Trayectorias históricas de la enfermería. Deibys Carrasquilla Baza
mejorar la comunicación con los egresados.
El tercer capítulo, por su parte, describe la situación de la Facultad de Enfermería en Santa Marta. Desde la perspectiva de la historia oral y haciendo énfasis en las fuentes orales, intenta reconstruir el desarrollo histórico de la formación profesional en enfermería. El capítulo procura estar en sintonía con el contexto nacional y local, dar cuenta de la dinámica histórica de las dos últimas décadas, por lo que los hechos presentados se describen a partir de elementos cambiantes y, sobre todo, como parte de la ilusión que hace que el pasado se perciba como algo mejor que el presente.
La situación de Bucaramanga y Santa Marta presenta elementos similares. A pesar de ser Santa Marta la primera sede donde se ofreció la formación en enfermería, Bucaramanga reporta mayores cifras en relación con el ingreso de estudiantes y de egresados. En las dos sedes ha sido exitosa y constante la vinculación de egresados al sector salud, pero los dos reconocen su crecimiento, sobre todo el privado, pero también se identifica un desmejoramiento de las condiciones laborales de los profesionales de enfermería. En ambos casos, la Ley 100 es considerada como el factor determinante de los cambios en el sector salud y, por tanto, el que ha influido en la práctica profesional de enfermería.
Capítulo I
Apuntes y contextos de la trayectoria histórica enfermera
Deibys Carrasquilla Baza
Introducción
Este capítulo establece un marco general de la historia de la enfermería, presentando en primer lugar una serie de reflexiones que giran en torno a la forma en que ha sido tratado el tema. Luego, pretende ofrecer al lector un marco general de la historia de la enfermería, recurriendo a los trabajos que han constituido un aporte en la reconstrucción del pasado de la disciplina del cuidado. Al final se centra en la historia de la enfermería en Colombia, con el fin de realizar un repaso a los hitos y el desarrollo de la profesión en el país, al tiempo que traza un contexto para los capítulos siguientes.
¿Por qué estudiar la historia de la enfermería?
No cabe duda que la historia de la enfermería se ha constituido en uno de los campos del conocimiento enfermero, producto del ejercicio intelectual que, desde múltiples perspectivas e iniciativas, ha tratado de situar en el tiempo a la ciencia del cuidado con el fin de reconocer los desarrollos que se han realizado en su nombre y en hechos que se consideran afines. Este campo es heterogéneo, con algunas preguntas resueltas, otras sin responder o que no se han formulado aún, pero que definitivamente dan cuenta del interés inherente a la ciencia de cuestionar y responder.
En este sentido, estudiar la historia de la enfermería requiere despejar los elementos que constituyen las preguntas para dar aproximaciones a respuestas que intenten subsanar el amplio espectro de posibilidades que genera el cuestionamiento humano. De esta manera, uno de los puntos a revisar es si se puede considerar a la enfermería como una unidad coherente, de una sola forma y versión, o, por el contrario, se debe reconocer el carácter variable de su constitución en diferentes lugares y momentos. Asimismo, considerar, por ejemplo, si la versión que se presenta de la enfermería en los grandes libros de teoría coincide con la versión de la vida cotidiana de los hospitales, centros de salud o aulas de clase.
La historia de la enfermería es también un cuestionamiento de la mujer y de su papel en el mundo occidental. Considerar aquella expresión que dice que “la enfermería es el espejo con el que se mira la mujer en la sociedad” (Donahue, 1996) implica preguntarse también por la articulación entre el desarrollo histórico de la profesión y de los hechos sociales, reconociendo que el conocimiento científico no se desarrolla aislado de las condiciones sociales de existencia y que por lo tanto, está influenciado por los numerosos elementos que constituyen la vida humana y su contexto social, político, económico y cultural.
Asimismo, el estudio de la historia de la enfermería es asumir el punto de vista crítico, con el propósito de reconocer y juzgar cómo esas condiciones sociales de existencia han impactado en la profesión y la han involucrado en estigmas, estereotipos y jerarquías de género, culturales, sociales y epistémicas que recurrentemente constituyen estrategias sociales de poder para dar continuidad a modelos tradicionales.
