La Paz Interior es posible. Javier Robas Pérez

La Paz Interior es posible - Javier Robas Pérez


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doy cursos de diferentes estilos de Reiki, meditación y esencias florales.

      No me voy a extender mucho más sobre mí; lo que te voy a contar ahora es por qué estoy en posición de decirte que este libro y las técnicas que incluye, si las pones en práctica, pueden llevarte a aumentar de forma progresiva y notoria tu Paz Interior.

      Lo que te voy a explicar es algo personal y no lo voy contando mucho por ahí; yo siempre prefiero hablar de que puedo hacer por ti que hablar sobre mí. No obstante, creo que es muy importante hacerlo ahora para que sepas y te convenzas de que la Paz Interior es posible.

      Hasta al año 2008 estuve trabajando en el mundo de la empresa en varios sectores, pero donde estuve más tiempo fue en el mundo editorial y en el de la intermediación inmobiliaria y financiera. En líneas generales el trabajo estaba bien, ya que yo me tomaba el servicio al cliente muy en serio e intentaba dar lo mejor de mí mismo; puedo decir que lo que hacía me gustaba y que me ganaba muy bien la vida. Pero la verdad es que tenía mucho estrés y no me sentía realizado.

      El estrés y la insatisfacción eran cada vez más grandes, pero yo estaba encarcelado por mis pensamientos y mi mente y seguía adelante sin plantearme que otro mundo fuera posible para mí.

      Durante los últimos años de esa etapa empecé a buscar herramientas que pudieran mejorar mi vida: meditación, yoga y Reiki, pero las ponía muy poco en práctica y pensaba que por hacer una postura un día sí y tres no la vida me iba a cambiar.

      La vida me daba cada vez más señales de que tenía que dar un cambio, pero no las escuché. Y como el Universo primero te susurra, luego te habla y por último de «grita», yo pasé a la última fase.

      El grito que el Universo me dio fue en forma de un problema importante de salud que me obligó a coger una baja que me hacía imposible seguir realizando el trabajo que hacía. ¡Que drama! Para mí era más dramático coger la baja que el problema de salud; fíjate como de metido estaba en una ola de la que era incapaz de salir por mi propio pie.

      A partir de ahí pasé seis meses a los que yo llamo de «luto»; fueron realmente duros, mi salud no mejoraba, no podía trabajar, mi calidad de vida se vio drásticamente afectada en todos los sentidos. No entendía nada; me preguntaba: ¿Qué he hecho yo para merecer esto? ¿Por qué a mí y ahora?

      Como tenía tiempo retomé la meditación y el Reiki. Leí todo lo que pude sobre relajación, sanación y Paz Interior. Empecé a abrir la mente a que quizás aquello era una señal clara de que mi anterior etapa había finalizado (aunque yo me resistía).

      Como vi que mis «problemas» –que ahora veo como retos– no mejoraban, pensé: «solo me queda una: o me hundo por completo o intento ser lo más feliz posible en la situación que me está tocando vivir».

      No sé si fue fuerza interna, ayuda de Dios, del Universo o el poder de mi esencia que quería encaminarse a su propósito. Solo sé que, de forma paulatina, con aceptación y práctica diaria, me iba sintiendo mejor.

      Un año después estaba en casa de mis padres, mi salud no mejoraba –y por tanto mi economía tampoco–, pero cada vez me sentía con más energía y determinación para ser feliz independientemente de lo que ocurriera en el exterior.

      Esa determinación me hizo coger impulso y, a pesar de las dudas y los miedos, alquilé una habitación en un piso en Castelldefels; casi por arte de magia y sin quererlo fui a parar a una casa donde practicaban yoga, meditación y eran vegetarianos.

      Mi salud empezó a mejorar y comencé a impartir terapias Reiki de manera semi-profesional. Pero todo iba muy lento, mi economía no arrancaba, tenía mucha incertidumbre.

      Yo seguía practicando muchas de las técnicas que voy a compartir contigo en este libro todos los días. Y hubo un día donde entendí de manera clara e inequívoca qué es la Paz Interior.

