Construcción de paz, reflexiones y compromisos después del acuerdo. María Alejandra Gómez Vélez
de derechos sociopolíticos”.
Desde otra perspectiva, los profesores Néstor David Restrepo Bonnett, Carlos Arboleda y Luis Alberto Castrillón-López, adscritos a la Escuela de Filosofía, Teología y Humanidades de la Universidad Pontificia Bolivariana, consideran en su reflexión sobre “Ética del rostro: memoria y perdón” que, “La paz como propósito humano es el resultado de la justicia y equidad social, que permite que un territorio se construya como comunidad política. Los análisis al proceso de desarme que Colombia afronta con las Farc son un avance importante en el compromiso que tiene el Estado de brindar garantías sociales de seguridad y desarrollo de los territorios. Pero es necesario esclarecer que no solo nos enfrentamos a un proceso de estabilización de las instituciones, el orden y la justicia. Lograr la paz, como alcance social, necesita de otros elementos asociados a la restitución simbólica, el reconocimiento de la diversidad de los territorios y el restablecimiento no solo de la seguridad humana y de las instituciones jurídicas y políticas, sino también de los imaginarios colectivos de vida social y comunitaria”.
Por su parte, las investigadoras María Alejandra Gómez Vélez y Verónica Andrade Jaramillo, en su trabajo “Transitando del conflicto a la paz: la inclusión sociolaboral como aspecto clave para la construcción de futuro”, establece y formula que “... en materia comunicacional, de gestión humana y políticas organizacionales [se] han puesto en marcha organizaciones para la generación de empleo de personas asociadas al conflicto armado. Al ser la inclusión al trabajo de personas desmovilizadas, un proceso que suscita ciertas reservas entre las empresas por los riesgos reputacionales, de seguridad y clima laboral inherentes, la presentación de este trabajo aporta a la comprensión de la realidad que vive el país, en la que se requiere un mayor compromiso personal, organizacional y social para lograr la integración y un futuro de no repetición de las formas de violencia que ha padecido el país por cerca de 50 años”.
En su reflexión sobre “El círculo virtuoso entre palabras, gramáticas y narrativas de paz”, el investigador Hernando Blandón Gómez, de la Escuela de Arquitectura y Diseño de la Universidad Pontificia Bolivariana, señala que “... desde el proyecto matriz Narrativas del desplazamiento se relacionan los antecedentes lingüísticos y sociales que permiten comprender cómo la carga semántica de las palabras se desplaza después del conflicto hacia nuevos significados”, formulando, por demás que “La experiencia investigativa confirmó el poder transformador de la palabra como dispositivo y vía para la reapropiación, resignificación y reconciliación de las comunidades participantes con el territorio en el marco del posacuerdo”.
En el planteamiento hacia la ética, elaborado por la profesora Natalia Andrea Salinas-Arango y el profesor Conrado de Jesús Giraldo-Zuluaga, denominado “Ética y política en María Zambrano, aporte a la democracia”, se postula que “La dimensión política, en el pensamiento filosófico de María Zambrano, debe visibilizarse con el propósito de destacar el aporte que hace a la democracia contemporánea y a la configuración de una praxis política basada en la persona humana como sujeto político. Más aún, para pensar más allá de la coyuntura colombiana, este capítulo busca traer a colación una reflexión histórico-filosófica sobre la ética, la política y la democracia aportada en el pensamiento zambraniano”, destacando, adicionalmente, que es posible mostrar la existencia de una “... relación de la ética y la política en la vida y obra de la filósofa española María Zambrano, con lo cual se espera aportar a la reflexión sobre la democracia y la paz”.
Desde una perspectiva territorial, los profesores María Claudia Paredes-Castañeda, César Salazar-Hernández y Luis Guillermo Sañudo Vélez, de la Escuela de Arquitectura y Diseño de la Universidad Pontificia Bolivariana, en su propuesta de “El borde urbano rural: escenarios de cicatrización del conflicto cultura-naturaleza. Caso de estudio: parte alta de la comuna 8 de Medellín”, plantean que “Tanto las grandes metrópolis como las ciudades intermedias se han convertido en escenarios de conflicto, atizados no solo por la disyuntiva naturaleza – artificio, sino también por las marcadas diferencias socioeconómicas de la población, ya que parte de esta se ve abocada a una lucha constante para acceder a los derechos que les son inherentes al ciudadano”.
De otro lado, el profesor Jorge Andrés Rico Zapata, en su texto “Las Fuerzas Militares en la construcción de paz en Colombia: retos y perspectivas”, señala que “Los componentes que marcan el camino a la construcción de paz son diversos, y se adhieren a los procesos de articulación social e institucional, a partir de enfoques realistas y prácticos, los cuales no busquen crear imaginarios basados en malinterpretaciones sobre las posibilidades reales de Colombia, sus territorios y población para asumir los desafíos en materia de seguridad, en el momento actual y a futuro”.
Finalmente, el libro incluye una separata sobre “100 preguntas y respuestas para comprender el conflicto colombiano”, coordinado por el profesor Mauricio A. Montoya Vásquez y su equipo de trabajo. Estas preguntas orientadoras cuestionan la necesidad de ser consecuentes y claros con las diferentes fuentes, análisis y aspectos a ser considerados en el estudio y reflexión de un proceso de paz. Señala el profesor Montoya que, “Es claro que actualmente existe una gran cantidad y variedad de literatura especializada sobre el conflicto nacional, pero muchos de esos referentes son desconocidos, varios de ellos poco leídos y, en la mayoría de las ocasiones, solo trabajados por inquietos y estudiosos del tema, ya que suelen utilizar lenguajes altamente técnicos”.
Esperamos que estas diversas reflexiones y posturas, en el marco de las consideraciones y acciones para la continuidad de un proceso de paz, contribuyan a establecer directrices y orientaciones de gestión territorial y sea posible, hoy aún, para que esa paz transite de la contemplación utópica a un proyecto posible, alcanzable, que establezca las condiciones para que la gente en todos los territorios, ciudades y zonas rurales, se acerque a la posibilidad de sentir y vivir en un país equitativo, política, social y económicamente viable, más seguro, estable y con mejores condiciones de bienestar para su proyecto de vida. ¡Sea pues hacer posible la rehumanización de los territorios en los que vivimos cada día!
Autor: Hernando Blandón
Obra: Distopía o la estética de lo peor
Técnica: escultura en resina
Año: 2019
Natalia Andrea Salinas-Arango2
Cathalina Sánchez-Escobar3
Introducción
Este capítulo surge como parte de la investigación “Víctimas del conflicto armado y sus procesos organizativos y de participación sociopolítica en Medellín 2014 – 2016” y de los planteamientos del texto “Trascendiendo el conflicto armado a través de la cultura para la paz. Procesos de ciudadanía en perspectiva de la mujer víctima” (Salinas Arango & Sánchez-Escobar, 2017).
Hacer evidentes procesos participativos, organizativos y de construcción de ciudadanía, da importancia a las experiencias de víctimas del conflicto armado que en la actualidad ejercen nuevos roles sociales y políticos de las organizaciones que integran para la reivindicación de sus derechos, lo cual permite una mirada distinta de la victimización, evitando la estigmatización sistemática de la víctima; como ser vulnerable sin posibilidades de movilizar sus potencialidades y acciones, que solo ahondan el conflicto, excluyen y empobrecen su condición de ser humano. Por el contrario, una perspectiva de la víctima como sujeto empoderado que reivindica y ejerce