Constelaciones familiares. Marcelo Luis Ducruet
de la Reforma, la vertical del espíritu europeo quedó cruzada por la horizontal de la conciencia moderna.12
Continúa el Dr. Weiss:
(…) existe un descreimiento generalizado sobre todo aquello que no puede verse o demostrarse por métodos científicos convencionales. Y eso está mal, es erróneo. Nos enseñaron que todo eso es supersticioso, o no científico, o inferior. Y no es así. Tenemos sentidos más allá de los cinco sentidos. Y uno de ellos es la intuición. No sólo en el arte, los grandes descubrimientos científicos también surgen intuitivamente, y no necesariamente desde de la lógica pura. El mismo Einstein lo decía. Tiene que haber un balance entre lo racional y lo intuitivo. (…) Además, para recuperar ese equilibrio, no podemos olvidar que el amor es el componente fundamental de la naturaleza, que conecta y une a todas las cosas y las personas. Y la energía del amor es, en potencia, más fuerte que cualquier bomba y más sutil que cualquier hierba. Lo que sucede es que aún no hemos aprendido a aprovechar esa energía tan básica y tan pura.
La Psicoconstelación justamente es una herramienta exitosa porque si bien adopta herramientas del pensamiento científico, también le da un papel primordial a la intuición, a ese conocimiento extraordinario que permite al paciente llegar a otros planos y realidades. La intuición no cuestiona las sensaciones o la existencia del alma, sencillamente lo da por hecho, porque está conectada con ese mundo sensible. No discute conceptos, sino que nos comunica con otras dimensiones del ser.
CANALIZAR ENERGÍA NO ESTÁ RELACIONADO CON SER MÉDIUM
Podría empezar por afirmar que todos poseemos la capacidad de canalizar, pero pocos son los que tienen el don de propiciar como médiums. Estamos frente a dos cuestiones de distinta naturaleza.
Los seres animados e inanimados se hallan unidos por canales o hilos invisibles que enlazan y conectan. Por ello, estamos vinculados desde lo profundo con la fuente de energía universal que mantiene cohesionado a todo lo existente.
En El Talmud se puede leer:
Cada brizna de pasto tiene su Ángel que se inclina y le susurra “crece, crece”.
Así que todos tenemos esta destreza y la capacidad de aumentar la frecuencia vibracional energética a través de determinadas técnicas como la meditación o el reiki, entre otras herramientas, la cuestión es permitirnos o abrir nuestra mente a esta nueva experiencia.
Muchas personas creen que no tienen esta habilidad, sin embargo, la poseen pero nunca la cultivaron o quizá lo hicieron y jamás lo notaron. Estamos entrenados para aceptar o percibir “la realidad” de una forma y no de otra, por lo cual, aquello que es diferente a lo establecido culturalmente, se niega.
Desde pequeños se nos enseñan las tablas de multiplicar, gramática, historia, geografía, pero jamás se dan clases de intuición, espiritualidad (no, religión) o realidades alternativas. Aquí comienza el error que da origen a la saga de equivocaciones.
Cuando logramos serenar el pensamiento a través de técnicas de respiración o de meditación es posible entrar en contacto con otros planos sutiles y darnos cuenta de que existe el poder de trascender la realidad concreta para poder vibrar en la energía de lo que ocurre en otros planos.
Lo mismo ocurre con el reiki, herramienta maravillosa de sanación, que desarrollaré en un capítulo posterior, y que permite la canalización, a través de nuestro cuerpo, de energía sutil, de la energía universal. Esta canalización produce magníficos resultados en el cuerpo, el alma y la mente.
Ahora bien, tal como lo mencioné, no debe confundirse, repito, con mediumnidad, pues este término fue definido por el padre de la Doctrina Espírita Alan Kardec quien denominaba “médiums solamente a las personas capaces de producir fenómenos ostensibles con sus facultades”.
La mediumnidad es una facultad bastante múltiple que presenta una infinita variedad de matices en sus medios y en sus efectos. Cualquiera que esté apto para recibir o transmitir las comunicaciones de los Espíritus es, por esto mismo, médium, sea cual fuere el modo empleado y el grado de desarrollo de la facultad, desde la simple influencia oculta hasta la producción de los fenómenos más insólitos. Sin embargo, en el uso común, esta palabra tiene una acepción más restringida y se dice generalmente de las personas dotadas de un poder medianero bastante grande, ya sea para producir efectos físicos o para transmitir el pensamiento de los Espíritus a través de la escritura o la palabra. 13
Así también definió en El libro de los espíritus que las cualidades espirituales eran fundamentales para la utilización positiva o negativa de la mediumnidad, considerando que la baja moral convierte a los médiums en presa fácil de los malos espíritus lo cual desvía la finalidad de un don otorgado por Dios.
A este respecto consideraba:
Los espíritus son atraídos en virtud de su simpatía por la naturaleza moral del ambiente en que se les evoca. Los espíritus superiores se complacen en las reuniones serias, en que predominan el amor al bien y el deseo sincero de instruirse y mejorar. Su presencia allí aleja a los espíritus inferiores, quienes por el contrario encuentran libre acceso y pueden obrar con plena libertad entre las personas frívolas o que son guiadas sólo por la curiosidad, y en cualquier parte donde se encuentren malos instintos. Lejos de obtener de ellos buenos consejos o informaciones útiles, sólo se deben esperar de su parte futilezas, embustes, bromas de mal gusto o supercherías, y a menudo toman nombres venerables para inducir mejor a error.14
Definió, además, diferentes tipos de médiums como por ejemplo los de efectos físicos, de efectos espirituales, psicógrafos o escribientes, auditivos u oyentes, parlantes o psicofónicos, videntes, sonámbulos o sonambúlicos, sensitivos o médiums curadores.
Por lo expuesto, concluyo que ser canal y ser médium son cuestiones de diferente orden, que si bien parecen conectarse, sin embargo las separa un abismo.
En los trabajos psicoconstelativos, todos nos convertimos en canales porque recibimos y enviamos información, y si bien nos remiten al conocimiento, a ese “más allá”, nunca perdemos la consciencia, ni la energía que ingresa obstruye o desplaza la propia energía, mientras que un médium es una persona con un don especial que cuando entra en contacto con un espíritu, ese espíritu colma todo su ser, invade, lo ocupa y este médium solo se convierte en un instrumento, en la voz y cuerpo del espíritu que ha ingresado en él.
LA PSICOCONSTELACIÓN COMO HERRAMIENTA DE SANACIÓN A DISTANCIA
Distancia que trasciende al individuo y abarca a la familia completa
Es un hecho comprobado el efecto sanador de las Psicoconstelaciones no solamente en las personas que concurren al taller sino en su sistema familiar. Asimismo, este modelo es un patrón de trabajo en el campo de la Psicoterapia Familiar Sistémica.
La persona funciona como un agente de cambio activo en su sistema porque produce, a partir de la modificación en la comunicación, efectos que alcanzan a todos los miembros.
En la Psicoconstelación, al tratarse de una herramienta transgenealógica, el resultado es profundo y evidente, dado que por definición toma no solamente a las personas que conforman la familia actual sino que alcanza a las generaciones anteriores, lo cual implica también una trascendencia más allá de la vida y de la muerte.
La frase TODOS TIENEN UN LUGAR EN LAS PSICOCONSTELACIONES toma en cuenta lo expresado anteriormente.
Todos compartimos en lo profundo de nuestros entramados familiares historias de exclusión, de personas a quienes, por distintas razones, se les negó la pertenencia al sistema.
Las