Pasado y presente continuo de la memoria de los familiares de desaparecidos. El caso de Simón en Justicia y Paz. Marcela Patricia Borja Alvarado

Pasado y presente continuo de la memoria de los familiares de desaparecidos. El caso de Simón en Justicia y Paz - Marcela Patricia Borja Alvarado


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paralela busco acercar al lector en la comprensión de este fenómeno desde la experiencia de la vida cotidiana de los familiares de personas desaparecidas, que incide en la forma como construyen sus memorias y narraciones. El objetivo que aborda este apartado consiste en explorar la construcción de memorias en la desaparición forzada.

      Los anteriores capítulos son teóricos, resultado del trabajo heurístico-hermenéutico de búsqueda, recolección, clasificación e interpretación de la información contenida en diversos documentos, en un recorrido por diversas áreas del conocimiento, autores y fuentes jurídicas. Sin embargo, como los cuestionamientos teóricos surgieron desde un nivel práctico, el quinto capítulo de la tesis está diseñado para regresar a este nivel; por tanto, “Pasado y presente continuo de la memoria de los familiares de desaparecidos” tiene como objetivo construir la memoria de la desaparición forzada de Simón a partir de la memoria de sus padres y de los documentos disponibles en el expediente de justicia y paz. Con el fin de desarrollar el objetivo, una parte del capítulo se dedicará a la elaboración de un relato sobre la desaparición forzada de Simón, basándose en ejercicios de memoria con sus padres, y otra parte del capítulo estará destinada a la construcción de un relato extraíble de los documentos que obren en el expediente judicial.

      Agotadas estas dos partes del quinto capítulo, procederé a considerar el objetivo general de la investigación, diseñado a partir de las delimitaciones de esta, y según el cual quiero establecer si la memoria jurídica oficial de justicia y paz logra recoger la memoria de las víctimas, o lo que es lo mismo, puesto en forma de pregunta de investigación: ¿El proceso de justicia y paz a través de los documentos que obran en el expediente, logra recoger la memoria de las víctimas en el caso de la desaparición forzada de Simón? Para responder la pregunta y abordar el objetivo general de la investigación, haré uso principalmente de variables desarrolladas durante los capítulos teóricos precedentes. Estas variables, como puntos de análisis o indicadores conducirán a la tesis, según la cual a través del proceso de justicia y paz no se logra recoger la memoria de las víctimas en el caso de la desaparición forzada de Simón. La razón es que la forma como sus padres construyen memoria condensa unas características narrativas constatadas en la separación como paso a la desaparición, además de demostrar la liminalidad narrativa y la agregación existentes en el expediente. Así mismo, se hacen evidentes otros elementos de distanciamiento en relación con lo que aparece en el proceso transicional, concretados en el punto de partida, objetivos, aspectos personales y punto de cierre.

      De una forma retrospectiva, para poder responder el interrogante sobre el recogimiento de la memoria de los padres de Simón, fue necesario saber cómo las víctimas, entendidas principalmente como seres humanos, construyen su memoria y qué características la identifican, y, de manera particular, la memoria de las personas, familiares de desaparecidos. Además de ello, fue necesario indagar acerca del concepto y contenido esperado de la memoria en el derecho, lo que condujo a considerar la triada de los derechos a la verdad, la justicia y la reparación, así como el sistema transicional y su proceso judicial colombiano.

      En la literatura sobre la memoria se encuentra un gran volumen de documentos relacionados con otros temas específicos que, es pertinente indicar, no serán objeto de esta tesis, y otros que lo serán, pero de manera muy tangencial. Entre ellos se encuentran los emprendedores de memoria, los lugares de la memoria, las políticas de la memoria, la memoria ejemplar, los abusos de la memoria, el derecho a la memoria o la identidad y la memoria. Este documento, por tanto, no es un escrito acabado; por el contrario, pretende ser el punto de partida de muchos otros.

      2. Conocimientos inventados – Conocimientos situados

      Quiero abordar esta investigación reconociendo que el conocimiento que se logre construir será un conocimiento inventado (debate entre Chomsky y Foucault, Cienciaspoliticasuaa, 2009), esto es, que no está dado ni de manera previa, ni definitivamente. Tal idea la he acogido a partir del análisis que realiza Foucault a Nietzsche en particular –e interesadamente–, sobre el empleo de la palabra “invención” (Erfindung) en vez de “origen” (Ursprung), lo cual, aplicado al conocimiento, implica que este es el producto de una invención; esto quiere decir que no aparece como una “cosa” en la naturaleza que pueda ser aprehendida, sino que surge en un momento dado como producto de algo que lo hace aparecer, pero no con anterioridad a este (Foucault, 2003, pp. 9-33).

