Medios, redes sociales, cine, control social y penal. Carlos Ariel Bautista González
titulado “Desde la otra cara de la moneda: reclutamiento armado de niños, niñas y adolescentes”, la autora Yennifer Katerine Rodríguez realiza un análisis del delito de reclutamiento ilícito, contextualizándolo en el marco del proceso de paz llevado entre el Gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP). La autora plantea allí la siguiente pregunta: ¿el acuerdo cumple con los estándares mínimos internacionales en la medida del reconocimiento de los menores que fueron víctimas de reclutamiento armado? Para dar respuesta a esta pregunta, investiga si los niños, niñas y adolescentes están siendo reconocidos o si, por el contrario, están siendo invisibilizados en el marco del Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera. Dicho estudio investigativo no se realiza de forma aislada, sino que integra la normatividad internacional para identificar si lo pactado cumple con los estándares internacionales para la protección de los derechos de los niños, niñas y adolescentes dentro de los grupos armados en Colombia.
Como profesor del grupo de estudiantes y egresados que expresan su punto de vista analítico e investigativo en esta obra, quiero manifestar mi profundo agradecimiento a todos y todas por dedicar parte de su tiempo al análisis empírico de fenómenos tan actuales y complejos. Esto demuestra compromiso académico con el grupo de investigación –el cual hemos logrado consolidar desde su reciente fundación– y con su propio proceso de formación.
Los capítulos acá propuestos, lejos de ser una conclusión sobre cada uno de los temas tratados, son un punto de partida en un debate por realizar. Por ello, nos hemos esforzado en plantear problemas, preguntas, argumentos y conclusiones: para que nuestros lectores reflexionen sobre estos y con ello mejore la cultura política y la política penal, en tiempos de exclusión social y marginalidad a partir del castigo penal.
Desde el punto de vista docente, no puedo estar más complacido al ver el producto de las discusiones en el aula de clases: la producción de mis estudiantes como resultado de un modelo pedagógico diverso, pensado para el sujeto y con el sujeto; en este caso, con la escritura académica como proceso epistémico en la construcción de conocimiento y formación personal participativa. Su trabajo es evidencia de la transformación que se puede conseguir al ejecutar la propuesta de trabajo pedagógico que he venido desarrollando desde mi ingreso a la Universidad como profesor de carrera, y desarrollada como proceso de investigación en la línea de trabajo sobre educación jurídica y enseñanza del derecho. Dicha transformación puede dar frutos tangibles y proyectar formas para el mejoramiento de la gestión del conocimiento penal en nuestra formación, cultura jurídica y grupo de investigación.
Esto me motiva a seguir adelante con la iniciativa de impulsarlos, de alentarlos a que investiguen, escriban y, con ello, aprendan y produzcan en su propio proceso de investigación y escritura académica. Mi deber como docente es motivarlos a que desde muy jóvenes cultiven las artes y el saber; en esta oportunidad la lógica, la gramática y la dialéctica. A través de sus escritos tienen mucho que mostrarnos y enseñar de su pensamiento, reflexión y esfuerzo.
De manera que mi reconocimiento es para ellas y ellos, mis estudiantes, quienes, a partir de su esfuerzo personal, han logrado crecer y construir en sí mismos ese monumento al conocimiento y creación en el que se han convertido, el cual, sin duda, seguirán puliendo en su trasegar profesional y de investigación.
Finalmente, este trabajo colectivo también contó con el apoyo del programa de la Dirección Académica de la Universidad Nacional denominado Programa de Lectura y Escritura Académicas, LEA en la UN, en especial con la tutoría de Juan Sebastián Cadavid Berrío y Linda Sofía Ordóñez Villa, a quienes extendemos especial agradecimiento.
Como docente fundador de un pequeño grupo de investigación, hoy me asomo con ellos a mirar el horizonte, con la ilusión de un mundo mejor y diferente y con la seguridad de que los hombros de mis estudiantes también son hombros de gigante.
