Mucho más que dos. Alberto Rodrigo

Mucho más que dos - Alberto Rodrigo


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nos estábamos conociendo. Cada uno hacía su vida y, si teníamos sexo aparte con alguien, nos lo contábamos para no enterarnos por terceras personas, aunque no había ese compromiso de ser una pareja “formal”. Pero en mi caso, la razón por la que recurría a tener sexo con otros chicos era porque, cuando estaba con éste chico que estaba conociendo, él siempre tenía un gatillazo, nunca llegaba al final... Una vez lo podía entender, dos y hasta tres, pero lo raro es que ocurría siempre y yo me obsesionaba con la idea de que igual era por mí, que no le gustara o algo y todo ello me ponía paranoico. Aparte de no tener relaciones satisfactorias con él, me di cuenta de que yo no estaba realmente en el mejor momento personal en el sentido de quererme a mí mismo, aceptarme y saber qué rumbo quería tomar en mi vida. Además de esto, empezó a tratarme mal a nivel emocional, se convirtió en una relación tóxica, porque no me aportaba nada positivo, ni emocionalmente ni sexualmente. Pero como yo no estaba bien, seguía con él. Me frustraba mucho tener que buscar el sexo fuera de la relación, cuando se supone que el sexo es una de las mejores cosas de estar en pareja, ¿no? Al final me contó que esto le pasaba con todos, que era un problema suyo, y que yo realmente le gustaba, pero al no tratar este asunto del gatillazo, la relación no funcionó. A mí me sorprendió que yo llegara a aguantar tanto... Además, todo derivó en muchos celos por su parte, sospechando de cada amigo que teníamos, pensando en si yo me había acostado o no con ellos, y hasta preguntándolo o sugiriéndolo delante de ellos, creando situaciones muy incómodas y hasta ridículas. Finalmente corté. Ahora me llevo bien con él, pero no hay nada más.

      Andreu (Tarragona)

      Hace años contacte por redes sociales con una pareja de chicos y quedé con ellos para mantener relaciones sexuales. Conforme pasaba el tiempo, seguíamos teniendo sexo, pero además empezamos a hablar de nuestras cosas personales, crear confianza, y el sexo fue pasando a un segundo plano, y en temporadas ni siquiera teníamos sexo. Ya llevamos más de cuatro años como amigos y a día de hoy es una de las relaciones más sanas, más buenas y que más me han aportado en la vida. De hecho, son de los chicos a los que les puedo contar todo porque tengo confianza plena en ellos. Además, yo antes no tenía amigos chicos, sólo amigas, y ahí encontré una baza de apoyo masculino que jamás había tenido, donde poder compartir cosas que ellos podían entender. He tenido la suerte de que me apoyan en cada uno de los pasos que he dado desde que les he conocido. Lo que más me ha sorprendido es que una relación que al principio era puramente sexual se haya convertido en una relación de amistad en la que el sexo ha pasado a un segundo plano. Y esto es algo que yo pensaba que no podría ocurrir.

      Chris (Madrid)

      MÁS SECRETOS

      Ahora te presentamos algunas respuestas de las que hemos obtenido en una breve encuesta con la intención de conocer por un lado las preguntas pocas veces formuladas que los heteros tienen sobre los gays y, por el otro, lo que el hombre gay no acostumbra a compartir en sociedad.

      1.¿Qué es lo que a los heteros les gustaría saber acerca del hombre gay, bi o trans y que no se atreven a preguntar?

      –A veces me pregunto por qué algunas personas homosexuales son heterofóbicas.

      –Me gustaría saber cómo viven su sexualidad, qué prácticas sexuales les resultan más gratificantes, qué les excita. Y en el terreno sentimental, pienso que no existen diferencias de sentimientos entre heteros y homosexuales, pero a veces siento gran curiosidad sobre cómo vivimos esa parte del amor unos y otros. En cuanto a las personas transexuales, mis dudas son aún mayores y me gustaría entender cómo viven su sexualidad y sus relaciones sentimentales.

