El año de la peste. Enrique Carpintero
rel="nofollow" href="#ulink_3b5d70a4-bf2f-53b7-8aa2-c1a437c55db4">7 El Volkssturm alemán era una formación militar alemana en la fase final de la Segunda Guerra Mundial. Fue formado después de un llamado propagandístico a los “hombres armables de 16 a 60 años”, que fue lanzado por el NSDAP, con el fin de defender la “tierra natal” del Reich alemán hasta una futura paz de Alemania y sus aliados garantizado. El propósito de la apelación era reforzar las fuerzas de la Wehrmacht. La formación del Volkssturm alemán se dio a conocer el 18 de octubre de 1944, el 131 aniversario de la Liga Popular de Leipzig, y se anunció oficialmente dos días después. De esta manera, el primer Volkssturmverbände, podría ser propagandeado a partir de que se había establecido en un decreto de liderazgo del 25 de septiembre de 1944 (N. del T.)
8 Björn Höcke es un político alemán dirigente del partido neonazi Alternativa para Alemania (N. del T.)
9 Walter Lübke, presidente del distrito de Kassel, fue asesinado en junio de 2019 por una banda neonazi llamada Célula Clandestina Nacionalsocialista (NSU) con estrechos vínculos con el Estado alemán (N. del T.).
10 Erzberger y Rathenaus eran dos políticos de la república de Weimar asesinados por los nazis. En esa época se les construyó un monumento conmemorativo que en 1933 fue destruido por Hitler. Se denomina República de Weimar al período democrático que comienza luego de la primera Guerra mundial. Fue una época de grandes lucha sociales y políticas y un momento de gran creatividad en las artes que duró entre 1918 y 1933. El ascenso de Adolf Hitler y el partido Nacionalsocialista luego del incendio provocado del Reichstag (parlamento) significó el final de la República de Weimar (N. del T.).
11 En los años noventa los neonazis de la NSU cometieron una serie de atentados que llevaron a asesinar a 147 personas (N. del T.)
12 El 17 de septiembre de 1948 Max Horkheimer, a poco de su regreso a California de una visita a Alemania, escribían a su colega Franz Neumann: “El sentimiento contradictorio con el cual se regresa de Alemania debe ser conocido para usted. La gran mayoría de los alemanes parecen ser más cerrados y malvados incluso más que durante el Tercer Reich a pesar de una aparente accesibilidad exterior. Esto nos lleva a una relación aún más profunda hacia aquellos que oponen resistencia. El deseo de oponer resistencia al endurecimiento fascista junto a ellos es fuerte, pese a que la perspectiva de éxito es escasa. La tentación de tomar parte de la lucha es grande.” Horkheimer (1996): Gesammelte Schriften, Band 17; Frankfurt (Fischer), Brief Nr. 821, S. 1027. - Vgl. auch die von Raffaele Laudani herausgegebene Dokumentation: F. Neumann, H. Marcuse, O. Kirchheimer (2013): Im Kampf gegen Nazideutschland.
Berichte für den amerikanischen Geheimdienst 1943-1949. [Secret Reports on Nazi Germany. The Frankfurt School Contribution to the War Effort.] Frankfurt (Campus Verlag) 2016.
13 “racismo” es xenophobia biologizada.
14 Ressentiment es un concepto que utiliza Nietzsche para definir una clase espacial de resentimiento del oprimido. Es la imaginaria venganza a que se entregan quienes son incapaces de reaccionar contra la opresión mediante la acción directa (N. del T.).
15 Al final de la Primera Guerra Mundial se firmó en Versalles un tratado de paz. De las muchas disposiciones del tratado las más controvertidos fueron que Alemania y sus aliados tenían que aceptar su responsabilidad moral y material por haber causado la guerra. Además, deberían desarmarse y realizar importantes concesiones territoriales a los vencedores y pagar enormes indemnizaciones. El sentimiento nacionalista que provocó en el pueblo alemán y la tremenda crisis económica fue aprovechado por los nazis para llegar al poder.
