Las Comunicaciones de Josef: REVELACION. Quién es usted y Por qué está aquÃ. Michael G. Reccia
esa luz hacia afuera.
Cuando llegué al reino espiritual y a medida que fui subiendo la escala, se me fueron revelando muchas cosas. Al mirar los archivos del pasar del tiempo de la Tierra descubrí muchas cosas sobre sus orígenes. Hablé con ángeles sobre el lado espiritual de la vida. Hablé con hombres y mujeres verdaderamente sabios a quienes no tuve que buscar porque en el minuto que me hice las preguntas inmediatamente se presentaron ante mí. Se me mostraron los orígenes de la creación, las razones de por qué la Tierra está ahí, la naturaleza del hombre y el alma.
Todas estas preguntas no pueden ser respondidas en un libro. Puede ser que no les guste ciertas respuestas pero todo lo que les puedo decir, con mi mano sobre el centro de mi corazón espiritual, es que he buscado, ensayado, experimentado y creído cada palabra que les digo y no soy un agente de la oscuridad. Trabajo para la Luz y es mi intención darles algunas indicaciones sobre sus habilidades como hijos de Dios. Les pido que prueben y experimenten por sí mismos todo lo que les he dicho.
Habrán otros libros que seguirán, hay otros asuntos más complejos de los que yo y otros a mi lado, queremos hablarles. Espero que disfruten éste, lean los otros y den apoyo a esta serie de libros. Acuérdense que al comprar un libro como éste, están solamente separándose de la ilusión y se les está dando la sabiduría que los cambiará y cambiará su punto de vista para siempre. Yo sé que cada uno de ustedes que compre este libro será recompensado. Si lo encuentran interesante, pasen la información a otra alma. Dénle el libro, hagan que se pongan en contacto con los editores y pasen la voz.
Que Dios los bendiga y los cuide siempre.
Josef
Capítulo 1
Los Comienzos
Observaciones de Michael: Mi recuerdo de esta comunicación privada entre Josef, yo y David es de una sesión clarividente de una tarde que fue muy difícil en términos de mantener el contacto con el comunicador. Josef no había hablado nunca antes a través mío y hubieron muchas pausas en el diálogo, gemidos, gruñidos, suspiros (que gracias a Dios fueron eliminados de la transcripción) mientras luchaba para alinear mi ritmo vibratorio con el de este nuevo comunicador, El Hombre de Rojo, como lo llamábamos en esos años, dado al hecho que se presentaba vestido de color rojo vivo o con una capa de luz espiritual color rojo. Yo estaba tremendamente cansado y desorientado tras la sesión inicial, que tuvo lugar en el ático de David con las luces apagadas y con David instigando y monitoreando la grabación de la sesión. Las comunicaciones subsiguientes fueron mucho más fáciles, haciéndose más evidente su personalidad y gestos durante los períodos en los cuales me usaba como instrumento. Tiene una personalidad energética y demostrativa y algunas veces golpearía la mesa con su puño no porque estuviera enojado sino porque quería enfatizar algún punto o gesticulaba alborotado mientras trataba de explicarnos algunos conceptos.
Cuando David y yo nos sentamos para tener esta comunicación inicial no teníamos idea que la información de ésta y otras reuniones posteriores, terminarían formando un libro. Sí sabíamos en esta etapa que el conocimiento y las clases que ofrecía no eran sólo para nosotros y que era esencial que ellas fueran puestas a disposición de una mayor audiencia. Tampoco sabíamos que se nos uniría a nuestro grupo terrestre, un tercer miembro, mi compañera Jane y que nos sentaríamos en un trío para traer las comunicaciones posteriores de Josef y mucha información espiritual de otros guías. Cualquiera repetición por parte de Josef aunque sea mínima respecto a los temas que quiere tocar aquí es debido a lo nuevo de la conexión en ese momento. Las siguientes conversaciones fluirán más suavemente como descubrirán a lo largo de la lectura de este libro, con la comunicación siendo sostenida por tiempos mayores y Josef y yo acostumbrándonos a trabajar el uno con el otro.
