Masculinidades, familias y comunidades afectivas. María del Rocío Enríquez Rosas

Masculinidades, familias y comunidades afectivas - María del Rocío Enríquez Rosas


Скачать книгу
tales como mantenerse encerradas en sus casas por voluntad. A través del análisis de los materiales recogidos en entrevistas a profundidad, la autora muestra cómo las narrativas advierten sobre procesos de distorsión que se viven en los grupos sociales contemporáneos y muestran retrocesos en la vida social. La autora discute analíticamente la esfera de lo público y de lo privado, así como del afuera y adentro y su relación con las dinámicas urbanas de las grandes ciudades. El temor aparece como una emoción central que lleva a las mujeres al autoencierro como una forma de protección que tiene también repercusiones como un mayor aislamiento social. La autora analiza el debilitamiento de los vínculos colectivos y la presencia de los medios electrónicos como un lazo con el exterior que ellas sostienen.

      REFERENCIAS

      Armon–Jones, C. (1986). The thesis of constructionism. En R. Harré (Ed.), The social construction of emotions (pp. 32–56). Oxford: Basil Blackwell.

      Coulter, J. (1989). Cognitive “penetrability” and the emotions. En D.D. Franks & E.D. McCarthy (Eds.), The sociology of emotions: Original essays and research papers (pp. 33–72). Londres: JAI Press.

      Döveling, K. (2009). Mediated parasocial emotions and community: How media may strengthen or weaken social communities. En D. Hopkins, J. Kleres, H. Flam & H. Kuzmics (Eds.), Theorizing emotions. Sociological exploration and applications (pp. 315–335). Fráncfort / Nueva York: Campus Verlag.

      Gordon, S. (1990). Social structural effects on emotions. En T. Kemper (Ed.), Research agenda in the sociology of emotions (pp. 149–154). Nueva York: State University of New York Press.

      Hochschild, A. (1990). Ideology and emotion management: A perspective and path for future research. En T. Kemper (Ed.), Research agenda in the sociology of emotions (pp. 117–148). Nueva York: State University of New York Press.

      Hochschild, A. (2007). The sociology of feeling and emotion. Sociological Inquiry, 45(2), 280–307.

      Kleres, J. (2009). Preface: Notes on the sociology of emotions in Europe. En D. Hopkins, J. Kleres, H. Flam & H. Kuzmics (Eds.), Theorizing Emotions. Sociological Exploration and Applications (pp. 7–27). Fráncfort / Nueva York: Campus Verlag.

      Kleres, J. (2010). Emotions and narrative analysis: a methodological approach. Journal of the Theory of Social Behavior, 41(2), 182–202.

      Lutz, C. (1986). The domain of emotion word on Ifaluk. En R. Harré (Ed.), The social construction of emotions (pp. 113–128). Oxford: Basil Blackwell.

      Perinbanayagam, R. (1989). Signifying emotions. En David Franks & Doyle McCarthy (Eds.), The sociology of emotions: Original essays and research papers (pp. 73–90). Londres: JAI Press.

      Rosenwein, B. (2006). Emotional communities in the early Middle Ages. Ithaca / London: Cornell University Press.

      Swanson, G. (1989). On the motives and motivation of selves. En D. Franks & D. McCarthy (Eds.), The sociology of emotions: Original essays and research papers (pp. 9–32). Londres: JAI Press.

      Turner, J. & Stets, J. (2005). The sociology of emotions. Nueva York: Cambridge University Press.

      Wood, L. (1986). Loneliness and social identity. En R. Harré (Ed.), The social construction of emotions (pp. 259–270). Oxford: Basil Blackwell.

      CAMILO ARTAZA VARELA

      Resumen: Las emociones son un campo de disputa para los hombres y permitir que se exprese una emoción que no sea la rabia constituye un signo de debilidad, siendo asumido como pérdida de valor de la imagen masculina. En tal escenario, emprendimos nuestro acercamiento a las vidas cotidianas de 10 hombres jóvenes, para conocer sus formas de afrontar las emociones, cómo son significadas y qué implican en relación con la imagen de hombre que presentan en lo social. La metodología empleada fue de carácter cualitativo y se utilizaron como métodos de producción de la información entrevistas focalizadas y registros etnográficos.

