Introducción al Nuevo Testamento. Mark Allan Powell

Introducción al Nuevo Testamento - Mark Allan Powell


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descendientes estaban organizados en doce tribus, pero se les conocía colectivamente como los hijos de Israel. Ellos tuvieron que soportar años difíciles de esclavitud en Egipto, pero Dios llamó a Moisés para liberarlos, darles la Torá (las instrucciones de cómo debe vivir el pueblo de Dios) y llevarlos a la tierra prometida (una región que los romanos más tarde llamarían Palestina). Allí, llegaron a ser una nación importante que alcanzó su punto más alto bajo el reinado del rey David, alrededor de 1000 a. e. c. Construyeron un templo espléndido, pero los siglos posteriores fueron marcados por la división y la decadencia.

      En 587 a. e. c., los babilonios conquistaron la ciudad capital de Jerusalén, destruyeron el templo y se llevaron a la población al exilio. Cincuenta años después, Ciro de Persia permitió que el pueblo (ahora llamados judíos) regresara y construyera un templo nuevo, que fue dedicado en 515 a. e. c. y mucho tiempo después destruido por los romanos en 70 e. c. De esa manera, al período de historia judía de 515 a. e. c. a 70 e. c. se le llama el período del Segundo Templo. Se le subdivide en cuatro períodos más:

      El período persa (ca. 537-332 a. e. c.)

      A lo largo de este período, la nación judía fue gobernada por sacerdotes, con interferencia mínima de los reyes persas. Fue en este tiempo que las sinagogas surgieron como lugares importantes para la enseñanza y la adoración. Los judíos llegaron a enfocarse cada vez más en la fidelidad a la Torá como distintivo de su religión.

      helenista: afectado por el helenismo, es decir, la influencia de la cultura, costumbres, filosofía y modos de pensamiento griegos y romanos. Por ejemplo, se decía que la gente judía estaba «helenizada» cuando adoptaba las costumbres grecorromanas o llegaba a creer proposiciones derivadas de la filosofía griega.

      El período helenístico (ca. 332-167 a. e. c.)

      Con las conquistas de Alejandro el Grande, Palestina estuvo bajo el control griego; después de la muerte de Alejandro, Palestina primero llegó a ser parte del impero de los ptolomeos, cuyo poder se centró en Egipto (320-198 a. e. c.). Luego llegó a ser parte del imperio de los seléucidas, cuyo poder se centró en Siria (198-167 a. e. c.). Uno de los gobernantes seléucidas, Antíoco IV Epífanes (175-164 a. e. c.) quiso exterminar la religión judía infligiendo atrocidades horribles a cualquiera que profesara o practicara la fe.

      El período asmoneo (167-63 a. e. c.)

      Los rebeldes judíos apodados «macabeos» («martillos») dirigieron una revuelta en contra de Antíoco y ganaron la independencia. El templo (profanado por Antíoco) fue dedicado nuevamente en un acontecimiento que llegaría a ser conmemorado durante el Festival de Janucá. Los macabeos establecieron un estado judío gobernado por la dinastía asmonea («asmonea» es el apellido oficial de los líderes de los macabeos). Las sectas judías, incluso las que con el tiempo llegarían a ser conocidas como «fariseos» y «saduceos», surgieron en esta época.

      Janucá: festival judío de ocho días que conmemora la rededicación del templo judío en 164 a. e. c., después de que lo hubiera profanado Antíoco Epífanes; también se le llama «Fiesta de la Dedicación» y «Fiesta de las Luces».

      El período romano (63 a. e. c.-70 e. c.)

      La guerra civil entre los asmoneos dejó al estado judío listo para la conquista del creciente Imperio romano. El general romano Pompeyo anexó el territorio sin mucho empeño en 63 a. e. c., y Palestina permanecería bajo el gobierno romano hasta el final del período del Segundo Templo, y más adelante.

       La gente de Palestina en el tiempo de Jesús

      Durante la vida de Jesús, la población de Palestina era increíblemente diversa. Incluso entre el pueblo judío no había un solo y unificado sistema de fe ni de prácticas. Aun así, había ciertas cosas que casi toda la gente judía creía: solo hay un Dios, y este Dios los había escogido para que fueran un pueblo elegido y santo, distinto a todos los demás pueblos o naciones de la tierra; también, Dios había hecho un pacto con ellos y les había dado la Torá. Por consiguiente, ellos vivían de maneras que los apartaban de los que no eran el pueblo de Dios: practicaban la circuncisión, guardaban el sábado, tenían restricciones alimenticias y se comprometían a ciertos estándares morales (p. ej., los Diez Mandamientos). Sin embargo, además de ese conocimiento básico, el pueblo judío en la época de Jesús era bastante diverso. Y, por supuesto, no todos en Palestina eran judíos (véase Mt. 15:21-28; Lc. 3:14; Jn. 4:5-9).

      Torá: la ley de Moisés, como se encuentra en el Pentateuco; o, frecuentemente, sinónimo de «Pentateuco» (refiriéndose, entonces, a los primeros cinco libros de la Biblia hebrea).

       Cuadro 2.1

       Cronología básica del Nuevo Testamento

63 a. e. c. Pompeyo conquista Jerusalén para Roma
ca. 6-4 a. e. c. Nacimiento de Jesús
ca. 30-33 e. c. Crucifixión de Jesús
ca. 32-36 e. c. Pablo llega a ser seguidor de Cristo
ca. 46-65 e. c. Los viajes misioneros de Pablo y su encarcelamiento (como se registra en Hechos); las cartas de Pablo se escriben en este período
ca. 62-65 e. c. El martirio de Pedro y Pablo en Roma
ca. 65-73 e. c. Se escribe el Evangelio de Marcos
66 e. c. Estalla la guerra judía en Roma
70 e. c. Destrucción del templo de Jerusalén
73 e. c. Caída de Masada, final definitivo de la guerra judía
ca. 80-100 e. c. Se escriben otros libros del Nuevo Testamento: Mateo, Lucas, Juan, Hechos y las cartas de la «segunda generación» por seguidores de los apóstoles originales
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      Figura 2.1. Galilea hoy día. La tierra en la que Jesús vivió sigue siendo un entorno exuberante y mayormente rural. El edificio octagonal cerca del centro de esta foto es una iglesia que se construyó sobre la casa que se dice que le perteneció a Pedro, uno de los discípulos de Jesús (Mt. 8:14). Justo a la derecha de la estructura están los restos de una sinagoga, en el lugar que Jesús enseñó y llevó a cabo un exorcismo (Mr. 1:21-27). (Todd Bolen / BiblePlaces.com)

      Hagamos un estudio rápido de algunas personas que conoceremos en el mundo del Nuevo Testamento en Palestina.

      Los fariseos

      Los fariseos pueden ser la más conocida de las sectas judías para los lectores del Nuevo Testamento. En muchas historias de los Evangelios, ellos son los oponentes de Jesús, y frecuentemente se les representa como legalistas de mente cerrada (Mt. 23:23-24) o, incluso, como hipócritas que no siguen sus propias enseñanzas (Mt. 23:3). Sin embargo, esta forma de percibirlos estaría incompleta (en el mejor de los casos), pues representa una evaluación hostil de cómo los cristianos (que llegaron a ser sus competidores


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