Josef: Les quiero hablar de enero, del principio de las cosas y así traigo a sus mentes un concepto con el cual ustedes están familiarizados, el principio de cada año, porque quiero hablar sobre el principio, el principio de la comunicación entre nuestro nivel de existencia -un nivel que ustedes no conocen aún- y el suyo. Con esto quiero decir que hasta hoy este instrumento (Michael), nunca había estado en contacto con el grupo de almas que hoy día está tratando de comunicarse con ustedes.
Yo soy su portavoz, si así lo desean. Es un buen término como cualquier otro, a pesar de que aquí no hay diferencias o jerarquía entre nosotros. La vibración roja que traigo conmigo no es mi matiz natural, es un rayo de energía que es necesario para atravesar la densidad de pensamiento que rodea el plano terrestre, especialmente en estos momentos.
La vibración roja es energía para contrarrestar la energía del plano terrestre. Este instrumento (Michael) sabe que la vibración roja se usa en la curación espiritual para estimular el cuerpo físico y el sistema nervioso de alguien que está agotado. Sin embargo, al comunicarnos con ustedes nosotros necesitamos construir una muralla -si así se puede decir- usando la vibración roja para bloquear al éter del verdadero rayo de luz que les estamos trayendo y a través del cual nos podemos comunicar con ustedes. Si pudieran ver este rayo rojo desde donde yo estoy, lo verían como un túnel, a pesar de que un túnel quizás sea una mala analogía, porque no tiene un ancho dimensional, pero tenemos que tratar de darles a entender ideas usando los términos con los cuales ustedes están familiarizados. El espacio que nos separa de ustedes, no es más ancho que una molécula pero debemos penetrar su oscuro nivel de conciencia para poder hablarles.
¿De qué deberíamos hablar? Hoy día queremos hablarles sobre los comienzos y de aquella semilla que está dentro del alma humana, porque el alma no es una semilla, es una cubierta, un vehículo para la semilla y no la semilla en sí misma. La semilla está separada y nace por voluntad propia. Aquí hay una paradoja porque esa voluntad no la tiene sino hasta que se separa. Así es que les pedimos considerar que Dios desea la separación porque ésta le permite crecer. La voluntad viene de Dios pero en ese momento, la semilla se da cuenta de su propio propósito. En otras palabras, Dios en un principio piensa en separación y en ese punto se produce la separación. Nuevamente, la paradoja es que la separación es un concepto de Dios y por lo tanto una parte de Dios, así es que la separación, en términos de comprensión para ustedes, nunca existe.
Entonces por una parte cada semilla está separada pero también contenida dentro del todo que es Dios. Dios permite que la semilla experimente el crecimiento a través de la ilusión de individualidad. Se reviste a la semilla de varias radiaciones que le permiten interactuar a un nivel físico y en ese nivel físico. A éstas se les puede comparar con varias capas o campos de energía que completan la ilusión de separación de Dios. Desde adentro para afuera, estas capas se densifican pero no son nada más que sombras alrededor de la luz, y dentro de esas sombras y particularmente dentro de las últimas tres, residen la percepción y la conciencia terrestre. Pero éstas no son nada más que una ilusión, un campo que es tan grueso como un papel.
Lo que queremos decir es que todo lo que perciben como denso, permanente, vasto y real está contenido dentro de estas tres capas que son permeable, lo que hace posible que nosotros les contactemos desde nuestro nivel de realidad que también es una proyección a pesar de ser menos denso y que está alrededor de la semilla, que es siempre una parte de Dios.
Esto es lo que se quiere decir con “Al principio existía la palabra”. Al principio estaba el concepto y el concepto era separación para poder experimentar. Después de la separación, está el crecimiento a través de lo que experimenta el individuo. Lo increíble es que los campos energéticos de las tres últimas capas son compartidos por todos los seres de la Tierra y los campos energéticos es todo lo que hay, no hay nada más en este nivel de conciencia. El nivel en sí no existe, sólo la percepción de ser compartido por la conciencia de todas las cosas vivientes. Esta es la verdadera naturaleza de la creación en su nivel. Todo está contenido dentro del individuo y el individuo está contenido dentro de Dios.
Por lo tanto, todas las proyecciones de la conciencia hacia el campo de energía percibido dentro de las tres capas están dominadas por la mente y no por la esencia. Es la mente la que crea y manipula el campo de energía, es la mente la que crea la ilusión de separación y es la mente la que en el presente llena, los campos con la oscuridad que tenemos que penetrar desde adentro para poder alcanzarlos.