De esta manera, la importancia de estudiar la historia de la enfermería está en reconstruir el desarrollo histórico de la profesión y reinterpretarlo continuamente, con el fin de reconocer la variedad de factores que han influido en su constitución actual, y así, establecer un balance en torno a continuidades y rupturas, fortalezas y debilidades, problemáticas, soluciones y otros elementos que permitan establecer los principales derroteros para encaminar las acciones dirigidas a los propósitos que se han planteado desde los criterios establecidos, en este caso, relacionados con el cuidado integral al ser humano, orientado desde una visión holística y a partir de conocimientos dados por la ciencia.
¿La disciplina del cuidado es apta para este tipo de estudios?
Se puede decir que la enfermería ha cultivado una actitud humana (Mínguez, 2000), la ha convertido en su objeto de estudio, la ha especializado y llevado por los caminos del arte y la ciencia (Agustín y Román, 2006; Pimiento, 2003), a tal punto que se ha considerado al cuidado como un asunto de estética, método y técnica. De igual forma, poco a poco ha creado un andamiaje teórico, con fundamento filosófico y epistemológico que la ha hecho capaz de emprender los debates y cuestionamientos del mundo actual (Hardin y Bishop, 2011; Raile, 2011), así como establecido las alianzas necesarias para avanzar en una perspectiva interdisciplinaria, de la mano de otras ciencias como la biología, ecología, sociología, historia y antropología (González, 2011).
De todos estos logros, el reconocimiento del desarrollo histórico de la disciplina ha sido uno de los avances, a tal punto que se ha consolidado como uno de sus campos de estudio. Sin embargo, es necesario resaltar que aún existen algunas falencias en el plano teórico y metodológico, así como la variedad de concepciones y manejos de la historia, muchas de las cuales se irán presentando a lo largo de este trabajo. Todo esto influye en la consideración de la aptitud de la enfermería para el abordaje de su dinámica histórica como disciplina, la cual, si bien presenta algunas falencias y dificultades, no implica una imposibilidad, sino una necesidad de reconocerlas, con el fin de avanzar en su fortalecimiento.
¿Cuál es el estado de desarrollo de la historia de la enfermería?
Definitivamente, la manera de dar una respuesta convincente a los interrogantes anteriores, así como otros no mencionados, es a través del establecimiento de un balance sobre el tema. Obviamente, el panorama mostrará un desarrollo heterogéneo con diferencias entre algunos trabajos y otros, según la propuesta y la delimitación y sus respectivos autores. Sin embargo, para esta revisión se establecerá una diferencia entre las obras clásicas y propuestas de largo aliento que poco a poco se han constituido en referencias fundamentales para la historia de la disciplina. En segundo lugar, se analizarán trabajos con coberturas espaciales específicas y al final, se centrará en el desarrollo que ha tenido en Colombia; todo esto con el propósito de establecer el contexto de casos concretos como son los de las ciudades de Bucaramanga y Santa Marta.
Historia de la enfermería o la enfermería en la historia
Concepciones de la historia
Una de las primeras aclaraciones que se deben presentar tiene con ver con el concepto de historia que se trabaja en este texto. Frecuentemente, en el mundo de las ciencias sociales, la disciplina y su objeto de estudio comparten el mismo nombre, situación que en ocasiones genera confusiones o el mal uso de los términos. En demografía, por ejemplo, una cosa es la población y otra su estudio, siendo la primera el objeto y la segunda la disciplina que desarrolla el conocimiento. Sin embargo, ante la expansión de la población, se utiliza el término de “explosión demográfica”, sin que en ningún momento se pretenda sugerir el estallido disciplinar. Lo mismo sucede con expresiones “giro antropológico”, “dimensión sociológica” referidos al hombre y a los aspectos sociales y no a las disciplinas a las que podrían estar aludiendo.
Situación similar sucede con la historia, por un lado, el término se usa para