Kundalini yoga para embarazadas. Gurmukh
para estimular la energía curativa de tu cuerpo o charlar con alguien. Pero, en todos los casos, existe una forma de superar la incomodidad del embarazo y crecer y fluir en consecuencia.
La tradición yóguica afirma que tomar infusiones de raíz de jengibre en los primeros meses de embarazo ayuda a regular el flujo hormonal, refuerza el sistema nervioso y depura el hígado. Te aconsejo que hagas la infusión tú misma; con ingredientes frescos, es tan fácil como usar una bolsita ya preparada. Corta en láminas finas un dedo de raíz de jengibre (la encontrarás en muchas tiendas de frutas y verduras), añade una taza de agua y déjalo hervir cinco minutos. Endúlzalo con un poco de miel y, si quieres, añade un poco de leche (de soja o de vaca) o una rodaja de limón. ¡Bébetelo todo! Está delicioso.
Recuerda que, sientas lo que sientas, es temporal. Durante el primer trimestre puede parecer que vives encerrada bajo tierra, en tu pequeño mundo. Por lo general, al pasar del tercer al cuarto mes, el sol entrará en esa madriguera imaginaria y todo te parecerá más brillante. Saldrás de tu encierro y te dirás: «Pero si hay un mundo ahí fuera!».
Durante su primer embarazo, mi alumna Elizabeth llegó a una hermosa conclusión de la que todas deberíamos aprender. «Creo que el bebé nos elige, y que debemos honrar ese hecho. Ser madre y tener un marido que me respalda es un privilegio que debo valorar en su justa medida. Cuando recuerdo todo eso, me siento totalmente distinta. Cuando adopto otro punto de vista, me digo que no es justo que tenga que pasar por lo que paso. Entonces me siento cansada y me pongo de malhumor», me dijo. En efecto, la gratitud es de gran ayuda.
El mejor testimonio de esto me lo dio una majestuosa mujer de edad, editora de una revista, madre de dos hijos convertidos ya en hermosos hombres. Me dijo: «Todo lo relativo al embarazo me parecía muy entretenido como, por ejemplo, ver saltar mi estómago cuando el bebé movía un pie. Aprendí a amar y aceptar tanto las incomodidades como las alegrías, todo por igual, porque era consciente de que pasarían. Que un día, todo habría terminado. Que daría paso a algo distinto».
Ejercicio para el equilibrio mental
Este ejercicio carga de energía tu campo electromagnético y mejora el equilibrio de los dos hemisferios cerebrales, lo que mejora el estado de todo el cuerpo.
Siéntate en postura cómoda y estira los brazos por encima de la cabeza, con las palmas mirándose entre sí. Los dedos están juntos salvo el pulgar, que queda separado del resto. Pon los brazos y las palmas duros como si fueran de acero y procura llegar lo más arriba que puedas en todo momento.
Empieza a mover los brazos hacia los lados, como si estuvieses abanicando tu cabeza. Sepáralos de 15 a 23 centímetros y vuelve a la posición inicial. Cierra los ojos y orienta la mirada hacia el techo. Repite el movimiento con fuerza durante al menos tres minutos y ve aumentando progresivamente hasta llegar a siete.
Mareos matutinos
Es cierto que la comida puede ser un problema en estos momentos. Una bajada del nivel de glucosa en sangre provocada por el esfuerzo que el cuerpo hace para crear al bebé bastará para que te sientas fatigada, irritable y emotiva. Tu sentido del olfato será más delicado y es posible que no te apetezca nada ponerte a cocinar. Puede que solamente con oler el café, tengas que ir corriendo al baño.
La enfermera y comadrona Davi Kaur Khalsa, que imparte conmigo los cursos de educación para el parto en Golden Bridge, siempre recomienda a las mujeres en estado que coman algo cada dos horas, a poder ser proteínas y frutas y verdura pero si solo dispones de pasta, tómala y ¡procura no sacarla! Por ahora, come lo que puedas y no te dejes condicionar por una lista de cosas que «deberías»… Ya sabes, «debería hacer esto y aquello…», el bebé ya dispone de lo que necesita, es decir, de tu cuerpo, mamá. Tranquilízate. Ya te recuperarás.
