Viaja conmigo a Ítaca. Julio Marco Barroso

      Viaje a Ítaca, Kavafis

      Cuando emprendas tu viaje a Ítaca

      pide que el camino sea largo,

      lleno de aventuras, lleno de experiencias.

      No temas a los lestrigones ni a los cíclopes

      ni al colérico Poseidón,

      seres tales jamás hallarás en tu camino,

      si tu pensar es elevado, si selecta

      es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.

      Ni a los lestrigones ni a los cíclopes

      ni al salvaje Poseidón encontrarás,

      si no los llevas dentro de tu alma,

      si no los yergue tu alma ante ti.

      Pide que el camino sea largo.

      Que muchas sean las mañanas de verano

      en que llegues −¡con qué placer y alegría!−

      a puertos nunca vistos antes.

      Detente en los emporios de Fenicia

      y hazte con hermosas mercancías,

      nácar y coral, ámbar y ébano

      y toda suerte de perfumes sensuales,

      cuantos más abundantes perfumes sensuales

      puedas.

      Ve a muchas ciudades egipcias

      a aprender, a aprender de sus sabios.

      Ten siempre a Ítaca en tu mente.

      Llegar allí es tu destino.

      Mas no apresures nunca el viaje.

      Mejor que dure muchos años

      y atracar, viejo ya, en la isla,

      enriquecido de cuanto ganaste en el camino

      sin aguantar a que Ítaca te enriquezca.

      Ítaca te brindó tan hermoso viaje.

      Sin ella no habrías emprendido el camino.

      Pero no tiene ya nada que darte.

      Aunque la halles pobre, Ítaca no te ha engañado.

      Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,

      entenderás ya qué significan las Ítacas.

      Antología poética, C. P. Kavafis

      Prologo

      Hace años leí por primera vez el poema de Cavafis publicado en 1911 y que hace referencia al regreso de Ulises a Ítaca. Ulises combatió durante diez años en Troya y su participación fue clave en el triunfo de los aqueos. Fue a Ulises a quien se le ocurrió construir el caballo de madera que permitió a un grupo de guerreros griegos traspasar las murallas de la imponente Troya. La Odisea, continuación de La Ilíada, escrita en el siglo IX antes de Cristo, nos habla de las peripecias que tuvieron que afrontar el héroe y su tripulación para regresar a su anhelada patria, el reino de Ítaca.

      El poema de Cavafis que verán los lectores reflejado en esta magnífica obra, es una llamada a todo ser humano independientemente de su origen, cultura y situación, para que se reencuentre con la grandeza de la Vida. Este sí que es un viaje con alma, un viaje con verdadero sentido.

      Julio Marco, desde de su dilatada experiencia como coach y su pasión por los demás, ha escrito un libro en el que se muestran con claridad aquellos elementos que toda persona ha de tener presentes en un viaje con un carácter tan transformador.

      Nuestra sociedad, tan avanzada tecnológicamente, me da a veces da la sensación de que se ha vuelto un poco superficial y por eso tal vez precise recobrar su gusto por lo profundo. Por todo ello, Viaja conmigo a Ítaca podría perfectamente titularse «Déjame que te acompañe al centro de tu vida».

      Julio ha escrito un texto lleno de magníficas referencias para orientar al «navegante» en un mundo tan desconocido como es la propia interioridad. «La vida es una aventura o no es nada», decía la gran Hellen Keller, ciega, muda y sorda desde los dieciséis meses de edad. Viaja conmigo a Ítaca es una llamada a explorar con valentía y sensatez ese mundo de oportunidades que está más allá de nuestra zona de confort. Nunca ha sido fácil salir de esa zona, porque en ese sueño que nos tiene atrapados, todo lo que está fuera de ella, por el solo hecho de ser desconocido, nos parece peligroso.

      A través de las páginas de este libro, el lector, la lectora, descubrirán valiosas reflexiones que invitan a replantearse la relación que los seres humanos tenemos con las dificultades, los obstáculos y los fracasos. Nuestra sociedad, desde la época de Descartes en el siglo XVII con su famoso «cogito ergo sum» (pienso luego existo), ha considerado que el intelecto nos iba a proporcionar todas las respuestas que necesitábamos para hacer frente con éxito a los retos que pudiéramos encontrar en el camino. Nada más lejos de la realidad, porque lo que dirige primordialmente nuestra conducta no es lo intelectual, sino lo emocional. En Viaja conmigo a Ítaca esto queda muy patente y por eso, en los distintos capítulos y como si de un puzle se tratara, se van conectando de una forma muy armónica tanto la dimensión cognitiva como la dimensión afectiva de la persona. Nunca se ha tratado de elegir entre «lo uno o lo otro», sino de integrar ambas dimensiones.

      Los libros como este son siempre muy bien recibidos en una sociedad que va poco a poco despertando a la necesidad de hacer más trabajo interior; un trabajo enfocado, no a ser más, sino a descubrir quién se es en realidad.

      Dr. Mario Alonso Puig

      Madrid, diciembre 2016

      Acerca de este libro

      ¿Crees que en la universidad te prepararon para la vida y para conseguir tu éxito profesional? ¿Tienes actualmente las herramientas que necesitas para ello? ¿Te gustaría mejorar tu calidad de vida y tu trabajo? ¿Has pensado en quién te deberías convertir para conseguir lo que deseas? ¿Por qué tendrías que conformarte solo con soñarlo?

      Hace ya muchos años, cuando era director de Porsche y mientras estaba estudiando un MBA, estaba muy de moda el libro Lo que no enseñan en la Harvard