ESTANISLAO ESCALANTE BARRETO
Profesor e investigador asociado
Escuela de investigación en Criminologías Críticas, Justicia Penal
y Política Criminal Luis Carlos Pérez (Polcrymed)
Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales
Universidad Nacional de Colombia
Salamanca (España), julio de 2019
CARLOS ARIEL BAUTISTA GONZÁLEZ*
I. BATMAN: HÉROE DE SU TIEMPO
Resumen
El cine se ha consolidado como uno de los fenómenos más representativos de las actuales sociedades de consumo, pues es una de las formas de satisfacción del ocio más comunes con las que cuentan las personas: es capaz de viajar con facilidad en el hemisferio occidental y cuenta con una industria internacional consolidada, capaz de llevar las películas prácticamente a cualquier parte con unos costos relativamente bajos. Por tal motivo, vale la pena preguntarse si existe una relación entre el cine y la política criminal y cómo es esta relación. Como se sustentará a lo largo del presente capítulo, la relación entre cine y política criminal se encuentra basada en las relaciones de producción de la sociedad capitalista contemporánea, que no solo transforman la manera en la que los sujetos interactúan en la sociedad, sino también la jerarquización de los valores sociales. Para esto, se toman como ejemplo las películas de Batman dirigidas por Christopher Nolan: Batman Begins, The Dark Knight y The Dark Knight Rises, debido a que Batman es una de las figuras más icónicas de la cultura de masas occidental, tanto en el cine como en las series de televisión y en los cómics, pues estos productos culturales son consumidos desde la infancia y adolescencia y, por ello, pueden influenciar su proceso de aprendizaje desde edades tempranas y su percepción acerca del delito.
Introducción
El presente capítulo tiene un objetivo mediato: criticar el ejercicio del poder punitivo del Estado. Como bien lo expresa Zaffaroni (2011), la criminalización y reproche de las conductas en el seno de la sociedad implican una seria restricción al campo de las libertades del sujeto y la capacidad de desarrollo de sus potencialidades, sometiéndolo al Estado y constituyéndolo una víctima de este, aun cuando las razones para esto no sean del todo claras. Este estudio implica abordar las siguientes cuestiones: primero, es necesario estudiar las continuidades y rupturas del capitalismo como sistema de producción global, de tal manera que se pueda constatar cómo los cambios en la categoría trabajo y la producción de las mercancías han ido moldeando las sociedades contemporáneas, analizando la relación entre el trabajo manual y el trabajo intelectual, y el impacto que ha tenido esto en la definición de la política y las expectativas de los individuos. Esto es importante porque si cambia la forma de reproducir las relaciones sociales, cambian también los valores que protege y pregona la política criminal de un Estado.
En segundo lugar, se estudian las ideas que giran en torno a la seguridad y la vigilancia en las sociedades contemporáneas, comprobando si el discurso de Batman realmente se suscribe dentro de una de las concepciones actuales de la seguridad y vigilancia, o si, por el contrario, difiere de estas tendencias. Esto con el fin de ver si uno de los héroes del cine reproduce, de forma evidente, el sistema de valores que determina la política criminal contemporánea. Teniendo en cuenta que la serie de películas fue producida por el mismo director entre el año 2005 y el año 2012, esta nos permite ver una misma línea argumentativa y, al ser recientes, evidenciar cuál es la relación entre el contexto en el que nacen y su contenido. La elección de las mencionadas películas se sustenta en la acogida que recibieron de la crítica especializada y el público en general, cosa que señala su alcance y su relevancia.
Por último, se abordará la relación entre la política, en general, y la política criminal, en específico, para identificar los lugares donde los elementos económicos y sociológicos convergen, estudiando la relación agente-estructura presente en los temas criminológicos y la forma en que el Estado satisface las demandas de seguridad y vigilancia de los individuos, y dónde se origina esta demanda en la sociedad.