Candidiasis, tu amiga del alma. Cala H. Cervera
cinco fases en las que divido el tratamiento. Encontrarás la dieta antifúngica actualizada, la incorporación de la vitamina D y otros nuevos suplementos, la importancia del ejercicio y el descanso, nuevos probióticos, la influencia de la mente en el cuerpo, cómo puedes usar tu pensamiento para sentirte mejor, el masaje de cepillado en seco para ayudarte a desintoxicar y consejos varios para hacerte el proceso mucho más fácil.
Conforme vayas haciendo cambios y mejorando, verás que el tratamiento se va haciendo cada vez más fácil de llevar. El objetivo no es únicamente que te recuperes sino que integres los cambios de tal manera que pasen a formar parte de tu vida.
En estos años en la montaña he visto tormentas arrasar e inundar los campos y nevar dejando a la tierra completamente aislada del sol durante meses y, sin embargo, la vida siempre acaba asomando de nuevo. ¿Has visto alguna vez brotar una flor entre los adoquines de una ciudad? Esa es la fuerza de la vida… es la misma fuerza que está en ti. Es tu salud. Aunque en este momento te encuentres mal, no la has perdido. Cierra los ojos y siéntela. Después deja que te acompañe durante la lectura de este libro.
Pirineo, primavera 2018.
La candidiasis es una infección que te puede cambiar la vida, para bien. Es una gran aliada con mucha información útil sobre ti.
Es el aviso que te indica que te estás alejando de tu estado natural de salud y bienestar. La oportunidad de coger de nuevo las riendas de tu vida.
No hay dos candidiasis iguales, al igual que no hay dos personas iguales, por eso en este libro, a pesar de enfocar el tema en términos generales, mi objetivo y deseo es que puedas extraer un mensaje único para ti.
Es importante que leas este capítulo como algo meramente informativo. Esto es sólo la parte técnica y científica de la candidiasis. Sin embargo, eres más que un cuerpo afectado por una infección. Tienes un arsenal maravilloso de recursos en ti mismo/a para superarla, y mejorar física y emocionalmente gracias a ella.
Aunque este capítulo te pueda parecer desalentador, créeme, no lo es. Lo que vas a leer es cómo esta infección puede afectar a nivel bioquímico pero, por supuesto, ni a todo el mundo le afecta de la misma forma, ni todo el mundo tiene, necesariamente, el mismo desarrollo de la infección. Lo que sí es común en todas las personas con candidiasis es la capacidad innata de recuperarse y aprender de ella.
Desde el momento que has escogido leer este libro, es que algo dentro de ti está latiendo con fuerza. Es tu salud deseando que vuelvas a creer en ella.
Te invito a que leas este capítulo con una actitud curiosa y muy positiva.
Científicamente hablando, la candidiasis es una infección causada por una o varias especies del microorganismo cándida.
Existen alrededor de 150 especies de candidas. La más común es la Candida Albicans, pero también es fácil encontrar casos de personas con Candida Glabrata, Parapsilosis, Tropicalis, por mencionar las más comunes. No importa qué tipo de candidiasis sufras, el enfoque es el mismo. Tampoco varía el tratamiento si la infección se encuentra en el intestino, uñas, piel, vejiga, próstata, genitales o cualquier otra parte del cuerpo.
Las cándidas son unas levaduras presentes en nuestro organismo. Se encuentran, principalmente, en la piel, y aparato digestivo y genitourinario. Su función es mantener un equilibrio en nuestro pH, ayudarnos a absorber nutrientes adecuadamente, protegernos de infecciones intestinales y de metales pesados, y degradar restos de carbohidratos mal digeridos.
El sistema inmunitario y la flora intestinal y vaginal son los principales encargados de que estas levaduras vivan en perfecta armonía en nuestro organismo. Sin embargo, debido a diversos factores (que veremos más adelante), estas levaduras pueden dejar de ser inofensivas y transformarse en micelios micóticos u hongos, causando una candidiasis.
Sus síntomas
Los síntomas más comunes de la candidiasis son:
Deseos de comer carbohidratos
Intolerancia al humo de los cigarrillos, perfumes y productos químicos como lejía y ambientadores
Fatiga o somnolencia
Depresión
Mala memoria
Sensación de irrealidad o de estar flotando
Incapacidad para tomar decisiones
Sensación de quemazón, hormigueo o entumecimiento
Dolor de cabeza o migraña
Dolor muscular
Debilidad muscular o parálisis
Dolor o inflamación de las articulaciones
Dolor abdominal
Estreñimiento y/o diarrea
Distensión abdominal o gases
Quemazón, picor o flujo vaginal
Falta de deseo sexual
Irregularidades menstruales o dolor menstrual
Tensión premenstrual
Ataques de ansiedad o llanto
Manos y pies fríos
Irritabilidad
Incapacidad para concentrarse
Cambios de humor frecuentes
Insomnio
Mareo o pérdida del equilibrio
Sensación de presión en los oídos
Picores o sarpullidos
Entumecimiento u hormigueo
Indigestión o acidez
Intolerancia a ciertos alimentos
Mucosidad en las heces
Picor anal
Boca o garganta seca
Ronchas o costras en la boca
Mal aliento
Persistente mal olor corporal que no desaparece al lavarse
Congestión nasal
Picor nasal
Dolor de garganta
Laringitis, afonía
Tos o bronquitis recurrente
Dolor o presión en el pecho
Ahogo o dificultad al respirar
Necesidad frecuente de orinar
Puntos en la visión
Picor o sensación de quemazón en los ojos u ojos llorosos
Frecuentes infecciones de oído o supuración de oídos.
Aunque se puede sufrir de una candidiasis vaginal, oral o de uñas únicamente, en mi experiencia clínica, el origen suele ser intestinal. Normalmente, si la persona mira atrás, puede recordar síntomas intestinales previos a la aparición de los hongos.
Aquí está la clave de esta enfermedad. Cuando una persona sufre de candidiasis intestinal la gama de sus síntomas será mayor y su salud se verá mucho más comprometida que una persona con candidiasis focalizada únicamente en la vagina. Esto es debido a que la mayor parte de la digestión y absorción ocurre en el intestino delgado. Aquí se producen enzimas