Resistencias noviolentas en América Latina. Esperanza Hernández Delgado
Ramírez-Orozco valora el apoyo que recibió del Centro Brasileiro de Análise e Planejamento (CEBRAP). En especial agradece al doctor Geraldo Augusto Pinto del Programa de Pós-Graduação em Tecnologia e Sociedade de la Universidad Tecnológica Federal do Paraná, por facilitarle los contactos que le permitieron acercarse a quienes practican formas de resistencia noviolenta en Brasil –incluso sin tener plena conciencia de ello–, como una manera de dar dignidad y sentido histórico a sus vidas.
Con relación a la experiencia colombiana con campesinos del Carare, Esperanza Hernández Delgado y Claudia Patricia Roa Mendoza agradecen a la Universidad de La Salle por apostarle a una academia que piense, sienta y actúe en pro de la construcción y educación para la paz. De igual manera a la VRIT, a la Facultad de Ciencias de la Educación, a la Facultad de Ciencias Económicas, al Doctorado en Educación y Sociedad y al Programa de Trabajo Social, por apoyar esta investigación. Agradecen especialmente a la junta directiva, líderes, lideresas e integrantes de la Asociación de Trabajadores Campesinos del Carare (ATCC) por acogerlas en su territorio y compartir sus conocimientos y vivencias sobre su resistencia noviolenta. Ellas y ellos, con su visión y prácticas, han demostrado que la resistencia civil es una apuesta para construir paz desde las comunidades. Para ambas investigadoras fue un orgullo visitar una experiencia ganadora del Nobel Alternativo de la Paz, como la ATCC.
Por la experiencia de Samaniego, igualmente en Colombia, Cécile Mouly, María Belén Garrido y Annette Idler agradecen el financiamiento de FLACSO Ecuador, el apoyo de la Pastoral Social para la realización del trabajo de campo y los valiosos aportes de todas las personas que aceptaron contribuir en esta investigación. De manera especial, reconocen los esfuerzos de quienes luchan día a día por construir la paz en Samaniego.
Por la experiencia de Las Mercedes, también en Colombia, Cécile Mouly y María Belén Garrido agradecen el apoyo financiero de FLACSO Ecuador, así como la ayuda de la Misión de Apoyo al Proceso de Paz de la Organización de los Estados Americanos (MAPP-OEA) y de Naciones Unidas para la realización del trabajo de campo. También reconocen a las personas que han compartido su lucha por construir un territorio de paz a pesar de los considerables riesgos.
Esperanza Hernández Delgado y Cécile Mouly
Desobedecer las verdades establecidas, desafiar a los poderosos, rebelarse frente a las injusticias, resistirse a la dominación, protestarlas arbitrariedades, explorar más allá de los límites fijados, transgredir el orden social y muchas más acciones similares no solo han sido parte importante de nuestra historia, sino todo un arte, sin el cual resulta difícil imaginar el progreso humano.
Ekkehart Krippendorff
L’arte di non essere governati. Politica etica da Socrate a Mozart
La resistencia civil es un concepto relevante para diversas disciplinas académicas1 y una práctica social recurrente a lo largo de la historia (Randle 1998; Powers y Vogele 1997; López 2001, 2016; Hernández 2017, 2004;Schock 2008; King 2007; Stephan y Chenoweth 2008; Dudouet 2012; Castañar 2013). Este libro se centra en esta modalidad de resistencia y, de manera específica, en experiencias que hacen uso de la misma en México, Brasil y Colombia. Es producto de un ejercicio de investigación para la paz que tenía el propósito de analizar estos casos desde la teoría de la resistencia civil. En este sentido representa una iniciativa pionera, dadoque generalmente estos casos de resistencia civil han sido abordados desde teorías económicas o de los movimientos sociales,2y esencialmente como experiencias nacionales.
Los procesos de resistencia civil estudiados comparten rasgos comunes y diferencias. En cuanto a las sintonías, todas materializaron sus luchas y oposiciones sin uso de la violencia. Fueron generadas y dinamizadas por sectores excluidos, invisibilizados, despojados o victimizados. En su ejercicio comprometieron significativos esfuerzos y niveles de organización y disciplina. Independientemente de sus condiciones, todas las experiencias alcanzaron algún logro en contextos latinoamericanos de alta conflictividad.