      Ese “algo” a partir del cual surge el conocimiento, dice Foucault (2003), no es otra cosa que “una relación de violencia, dominación, poder y fuerza, una relación de violación”, arbitraria, generada entre el conocimiento y las cosas por conocer. Una lucha en la que el positivismo hace desaparecer al sujeto como conocedor, pero que, en realidad invita a realizar un acercamiento como políticos al conocimiento, a través de la comprensión de estas relaciones de lucha y de poder en que las cosas se oponen, y a partir de las cuales, cuando se logre una estabilización dentro de esas relaciones, se logrará un conocimiento (pp. 9-33). Massé (2001) y otros también reconocen como limitación del positivismo la separación entre el sujeto y el objeto:

      Las ciencias sociales clásicas estuvieron dominadas hasta hace unas décadas por un paradigma positivista (de la simplicidad o lo disyuntivo) que separó el sujeto de conocimiento de la realidad social que investiga, a la vez que la fraccionó en parcelas que debían ser estudiadas por disciplinas separadas; a cada una de ellas se les asignó la tarea de producir conocimientos “objetivos” y neutrales, a partir de teorías universales y deterministas y del empleo del llamado método científico, entendido como un conjunto de procedimientos estandarizados que garantizarían su cientificidad. (Torres, 2006, pp. 65-66)

      Los aportes que pueda realizar sobre la memoria no serán universales ni totalizadores (Haraway, 1995a, p. 311). Corresponderán más bien a un acercamiento crítico, reflexivo y responsable en torno al tema, reconociendo que “el conocimiento es siempre una relación estratégica en la que el hombre está situado”, desde unas condiciones de su experiencia y del objeto que analiza heterogéneas, a partir de lo cual se logra definir el conocimiento, y por ello su naturaleza es ser parcial, oblicuo, perspectívico en términos de Foucault (2003, pp. 9-33), lo que permite rescatar el lugar central del sujeto y la subjetividad en la investigación social (Torres, 2006, p. 67).

      En este replanteamiento de la cuestión epistemológica sobre el conocimiento y la “objetividad” del método científico, Donna Haraway (1995b) nos propone la idea de los conocimientos situados, en donde la objetividad parte de afirmar que no existe un único conocimiento, y mucho menos uno acabado, defendiendo, por el contrario, un conocimiento racional que se construye a partir de perspectivas parciales y localizadas. Se trata de un conocimiento responsable, pues es posible saber desde dónde se aprende (pp. 313-346).

      La alternativa al relativismo son los conocimientos parciales, localizables y críticos, que admiten la posibilidad de conexiones llamadas solidaridad en la política y conversaciones compartidas en la epistemología. El relativismo es una manera de no estar en ningún sitio mientras se pretende igualmente estar en todas partes. La “igualdad” del posicionamiento es una negación de responsabilidad y de búsqueda crítica. El relativismo es el perfecto espejo gemelo de la totalización en las ideologías de la objetividad. Ambos niegan las apuestas en la localización, en la encarnación y en la perspectiva parcial, ambos impiden ver bien. El relativismo y la totalización son ambos “trucos divinos” que prometen, al mismo tiempo y en su totalidad, la visión desde todas las posiciones y desde ningún lugar, mitos comunes en la retórica que rodea la Ciencia. Pero es precisamente en la política y en la epistemología de las perspectivas parciales donde se encuentra la posibilidad de una búsqueda objetiva, sostenida y racional. (Haraway, 1995b, p. 329)

      Es en estas perspectivas en las que se hace posible la construcción de un conocimiento a partir del diálogo entre posicionamientos heterogéneos (no inocentes) y contradictorios, múltiples, multidimensionales e inacabados (Haraway, 1995b), como el que se pretende elaborar a partir de la puesta en diálogo entre el derecho y campos no jurídicos en esta investigación. Además, la adopción de este tipo de objetividad posibilita estar abierto a sorpresas durante la búsqueda de puntos de encuentro comunes, con la esperanza constante de descubrir mejores versiones del mundo, mejores versiones de ciencia.

      “Los conocimientos


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