La magia de creer en ti. Karina Petrovich
y bienestar en general. He visto los resultados, sobre todo en el manejo de mis emociones y en la manera como resuelvo los problemas.
La meditación nos trae la calma al ayudarnos a comprender nuestros pensamientos, evaporando así parte de la paranoia y del ruido en nuestra cabeza.
Cuando ese desorden se vuelve más claro e identificamos realmente qué hay debajo, dejan de molestarnos tanto porque, aunque no desaparecen, esta herramienta nos permite ver que son manejables o que, eventualmente, se pueden resolver.
La idea básica de la meditación es simple. Cada vez que tu mente comience a jugarte en contra, siéntate en un lugar tranquilo, centra la atención en tu respiración y date un tiempo para estar ahí.
Observa tus pensamientos sin involucrarte con ellos ni juzgarlos, simplemente estando al tanto de cada nota mental a medida que surja. Así puedes ver cómo tus pensamientos y emociones tienden a moverse en patrones particulares. Con el tiempo, puedes llegar a ser más consciente de la tendencia que tienes a juzgar (o juzgarte) rápidamente como buena o mala y cómo eso te está limitando.
El punto es que cada vez que vuelves tu atención a la respiración, trabajas tu «músculo de atención», como me gusta llamarlo. Luego, con el tiempo, tu enfoque, concentración y capacidad de conocer lo que sientes y lo que te pasa mejorarán.
La meditación es estar presente con tu mente, dar un paso atrás, mirarlo y observarlo y darte cuenta de que no eres esos pensamientos, no eres esas percepciones, tú no eres las sensaciones o cualquier otra cosa fuera de ti.
ESCRIBE
«Si mantienes un diario o escribes como meditación, es lo mismo. Lo importante es que estás teniendo una relación con tu mente».
−Natalie Goldberg
Escribir es una práctica que te ayudará a conocerte mejor (además de permitirte alcanzar tus metas). Escribir con frecuencia sobre tu vida y tus experiencias te ayuda a despejar la cabeza, hacer conexiones importantes entre pensamientos, emociones y comportamientos, y poner en palabras conceptos o ideas abstractas.
Permitir que tu creatividad florezca y se expanda puede ser catártico y hacer una gran diferencia en tu bienestar diario.
En general, se ha encontrado que la escritura expresiva:
• Mejora tu estado de ánimo / salud emocional.
• Mejora tu sentido de bienestar.
• Reduce los síntomas de la depresión antes de un evento importante (como un examen).
• Mejora tu memoria de trabajo.
Escribir puede hacernos más conscientes y ayudarnos a detectar patrones poco saludables y limitantes en nuestra forma de pensar y de comportamiento; nos permite tomar más el control sobre nuestras vidas y poner en perspectiva las cosas. Además, puede ayudarnos a pasar de una mentalidad negativa a una más positiva, especialmente sobre nosotras mismas.
Recuerdo que desde que tenía 10 años todos los años compraba mi agenda. Todos, absolutamente todos los días escribía sobre mi día y sobre cómo me sentía (obviamente con colorcitos y stickers). Mi mamá aún tiene en un baúl todos mis diarios y agendas. La práctica de escribir la tuve por años hasta que tuve mi primer hijo. Allí paré, creo que por cansancio, pero lo retomé como una necesitada y una herramienta para ayudarme a encontrarme de nuevo en ese rol tan transformador y comprender la etapa en la que estaba.
UN MAPA PARA DESCUBRIRTE
Creé para ti un mapa de lo que considero son las cuatro áreas más importantes para comenzar ese viaje y proceso de autoconocimiento.
En cada área voy a regalarte algunas preguntas que te abrirán una puerta para tener una conversación real contigo. La invitación es a que las respondas honestamente. Lo ideal es que puedas escribir las respuestas en un papel o cuaderno, con calma sin distracciones, que respires hondo, despejes tu mente del ruido y te sumerjas en este viaje.
Por favor, ten siempre presente que en este camino no hay respuestas correctas o incorrectas, solo estás tú descubriendo el proceso de construir una relación más cercana y amorosa con la persona más importante en tu vida ¡Tú!
Figura 1. Mapa de autoconocimiento.
LO QUE ME GUSTA
¿QUÉ ES LO QUE TE GUSTA? ¿QUÉ TE DISGUSTA?
Estas son preguntas simples, pero que te darán una guía sobre quién eres. Por favor, no confundas lo que te gusta con lo que es popular, se honesta contigo y escribe con sinceridad, tómate el tiempo para definir qué te gusta y qué no, no lo expongas a votación entre tu familia y amigos. Tú decides.
Definir tus propios gustos y disgustos requiere de valor. Tal vez te parezca de mala educación decir que no a una invitación a una fiesta, pero si sigues diciendo sí o haciendo lo que no te gusta, descuidando lo que te produce alegría, estás abandonando parte de lo que eres, estás siguiendo el camino contrario a la felicidad.
Mantente fiel a tus gustos. ¡A nadie más tienen que gustarle sino a ti!
Preguntas poderosas para hacerte
• ¿Qué actividad en tu vida te ilumina de alegría?
• ¿Qué es algo que siempre te gusta hacer, incluso cuando estás cansada o apurada? ¿Por qué?
• Si una relación o trabajo te hace infeliz, ¿eliges quedarte o irte?
• ¿A qué le temes por dejar un mal trabajo o una mala relación?
• ¿Qué tan cómodo estás en tu propia piel?
• ¿Cómo te perciben otras personas?
• ¿Cómo te gustaría que los demás te percibieran?
• ¿Con qué persona no te gusta pasar tiempo?
• ¿Qué buscas en una amistad?
• ¿Qué buscas en una relación de pareja?
• ¿Qué te gusta realmente, tanto en un buen día, como en un mal día, ante un desafío o una gran recompensa?
LO QUE QUIERO
Tus sueños y esperanzas crean el camino hacia tu futuro, te ayudan a construir una vida de la que puedes sentirte orgullosa. Pero para poder construirla necesitas saber a dónde vas.
Tus sueños importan. Tus sueños son importantes. Vale la pena perseguirlos. No son menos importantes que los de nadie. Empieza a conocer bien tus sueños. Conócelos en detalle.
Si quieres convertirte en emprendedora, pregúntate: ¿Qué quiero vender? ¿Cómo quiero servir? ¿Qué necesito aprender? ¿Qué tan grande sería mi vida si lo intento? Y así sucesivamente hasta que sepas todo sobre tu sueño.
Haz eso que visualizaste parte de sus actividades diarias. Tómalas en serio, trabaja en ellas, cree y siéntete orgullosa de ellas en lugar de esconderlas o minimizarlas.
Al pensar en nuestros sueños y aspiraciones tenemos una fuerte tendencia a terminar diciendo cosas como:
«Quiero ayudar a otras personas».
«Quiero ser creativo».
«Quiero hacer algo que me importe».
Estas declaraciones pueden ser muy ciertas, el problema es que son muy vagas, no apuntan en ninguna dirección en particular, no invitan a la acción, ni hacen mucho para ayudarte a tomar una decisión.
Esta vaguedad es un signo de la dificultad que tenemos con respecto a conocernos, demostrando que en algún aspecto importante de la vida todavía no nos conocemos muy bien.
¿CÓMO MEJORAMOS EL AUTOCONOCIMIENTO