La resistencia siempre va más allá del marco político legal institucional o del orden impuesto, pues altera el orden público y amenaza el estatus quo (Bond 1994, 62). Cuando los grupos impugnados por los sectores resistentes rechazan cualquier alteración del estatus quo, se inicia una confrontación. En medio de este contexto, la resistencia civil puede abrir caminos para la negociación y llegar a acuerdos (Wanis-St. John y Rosen 2017; Powers y Vogele 1997). Con mayores o menores desarrollos, alcances y posibilidades, todas las experiencias aquí recogidas aportan conocimiento sobre la praxis de la resistencia civil.
En cuanto a los rasgos que diferencian los casos de resistencia civil estudiados en este libro, uno de ellos es la multiplicidad de actores que generan y dinamizan estas resistencias, como pueblos indígenas, campesinos y algunos asentamientos humanos que integran a todos estos sectores en escenarios urbanos, semirurales o de frontera. Otro consiste en los actores, también plurales, a los que se dirigen estas campañas de resistencia noviolenta: el Estado, las empresas privadas, grupos armados en contextos de conflicto armado interno, dictaduras y golpes políticos institucionales. Se agrega el factor de la organización y planeación, dado que algunos de los sectores involucrados en estas campañas se han preparado para esta resistencia y otros no han podido hacerlo. También se deben tomar en cuenta las condiciones que han favorecido el ejercicio de resistencia noviolenta. Unas experiencias han contado con condiciones más favorables para alcanzar mayores logros que otras. Finalmente, es importante considerar los métodos utilizados. Unas han aplicado métodos de resistencia civil combinados con otros de resolución y transformación pacífica de conflictos; y otras han acudido solo a algunos métodos propios de esta forma de resistencia.
Aprendizajes sobre la resistencia civil
Esta modalidad de resistencia ha dejado diversos aprendizajes. Dentro de ellos, la estrecha relación entre el concepto de resistencia civil y su práctica ha permitido un análisis aplicado de la misma. La resistencia noviolenta ha representado un mecanismo de lucha y de cambio al que han acudido, a lo largo del devenir de la humanidad, sectores identificados como mayorías despojadas de sus derechos, minorías reprimidas (Dudouet 2012), o los sin poder (Havel 1985). Este aspecto y sus alcances frente a diversos tipos de violencia han despertado el interés de la academia, la investigación para la paz y diversos sectores sociales en la resistencia civil.
Los aportes de los Estudios de Paz y los hallazgos de investigaciones para la paz han permitido contar con elementos teóricos y prácticos relevantes sobre diversos aspectos de la misma, por ejemplo, en lo relacionado con los significados, la historia, las modalidades y los métodos de la resistencia civil (Sharp 1973; Pontara 1983, 1996; Randle 1998; Dudouet 2012; Castañar 2013; Hernández 2014, 2017; López 2016). Como ya se mencionó, también se han documentado algunas experiencias, con mayor énfasis a partir de la década del 90 (Sharp 1973; Sémelin 1993; Havel, Keane y Lukes 1985; Hernández y Salazar 1999; Hernández 2004; Schock 2008; Chenoweth y Stephan 2011; Mouly y Garrido 2018; Hallward, Masullo y Mouly 2017). A su vez, algunos estudios registraron semejanzas y diferencias entre algunas de ellas, y se analizaron casos exitosos y frustrados de la misma (Sharp 1979; Carter, Clark y Randle 2006, 3; Schock 2008; Nepstad 2011).
Gracias a los estudios sobre la resistencia noviolenta se han identificado diversos ámbitos en los que esta ha actuado: luchas de liberación colonial, oposición contra regímenes autoritarios o totalitarios, campañas por el reconocimiento de derechos y libertades ciudadanas, incluyendo luchas antiglobalización, identitarias y ecologistas (López 2016), contra la corrupción (Beyerle 2014) o la oposición a actores armados (Hernández y Salazar 1999; Hernández 2004; Kaplan 2013; Hallward, Masullo y Mouly 2017). Algunos estudios evidencian que, aunque las acciones violentas suelen ser más visibles, muchas veces se han combinado con periodos de resistencia pacífica (López 2016). De igual manera, existen casos en los que la lucha solo ha sido noviolenta. Durante el siglo XX, las campañas de resistencia noviolenta fueron más frecuentes de lo que pueda imaginarse (Schell y Campos 2005) y su éxito mayor que las luchas armadas (Chenoweth y Stephan 2011). Lo anterior no significa que la resistencia noviolenta siempre sea efectiva o que alcance la totalidad de los