vientre y ese maravilloso receptáculo que abrigaba su deleite. No podÃa tener suficiente.
Se besaron suavemente hasta que Tess se hizo cargo. Ella siempre se hizo cargo. Ella lo arrojó sobre su espalda y comenzó a usar su lengua en su altÃsima erección; lamiendo la brillante cabeza y el duro eje.
Entonces ella lo montó, abriendo sus húmedas cavidades interiores, invitando a la dura vara a entrar gradualmente en ella. Empezó a moverse rÃtmicamente, saboreando la dulce invasión en su interior. De repente sintió una liberación orgásmica.
Jake se dio un festÃn con los ojos en el cuerpo de una mujer impresionante que se deleitaba con él, pero aún no querÃa alcanzar su propia liberación. QuerÃa llevarla a su manera. La movió de espaldas y dejó que ella guiara su hombrÃa hacia adentro. Ãl descendió hacia ella y comenzó a moverse constantemente, besando amorosamente su boca y senos hasta que ella respondió de nuevo. Ãl aumentó su ritmo hasta que ella gimió de placer. Ella sacudió sus caderas y él hizo unos cuantos empujones finales en lo profundo de ella, logrando el éxtasis mutuo. Más que hacer el amor, fue una reafirmación de la vida, del amor, de la esperanza - un escape de un mundo que a menudo es feo y cruel -. Se durmieron en los brazos del otro.
9 â LUCHA POR OTRO DÃA
Amir se despertó con el dolor de cabeza más doloroso que jamás habÃa experimentado. Le tomó unos minutos darse cuenta de lo que habÃa pasado. "¡La puta!" murmuró, "¡Ella estaba planeando hacer esto todo el tiempo! Se levantó dolorosamente y se sentó a un lado de la cama, aún aturdido por el golpe.
"¡Kejal!"