La viralidad de la risa
David Le Breton (Francia)*
Es necesario reconocer que nosotros estamos muy disminuidos
por causa de los jaguares. En casa, en la calle Blomet,
hay jaguares en todos los rincones. No parece,
porque rara vez los vemos pues es precisamente
su forma de estar allí e infiltrarse. Créame,
a la mañana los encuentra hasta en la manteca
Julio Cortázar, La vuelta al día en ochenta mundos
En este contexto de confinamiento y de temor en relación al coronavirus, con una hermosa insolencia, el humor abunda en las redes sociales o incluso en la vida social ordinaria. Se intercambian bromas, las frases ingeniosas tienen gran éxito, se filma a la familia en situaciones hilarantes. Por las redes sociales o entre amigos se mandan videos humorísticos, historias divertidas traen a escena el virus o las restricciones del aislamiento, los conflictos que nacen de la promiscuidad o de la imposibilidad de tener un lugar para uno. En este momento singular donde están suspendidas la mayor parte de las actividades sociales, prohibidas las relaciones familiares o de vecindad, e incluso los desplazamientos propios de los paseos, la risa es aquello de lo que no se puede ser despojado. Es una réplica mordaz y alegre a la virulencia de la situación. Es un escape fuera de la angustia, un rechazo a ver que nuestra conducta esté dictada por circunstancias externas. Tomar del confinamiento y de las amenazas del coronavirus la parte de la risa es afirmarse en la vida. Es un “déjame reír” opuesto a la gravedad de las circunstancias. El sentido del humor manifiesta una negativa a ponerse en víctima, opone resistencia a la situación. Recuerda la solidaridad, la connivencia que une al grupo contra la adversidad o la fuerza interior de un individuo que no se deja abatir. Mantiene las cosas a raya. Rechaza cualquier resignación y sostiene una actitud de desafío. Por un instante se libera el cerrojo y nos aflojamos para recuperar el aliento. Lo que era doloroso finalmente se vuelve una fuente de placer. En todo caso es un consuelo.
La risa autoriza una toma de control simbólica sobre el evento. Quiebra la propensión del coronavirus para imponer su punto de vista, se burla de eso, aunque no cambie necesariamente el curso de los hechos, por lo menos modifica la mirada. Cambia la significación para volverlo tolerable. Enseña a mantenerlo a raya. Sobre todo, restituye la iniciativa al individuo. Protege a quienes no tienen otros recursos. De este modo redefine la relación con la situación. Recuerda la posibilidad de otro mundo. Ya no es el virus el que dicta cómo comportarse en la vida cotidiana, nos burlamos de su gravedad para desactivar su arrogancia. El humor es una parodia contra la violencia inherente a la situación, una herramienta para recuperar el lugar en el lazo social. Reír juntos restaura una complicidad que rompe por un instante el aislamiento al que estamos asignados. Recuerda la solidaridad en común frente a las amenazas y a los inconvenientes del confinamiento. Afirma simultáneamente la alegría de estar todavía vivos. Burlarse de circunstancias, que en principio se perciben como difíciles o peligrosas, contribuye a no tomarlas tan en serio, a no dejarse atrapar por su apariencia. Freud lo dijo a su manera: “Mira, aquí está entonces el mundo que se ve tan peligroso. Un juego de niños, así que lo mejor es bromear”1. Se trata de ponerse a pensar, de abrir capas inesperadas de significaciones para no ver el evento desde un solo ángulo. Es una templanza frente a las puntas demasiado erizadas de lo real, muestra el asombro porque las cosas sean de esta manera y no de otra y por lo tanto no se engaña sobre su pretensión de querer imponer su punto de vista.
Por supuesto, en este momento el humor encarna una leve cortesía de la desesperanza, una elegancia ante los golpes del azar. Se brinda como un antídoto frente a la muerte o la angustia. El humor, como una cortesía de la desesperación y la preservación, es el arma de los pobres cuya energía entera se destina a la invención de rasgos humorísticos, no para reír, sino para no ser destruidos, es “la armada blanca de los hombres desarmados”2. La risa es una transmutación