      Volvía un día de hacer una terapia y llegué a casa contento y tranquilo. Uno de mis compañeros de piso, que conocía mi situación, me dijo:

      –Javier, es increíble, qué feliz te veo, no sabes si mañana vas a tener para comer y estás súper tranquilo.

      Me salió una contestación natural y le dije:

      –¡Sí, es cierto, pero estoy contento porque hoy sí que puedo cenar; si mañana no puedo comer, Dios dirá!

      ¡Benditas las palabras de mi compañero de piso! Siguieron retumbando en mi mente durante horas. Analicé la situación que estaba viviendo, y sí, era cierto: no tenía la mejor salud, no tenía unos ingresos fijos mínimos, no tenía una media naranja al lado. Sí, salud, dinero y amor es lo que nos han «vendido» como imprescindible para ser felices. Es verdad que carecía de todo ello, pero por un momento cerré los ojos, respiré profundamente y dentro de mí emergieron una paz y una relajación que no tenían nada que ver con algo externo. De forma natural, y de corazón, susurré:

      «Independientemente de todo me siento bien».

      En ese momento entendí lo que un día leí de Osho sobre «la alegría del Ser»: es un estado de paz y felicidad que no tiene nada que ver con lo externo, un estado que nada ni nadie te puede arrebatar si haces lo que hay que hacer para mantenerlo. En ese momento sentí lo que ya desde hacía algunos meses me venía sucediendo: que la Paz Interior es posible independientemente de lo que pase en el exterior.

      ¿Has visto la flor de loto? Es una de las maravillas de la naturaleza, una bellísima flor que emerge en aguas turbias y estancadas. Pues nosotros, los humanos, también tenemos esa virtud: podemos emerger con una gran belleza aun cuando el entorno no nos sea propicio.

      Imagen 1. La belleza de la flor de loto.

      Espero que mi historia te haya inspirado y también que te sirva para leer el libro hasta el final, pero, sobre todo, para poner en práctica las técnicas que voy a compartir contigo. Lo único que pretendo es que te des la oportunidad de seguir este método para que lo compruebes por ti mismo.

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      Las tres claves para conseguir Paz Interior

      Nada en la vida ocurre por arte de magia –aunque a veces lo parezca–; ocurre porque se han puesto una serie de medios para llegar a un sitio o alcanzar el objetivo. Para conseguir Paz Interior yo he comprobado que hay tres claves principales; luego veremos que hay más cosas importantes, pero todas nacen a partir de estas tres:

      1 Primera clave: las herramientas. Muchas personas están totalmente perdidas, no saben qué hacer, por dónde empezar; escuchan que hay muchas cosas, pero no acaban de tener referencias claras. Pues bien, sí, es totalmente necesario tener unas herramientas válidas, sencillas y efectivas.

      2 Segunda clave: la práctica. Una vez se tienen herramientas contrastadas, hay que escoger dos o tres de ellas y ponerlas en práctica cada día, sí, cada día. Te digo esto porque yo, igual que otra mucha gente, pensaba que utilizándolas solo cuando estaba muy mal o una vez a la semana, ya todo cambiaría. Pero déjame decirte que no es así, que utilizándolas un poco solo de vez en cuando puedes sentirte algo mejor, pero la Paz Interior que tú quieres se dará solo si eres constante. Si tienes una magnífica medicina y la tomas muy de vez en cuando o casi nunca, no te servirá para casi nada. Lo mismo pasa si no utilizas las herramientas para conseguir la Paz Interior a menudo. A nadie se le escapa que es necesaria una higiene de cuerpo a diario. ¿Y nuestra mente? ¿Y nuestro cuerpo energético? ¿Qué pasa? Pues que necesita los mismos o más cuidados: si quieres sentirte limpio, no solo por fuera sino por dentro también, tienes que hacer cada día por cuidar tu mente y tu cuerpo energético. Para cumplir esta segunda clave vas a necesitar muchas ganas de mejorar, determinación y también disciplina. Pero no te preocupes que vamos a sentar las bases para que todo eso se pueda dar.

      3 Tercera clave: el


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