Bitcoin, Blockchain y tokenización para inquietos. Miguel Caballero

Bitcoin, Blockchain y tokenización para inquietos - Miguel Caballero


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o pagos online, donde tenemos a un tercero de confianza (Visa, Mastercard, Amex o Paypal) que dan fe de que en la cuenta del comprador hay fondos disponibles para hacer frente al pago de dicha compra. Su negocio, por lo tanto, está en la intermediación financiera y en los márgenes asociados al crédito que generan con sus clientes. Un negocio redondo, por cierto, si el interés crediticio gira en torno al 1-5 % de comisión sobre la compra y hablamos de billones de euros pagados por Internet o a través de tarjetas cada día.

      En un sistema de dinero descentralizado no necesitamos a ningún tercero de confianza que de fe de ninguna transacción, pues es el propio sistema (la propia red) el que genera la confianza suficiente para que dicha transacción sea verídica. Por lo tanto, al igual que en los ejemplos anteriores hemos tenido casos de descentralización desde hace milenios, por limitaciones tecnológicas no ha sido posible plantear un dinero descentralizado hasta ahora.

      ¿Por qué es tan importante la descentralización? ¿Qué implicaciones tienen las organizaciones descentralizadas en la sociedad actual? ¿Por qué gran parte del debate que surge en torno a Bitcoin y las criptomonedas tiene su esencia en la descentralización real de dichas redes?

      Analicemos los dos aspectos fundamentales que hacen que las estructuras descentralizadas sean completamente distintas a las conocidas hasta ahora.

      Sin duda alguna, una de las mayores ventajas que plantea Bitcoin es su descentralización. Esto significa que es incontrolable, incensurable e imparable. Como red, no existen nodos que ostenten más poder que otros. No existe ninguna cabeza que cortar, a diferencia de Internet —que mucha gente piensa que es incensurable—, que es fácilmente manipulable por quien sea capaz de controlar puntos centrales de conexión.

      Es decir, si detectamos una línea troncal de conexión de América a Europa y fuéramos capaces de sabotearla, las conexiones a Internet en Europa sufrirían latencias o incluso desaparecería la conexión hacia servidores ubicados fuera de esta zona. En cambio, como estudiaremos más adelante, apagar un número de nodos de Bitcoin no provoca prácticamente ningún efecto negativo en el resto de la red. Todo seguirá funcionando con normalidad.

      Desde que existe Bitcoin los intentos de control por parte de muchos grupos (terroristas informáticos o gobiernos, desde el norteamericano al ruso) han caído en saco roto. Por mucho dinero invertido y muchos ataques planificados que se hayan hecho, nadie ha sido capaz de controlar o manipular la red de Bitcoin. Y cuanto más grande se hace la red, más difícil y costosa resulta dicha manipulación. Como veremos en capítulos posteriores, Bitcoin es hoy la red de mayor cálculo computacional de la historia, superando incluso a la suma de todos los superordenadores del mundo en varios órdenes de magnitud.

      ¿Qué se necesita para que una red descentralizada evolucione? Simplemente que sus usuarios la utilicen. No depende de ningún consejo de administración, de ningún ejecutivo o entidad jurídica, sino de sus propios usuarios. Es en el ecosistema Blockchain cuando aparecen las primeras DAO (Organizaciones Autónomas Descentralizadas). Sin duda, las DAO darán mucho que hablar durante los próximos años. Su futuro y su existencia están ligados a su comunidad y a los usos que haga esta de la propia red.

      Muy sencillo, porque una organización descentralizada le resta poder al equity e incluso lo puede llegar a eliminar. Históricamente, el valor de una empresa ha estado depositado en sus accionistas. Es decir, cuanto más beneficio genera una empresa, más dinero puede repartir entre sus dueños. En una estructura descentralizada el capital social (o equity holders) queda sustituido por token holders. Por lo tanto, el valor que genera una estructura descentralizada se redistribuye entre sus token holders. Bajo mi punto de vista, el entorno empresarial actual no está preparado para evolucionar hacia modelos descentralizados, pero al mismo tiempo esta tendencia es inevitable: las estructuras descentralizadas son capaces de aportar más valor a sus clientes, ya que dicho valor no queda retenido únicamente entre sus accionistas. Muchas veces los usuarios o clientes son los propios token holders, por lo que se trata de organizaciones mucho más eficientes en la creación y redistribución de valor.

      Aunque soy consciente de que estamos todavía en las primeras páginas del libro, quiero que te quedes «rumiando» esta idea: la descentralización provoca una redistribución del valor mucho más justa, por lo que a largo plazo su adopción es inevitable.

      Las empresas tradicionales, por su propia naturaleza, tienden a extraer el máximo valor posible de sus clientes para repartirlo entre sus accionistas. Actúan, de alguna manera, como terminators. No se cansan, no duermen. Tienen un claro objetivo y no pararán hasta conseguirlo: ganar cada vez más dinero. Estas empresas seguirán extrayendo más valor de sus clientes, sacándoles más dinero por más productos o servicios, y cuando hayan vaciado nuestros bolsillos irán a los de nuestros hijos y así sucesivamente.

      Apple, por ejemplo, cada pocos años lanza un nuevo producto más caro que el anterior: cualquier cliente de Apple sabe que está retenido y que cada ciclo gasta más dinero en la compañía. Amazon lanza nuevos servicios continuamente. Facebook compra toda las aplicaciones que destacan para que termines usando su propio universo, sin salir de él. Cualquier empresa tiene como objetivo ganar cada vez más, ya que el accionista es insaciable.

      Una organización descentralizada no tiene esa necesidad, pues no tiene accionistas a los que reportar que exijan cada vez más rendimientos a su consejo de administración. Si a esto le unimos que sus propios clientes pueden ser los usuarios del token, una parte del valor que generan a través de la organización retorna a ellos, por lo que se trata de modelos mucho más eficientes y sostenibles en el largo plazo.

      Los fenómenos de descentralización han acompañado desde siempre al ser humano, pero es ahora, con la consolidación de la tecnología Blockchain, cuando empiezan a nacer las primeras organizaciones descentralizadas. Con un sistema descentralizado basado en Blockchain provocamos un cambio de paradigma mental que podemos resumir en dos puntos:

      • Prescindimos de intermediarios para generar confianza entre las partes (ya sean emperadores, monjes, sacerdotes o bancos centrales), agregando más valor.

      • Confiamos en las matemáticas y en la criptografía como medios y pruebas irrefutables de generación de dicha confianza.

      Es decir, eliminamos los intermediarios cuyo único valor venía por dar fe de ciertas cosas, y utilizamos una tecnología en forma de red (Blockchain) como herramienta que garantiza o da fe de dichos intercambios.

      En capítulos posteriores estudiaremos diferentes blockchains y comprobaremos cómo el grado de descentralización varía mucho entre ellas, siendo Bitcoin la blockchain por excelencia más descentralizada.

      Una vez que hemos entendido el valor que aporta la descentralización a las organizaciones, es el momento de introducir conceptos de criptografía y filosofía e historia anarcocapitalista, que evolucionó y desembocó años después en el nacimiento de Bitcoin. Estudiemos el pasado llegar a comprender el presente y el futuro que se avecina.

      Unas de las primeras comunicaciones encriptadas conocidas ocurrieron durante el Imperio Romano hace más


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