Desafíos en la crianza . Mónica Brude
Agradecimientos
En primer lugar le agradecemos a nuestro hijo Javier y a nuestra hija Melina, por habernos dado la posibilidad de construir nuestra familia. La tarea de ser padre y madre fue cultivada con dedicación. Aprendimos a ejercer nuestro rol estableciendo consensos, planteando diferencias, generando reflexiones para replantear criterios o experimentar cambios. Resolvimos muchas situaciones y conflictos a través de nuestra larga trayectoria de vida. Hemos superado dificultades, con afecto, paciencia y dedicación. Hoy compartimos y agradecemos también a sus parejas: Jessica y Sandro la posibilidad de participar y disfrutar de momentos muy ricos y valiosos en familia.
Agradecemos a nuestras familias de origen, nuestros padres, madres y hermanos/a, que nos mostraron un camino a recorrer. Cada uno de nosotros, con la libertad con la que nos educaron, decidimos a veces seguir sus pasos, en otras ocasiones desandar senderos y también descubrir nuevos rumbos.
A nuestros maestros, psicoanalistas y referentes profesionales que nos ayudaron, enseñaron y trasmitieron criterios humanistas: nuestra especial gratitud
Como Psicóloga agradezco especialmente los aportes y el enriquecimiento profesional que recibí del Dr. Héctor Fiorini, la Lic. Nilda Guershman, el Dr. Pedro Menéndez, el Dr. Hernan Keselman, la Lic. Isabel Calvo, la Lic. Eva Giberti, el Dr. Eduardo Russo, el Dr. Héctor Raffo.
Como Médico, agradezco especialmente a todos los que contribuyeron con mi formación: el Dr. Fidel Moccio, el Dr. Ernesto Bertellotti, el Dr. Isaias Fiszson, el Dr. Florencio Escardó, el Dr. Horacio Giberti, el Dr. Alberto Grieco, la Lic. Eva Giberti, y a los Dres. Jorge VuKasovic y Mario Elman amigos especiales que me ayudaron a pensar y reflexionar sobre la medicina.
El libro intenta trasmitir nuestra experiencia profesional de más de 40 años de trabajo en la medicina pediátrica con niños/as y adolescentes y en la clínica psicológica de las familias con sus hijos/as. Nuestra tarea en los consultorios, y en las Instituciones en las que nos desempeñamos nos permitió ayudar a superar crisis, dificultades y patologías a quienes nos han consultado y confiado en nosotros.
Deseamos que sea un aporte para las nuevas generaciones de profesionales, que deberán tener la posibilidad de cuestionar y crear innovadoras formas de resolución de patologías y conflictos frente a la complejidad de los tiempos actuales ante la diversidad de nuevos modos de vivir en familia.
Finalmente y en forma especial queremos, también, brindarles nuestro aporte y experiencia profesional a nuestros nietos: Gonzalo, Sebastián y Facundo. En un futuro, si lo deciden, construirán sus familias. Les mostramos aquí otra faceta de su abuela Mónica y su abuelo Daniel, con el profundo deseo que se transforme en otro punto de partida, que los ayude a pensar, crear, sentir y cuidar lo que amen, especialmente si se aventuran a la apasionante tarea de criar hijos/as, desde una paternidad responsable.
DESAFIOS EN LA CRIANZA en TIEMPOS DE PANDEMIA
Lic. Mónica Brude Dr. Daniel Rempel
La Organización Mundial de la salud, declaró en marzo del año 2020, una Pandemia, producida por el virus denominado Covid 19, o corona virus. Este virus de rápida propagación, ayudado por la globalización, ha llevado a los países y a ciudades enteras a tomar distintas medidas de acción y prevención en la Salud Pública, tendientes a controlar la diseminación de la enfermedad. Algunas de dichas medidas implementadas son:
1- Cuarentena: implica permanecer en el hogar y sólo salir por razones imprescindibles.
2- Distanciamiento entre personas: se debe mantener más de un metro y medio de distancia en la circulación pública.
3- Uso de tapabocas para nariz, boca y mentón: se implementa cuando se realizan salidas.