      –¿Los gays nacen o se hacen? Cuando un gay es muy muy afeminado, ¿por qué atrae a un hombre al cual le gustan los hombres? La misma pregunta pero al revés la tendría para las mujeres lesbianas.

      –Para mí todo este mundo es un misterio, una subcultura.

      –Me gustaría saber exactamente cómo son las relaciones sexuales de las personas transexuales operadas completamente.

      –En cuanto a los trans, ¿qué se siente cuando estás dentro de un cuerpo que no corresponde a lo que sientes que eres? Tiene que haber tanto sufrimiento...

      –¿Cuándo y cómo se decide quién asume el papel de hombre en las relaciones sexuales, o es indiferente?

      –¿Cómo se sienten ellos ante los heteros?

      –¿Por qué muchos han de ajustarse a modelos concretos? ¿Por qué se ajustan a tantos estereotipos?

      –¿Existen los bisexuales de verdad, o en realidad son gays que no terminan de aceptarse a sí mismos? ¿Hay diferentes grados de bisexualidad? Es decir, un cuarenta por ciento me gustan los chicos, y un sesenta, las chicas, por poner un ejemplo...

      –En el tema de los que tienen el VIH. ¿Realmente son responsables con ello? No solo en sus relaciones, a veces creo que no lo dicen y tienen cuidado solo de manera unilateral, pero creo que deberían decirlo por seguridad y respeto. Sé que es un tema delicado... Sería interesante que pudieran hablarlo de manera natural y no se sintieran culpables, “sentenciados” o como si tuvieran que confesar algo. Más información y naturalidad sobre este tema nos ayudaría a todos para saber cómo actuar.

      –¿Alguno se ha vuelto bi por aburrimiento con su pareja o por el morbo de experimentar algo diferente? Si es así, ¿somos todos potencialmente bisexuales?

      –¿Es posible que por tratarse de relaciones entre dos hombres sean más promiscuos e infieles en sus relaciones de pareja?

      2.¿Cuáles son las cosas que el hombre gay, bi y trans no se atreve a compartir con la familia, amigos y compañeros de trabajo?

      –Mis gustos, preferencias.

      –Decir que me gustaría formar una familia homoparental con la pareja que escoja.

      –Decir que somos pareja abierta.

      –A mi familia no me atrevo a contarle nada, y a mis amigos heteros y compañeros de trabajo, bastante poco, y solo con algunos.

      –Los detalles de las relaciones íntimas, mi intimidad sexual y emocional en general. Con los compañeros de trabajo no suelo compartir aspectos de mi vida privada en general.

      –En mi caso, mi madre nunca va a querer escuchar de mi boca que soy gay aunque sé que lo sabe perfectamente.

      –Con mis amigos tengo absoluta libertad y tranquilidad para hablar con ellos de cualquier tema, incluso de asuntos sexuales. Y con el resto de personas que no son amigos cercanos, la verdad es que tampoco vaya dando mucha información, ni de mi vida por ser gay, ni de otros asuntos que nada tienen que ver con mi orientación sexual.

      –A mi familia no me atrevo a contarles las cosas íntimas, ni mostrar momentos de ternura entre nosotros delante de ellos.

      –Mis gustos sexuales, mis fetiches, lo que hago en la cama. ¿A quién le importa?

      –Temas más relacionados con mi relación de pareja. A veces aparento que todo va bien, cuando no es así.

      –La verdad es que tengo mucha complicidad con la gente que me rodea y, al igual que ellos y ellas me hablan de sus cosas, yo hago lo mismo, con total normalidad y de forma espontánea.

      No sé si te lo habíamos dicho antes, pero tenemos un regalo para ti. Dentro de este libro hay una mini novela escondida a modo de relatos cortos detrás de cada capítulo, un secreto más... Todos los relatos están basados en hechos reales pero usando nombres distintos. Puedes leerlos en orden, aunque también de manera independiente y hasta desordenada. Te presentamos la historia de Jorge y sus vivencias...

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      Cuando conocí a Nahi...

      Nahi sale de la academia donde es profesor de español. Es viernes, hace el frío que puede hacer a las 10 de la noche en una ciudad como Berlín, en


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