Siempre que puedas consume productos orgánicos e integrales. A veces, este pequeño cambio en la dieta te lleva a notar una mejoría, porque comer algo cada dos horas mantiene estable el nivel de glucosa en sangre. Dile de mi parte a tu pareja lo siguiente: si tu compañera embarazada está de mal humor o se siente mal, no le digas que coma algo. Prepara algo apetitoso y ¡dáselo a probar!
Una amiga mía que procede de una familia numerosa italiana me dijo en una ocasión, bromeando, que «la familia que come unida permanece unida». En su caso los padres se juntaban con los hijos, los primos y los abuelos por lo menos una vez por semana y preparaban una comilona casera a la italiana. En la actualidad, los científicos opinan que, cuando nos sentamos a comer en compañía nos miramos a los ojos y que eso estimula la secreción de la oxitocina, que es la hormona del amor, la misma que se encarga de contraer el útero durante el parto y que hace sentir a la madre un gran amor por su hijo. Así que… ¡acerca unas sillas y siéntate a comer con tu pareja!
Asegúrate de no salir de casa sin llevar algo de picar saludable, evita los azúcares y las harinas blancas. Es preferible que tengas a mano un surtido variado porque nunca sabes qué te va a apetecer en cada momento. Ten a mano pasas, almendras, fruta, crackers (galletas) o incluso nueces de soja. ¡Comprueba que dispones de suficientes proteínas! Prepara un pequeño cesto o una bolsa de tela para guardar las cosas y pon cerca una botella de agua para que te mantengas bien hidratada.
Adiós a las náuseas
Camina media hora al día y, durante el paseo, ve apretando el pulgar contra el resto de dedos de acuerdo al siguiente orden: pulgar e índice, pulgar y corazón, y anular, y pulgar y meñique. Cada postura equivale a un mudra determinado que tiene efectos beneficiosos concretos.
El pulgar con el índice forma el gyan mudra que aporta conocimiento.
El pulgar con el corazón forma el shuni mudra que aporta sabiduría, inteligencia y paciencia.
El pulgar con el anular forma el surya mudra que aporta vitalidad.
El pulgar con el meñique forma el bhudi mudra que aporta la capacidad de comunicarse con acierto.
Canta mentalmente, o en voz alta pero en tono monocorde, las sílabas SA-TA-NA-MA y aplica un mudra para cada sílaba. Sigue así, empezando por el dedo índice y terminando con el meñique. Si notas mejoría, repítelo a diario.
Caminar equilibra el cerebro, el sistema hormonal, glandular y nervioso. Si puedes, sal a pasear con una amiga o con tu pareja. Se recomienda caminar hasta ocho kilómetros a paso uniforme y ritmo cómodo, pero haz lo que estimes adecuado. Si después de caminar te sientes agotada y necesitas dormir dos horas para recuperarte, es conveniente valorar si duermes y bebes lo suficiente. Si ese es el caso, pero te sigues sintiendo exhausta después de hacer ejercicio, es probable que te estés excediendo. ¡Baja el ritmo! Mide lo que haces y valora cómo te sientes, sobre todo si eres una persona perfeccionista.
La importancia de la respiración
La respiración es el beso de Dios
Yogui Bhajan
Tu hijo respirará y se moverá como tú lo hagas ahora. El alma que albergas en tu interior está comprobando a través de ti el ambiente de la tierra en la que luego vivirá. Lo que aprenda estando en el vientre será lo que viva siendo adulto. Piensa si no en lo que ocurre con los patitos: ¡caminan y hablan como sus madres!
En yoga, a la fuerza vital se la llama prana y se dice que se adquiere a través de la respiración. Los antiguos griegos eran conscientes de esto; de hecho, la palabra «espíritu» viene de una raíz griega