4- Incremento de medidas de higiene: tanto de las personas, (lavado de manos especialmente) como de los hogares, indumentaria, alimentos o cualquier artículo que ingrese a la vivienda.
Estas medidas han significado, una disrupción imprevista en el cotidiano vivir de las personas, afectando la vida emocional, la salud psico-física, los vínculos sociales y familiares, el desempeño del trabajo y la economía en general.
En la cuarentena las personas y familias han cerrado las puertas de sus hogares a todo tipo de actividades de carácter social. Fenómeno inédito, en este siglo: la pandemia, que obliga a que todos/as deban permanecer juntos o solos/as en sus casas. Observamos que el aislamiento forzado, responde a disposiciones gubernamentales de Salud Pública que lo indican para preservar la salud de la población.
En la salud psico-afectivo puede generar: inestabilidad anímica, ansiedad, desmotivación, depresión, sentimientos de soledad, angustia, hábitos insalubres (con el sueño; la alimentación; consumo de alcohol y/o drogas), conflictos vinculares (en la pareja conyugal o parental, en las relaciones laborales, con amigos, o con la familia).
En la salud física detectamos demoras en las consultas medicas ya sea por no estar habilitados los consultorios, o por temor al contagio del virus. Se evita concurrir a las guardias, hospitales o sanatorios. Esta situación puede generar el agravamiento de enfermedades pre- existentes. En el caso de los/as niños/as se ven interrumpidos los controles periódicos en salud, con las concomitantes dificultades que esto acarrea.
En la economía, hemos observado dificultades, de distinto orden: pérdida de empleos, disminución de ingresos, cambios en el modo de desarrollar las actividades (ej.: implementación del modo digital). Estos cambios, a su vez, pueden ser generadores de desequilibrios emocionales familiares y/o personales.
En este tiempo de pandemia se ha suspendido la actividad escolar presencial, las salidas, las visitas a las familias, los encuentros con amigos, los deportes. Los jardines de infantes, las escuelas primarias y secundarias y las universidades han creado plataformas o clases virtuales.
La tecnología digital, se ha abierto a todo tipo de vinculaciones: encuentros familiares por Zoom, chateo con amigos y familias, juegos en redes, clases virtuales de todo tipo.
Ha surgido un miedo generalizado a contraer la enfermedad producida por el virus. La suspensión temporaria de proyectos genera incertidumbre y perplejidad frente a un futuro incierto.
Este desconcierto y miedo a enfermar (provocado por el Covid 19) ha generado en las familias fenómenos de diversa índole: para algunos, frente a un afuera amenazante, el hogar se ha transformado en un lugar seguro; para otros dicho hogar es generador de tensiones y aumento de situaciones conflictivas. Observamos a través de las consultas virtuales mayor inquietud y oscilaciones del estado de ánimo en cada integrante de la familia. Al pasar tanto tiempo juntos, a veces en espacios reducidos, se incrementan los roces por cualquier disputa o diferencia. Puede ocurrir en la pareja, como también entre hermanos/as, o en cualquier otro vínculo. Observamos mayor irritabilidad del carácter, con peleas frecuentes. Padres/madres, se sienten emocionalmente sobrepasados, además del temor a enfermar; no se cuenta con ayudas para tareas hogareñas o para el cuidado de los/as niños/as; se enfrentan a dificultades económicas generadas por no poder salir a trabajar, o por tener que trabajar desde la casa (en aquellos/as que sus trabajos se los permite). Se ha perdido la privacidad, todos/as deben permanecer juntos en el hogar. Esta situación puede incrementar sentimientos de confusión, de agobio o malestar de diverso tipo. A veces no se cuenta con lugares que les permitan aislarse o replegarse ante algún fastidio o necesidad.
El compartir en familia o en pareja, en tiempos de pandemia, pone a prueba los vínculos: se pueden agudizar viejos conflictos o se puede lograr un nuevo equilibrio de mayor tranquilidad, en la medida que se recupera un tiempo para la familia o un tiempo personal, al no tener que salir a responder a las exigencias del mundo externo. Pero lo cierto es que cuando hay niños/as pequeños y/o adolescentes, los padres/madres se sienten más demandados.
Se plantea una nueva situación existencial: “permanecer encerrados”, como una defensa frente a la amenaza