      Palabras clave: emoción, masculinidades hegemónicas, imagen de sí, seguridad de sí.

      Abstract: Emotions represent a disputed field for men, and allowing themselves to express an emotion other than rage constitutes a sign of weakness, a devaluation of the masculine image. Considering this scenario we approached the everyday lives of 10 young men in order to observe the ways they deal with emotions, how their emotions are signified and what this implies with respect to the masculine image that the subjects present in their social interactions. A qualitative methodology was used, with information produced from focus groups and ethnographic notes.

      Key words: emotion, hegemonic masculinities, self-image, self-confidence.

      Las emociones han sido, por mucho tiempo, un campo de disputa para los hombres, y permitir que una emoción se exprese, dejar que se desborde en un cuerpo masculino, constituye en lo social un signo de debilidad, siendo asumido como pérdida de valor de la imagen masculina de seguridad–fortaleza e invulnerabilidad. La consigna que emerge como condición estructurante es “ser un hombre seguro–poderoso”, que en épocas pasadas se condensaba en “ser macho” como valor de supremacía que constituía las bases de quienes éramos “como hombres”. Una excelente aproximación a las miradas y las trasformaciones sobre el ser macho y el machismo las podemos encontrar en textos de Carlos Monsiváis y Matthew Gutmann. Ambos coinciden que luego de la etapa de la industrialización, “el ser macho” —como término que elogia o avala una conducta— se va convirtiendo “en mala palabra, delatora de actitudes vandálicas y señal de anacronismo sin remedio” (Monsiváis, 2004, p.95). Asimismo, Gutmann (1998) señala: “se considera que estos términos son peyorativos y no se pueden tomar como modelos a seguir” (p.239).

      En este sentido, “el ser macho” requería de mantener una desconexión plena de las emociones con base en suprimir sentimientos y sensibilidades en lo público; “el ser seguro” implica tener la certeza de saber gestionar y canalizar las emociones, permitiéndonos ciertos márgenes de movilidad para transitar en lo público, pero de igual manera, las emociones se nos presentan como un territorio protegido para mantener indemne la imagen masculina.

      El cuerpo masculino en su condición material reproduce ciertos modelos y patrones de comportamiento, e inevitablemente es un cuerpo que no tiene cómo contrarrestar todo un capital simbólico que le antecede y se adhiere a él. La noción de un cuerpo inscrito social e históricamente es descrita cabalmente por el posestructuralismo y la teoría performativa, que conciben las emociones como experiencias corporales que no pueden ser separadas de los contextos socioculturales en los que nos encontramos. Además, es importante señalar que los procesos de construcción de la “imagen de sí” de hombres jóvenes están condicionados por elementos estructurales como la raza, el género, la clase y el territorio.

      La presente investigación es una aproximación a los mundos de hombres jóvenes heterosexuales de la ciudad de Caracas, Venezuela, quienes a través de relatos nos comparten sus vidas emocionales. Para ello nos adentramos en una dimensión interna, que corresponde a aquellos aspectos y espacios muchas veces ocultos que en el caso de estos hombres, es un territorio protegido por múltiples factores directamente relacionados con la construcción de las masculinidades. Podemos encontrar que en cada uno hay una imagen de sí que debe ser preservada bajo cualquier condición o circunstancia; una imagen de sí que debe mantenerse indemne e inalterable y en este principio de las masculinidades la presencia de las emociones opera y se significa como una amenaza, ya que ellas se desenvuelven en un orden impredecible y cuando hacen presencia, pujan o insisten por emerger, molestan e incomodan, poniendo en riesgo las imágenes que cada hombre desea preservar y presentar en su contexto particular y próximo.

      Para aproximarse a esta realidad se utilizaron técnicas de investigación cualitativa, observación participante y registro etnográfico en diversos sectores populares de la ciudad de Caracas (El Valle, San Agustín, Los Frailes de Catia). Fue un acompañamiento en momentos, prácticas y rituales cotidianos con los jóvenes como fiestas, “chalequeos”, reuniones espontáneas. Para este microestudio


Скачать книгу