El orden de la existencia. David Martín Portillo

El orden de la existencia - David Martín Portillo


Скачать книгу
ir tejiendo su colosal objetivo.

      Poco más tarde, con distintos eventos y conferencias para las fieles a Médula, se les inculca su doctrina, explicando que el hombre ha ido destruyendo la humanidad. El sexo masculino no tenía demasiada fuerza en los distintos estamentos gubernamentales, por lo que no había forma de desmantelar esta traición sin pruebas.

      Año 3004. 1 de enero.

      Sieva, descendiente de Retra, llega a la cúpula de la jerarquía militar y a sus 32 años planea la destrucción de la raza humana, portadora del cromosoma Y con un virus programable. Este virus está creado por las científicas huérfanas, que son acogidas y apoyan a Sieva con plena fe. Llamada Luz de Diamante bajo su mandato por los habitantes y dotada con tecnología de clonación intelectual, Sieva implanta su mente en las integrantes de Médula, haciéndolas creer que era un experimento para la mayor absorción de datos.

      29 de febrero. Pentacentenario del régimen de Retra.

      Lanzamiento de la misión «Aqua Munda», que consistía en contaminar los océanos para que más tarde, tras la absorción de las nubes, estas descargaran, contaminando así los ríos, lagos, embalses y demás emplazamientos de agua. Esta sería ingerida con el virus anteriormente referido.

      Pasado un mes, los medios de comunicación empiezan a dar la alarma de una nueva pandemia, pero sin averiguar el origen. Este virus, que busca un huésped macho con genética humana, es reabsorbido y desechado por el cuerpo y, además, resulta indetectable. La alteración termina por provocar la insuficiencia cardiaca, llevando al hombre a la muerte.

      Se ponen a disposición de las mujeres establecimientos habilitados para dar conferencias, reuniones y apoyo psicológico sobre cómo afrontar esta situación para la que ni las propias doctoras están preparadas. Todo esto está calculado para que se les repartan documentos publicitarios y agua con una sustancia oral o tópica que les hace sentir repulsa hacia los hombres. Esto va afectando al pensamiento de las mujeres. Comienza la era de Sieva.

      Un año después…

      Luz de Diamante comunica al pueblo que pondrá a disposición todos los medios necesarios para averiguar el motivo de la muerte de nuestros padres, maridos e hijos, mintiéndole a la humanidad y manteniendo la teoría de terroristas a nivel mundial o de una enfermedad jamás soñada.

      Año 3010.

      Pasa un lustro y Luz se ha hecho con el control total de Europa y gran parte del mundo desde Berlín (Alemania). No hay hembra que no esté en sus dominios, o eso cree ella. Empieza a convertirse en una dictadora y si alguien no acepta las leyes de Médula, es encarcelada, desaparece o muere.

      Mantiene machos alfa en cautiverio como especímenes de procreación de alta calidad (los Sometidos). Solo ella y sus más allegadas pueden ser fecundadas por el método tradicional, siempre en secreto, mientras que el pueblo solo es inseminado con métodos de esta era. Las mujeres elegidas con un rango de vitalidad entre 8 y 10, sean militares o ciudadanas, tienen privilegios especiales si se presentan voluntarias para ser madres.

      Pero surgen complicaciones inesperadas para la más grande de Médula, como el caso de mujeres que logran escapar o son exiliadas más allá de los Campos de la Protección, hombres inmunes, nacidos libres, etc.

      Se crean reductos rebeldes que sospechan de Sieva (El Grito). Así la llaman, porque donde aparecen sus tropas, siempre se escucha a alguien lamentarse o gemir, ocultándole al pueblo cualquier noticia de enfrentamientos.

      En Nueva Zelanda, Elel e Ídem, hermanos de Sieva y separados al nacer por motivos de supersticiones y visiones de su madre Esperanza, estudian la enfermedad. Elel descubre en una de las bases secretas de la República El Cambio que uno de los cuerpos congelados de un hombre traído de manera clandestina contiene restos de un virus desconocido hasta ahora.

      Capítulo 1

       INQUIETUD

      Año 3011, 28 de febrero, 7:00 a. m. Teufelsberg. Montaña del Diablo, Berlín (Alemania). Centro jerárquico. Sala de control de población.

      La Zafiro Eva controlaba las tareas que tenía asignadas, dando prioridad a la disciplina del pueblo mientras miraba en las múltiples pantallas cómo vivía la gente. En un momento dado se dirigió a una subordinada:

      —¿Cuánto queda para tener la célula? —preguntó la Zafiro Eva.

      —Señora, colóquese en el escáner y atienda a las instrucciones. Las que trabajamos en este proyecto no podemos acceder a ciertos archivos y estancias, solo las de nivel de seguridad 4 pueden saberlo todo —contestó la Mercurio Kaina.

      —Mi nivel es 3, pero esa información sí me es concedida.

      —El sistema exige que escaneemos a toda hembra cuando se necesite información sobre el proyecto «Aleluya» para su autentificación como método de seguridad por una posible usurpación de identidad. También se guarda en registro el historial de fecha, el individuo, el sector de información requerido sobre el proyecto, etc.

      A esta Zafiro se le dilataban las pupilas cuando se le comunicaba en la cabina estanca que la estimación de la fabricación de la célula era de unos seis meses. Se trataba de una ferviente discípula de Sieva, y no sabemos con certeza si odiaba a los hombres casi tanto como ella. Su mayor deseo era la finalización de ese proyecto para no tener que utilizar ni un espermatozoide de los machos.

      La Diamante Europa entró en la sala y Eva gritó en voz alta:

      —¡En pie!

      —¡Continúen! ¿Novedades? —preguntó Europa.

      —Mi Diamante, en la zona de Zugspitze hay unas balizas que han dejado de emitir y voy a enviar un pelotón para aclarar la falta de comunicación. Hemos mandado varios drones y cuando se acercan a este sector, caen como si existiera un pulso electromagnético continuado o alguna actividad eléctrica los hiciera funcionar mal. Señora, yo iré con ellas.

      —¡No! Tu trabajo es controlar desde aquí —ordenó Europa.

      —Señora, con el debido respeto, tengo un principio: estar en las irregularidades desconocidas.

      —Por esta vez, ve. Sé que te gusta salir. Procura volver pronto y con información. Te necesitamos aquí.

      Zona activa

      De vigilancia permanente, era una zona en la que siempre estaban preparadas para la misión que encomendasen, donde no solo se encargaban del equipo y el material que evaluaban necesario, sino también de la logística y la estrategia. Para ello, necesitaban una dilatada y detallada información.

      —Quiero un pelotón de 12 unidades, formado por cuatro exploradoras, dos tiradoras con armas letales no electrónicas, dos tiradoras con armas sedantes, dos ojos del cielo y dos Argentum controladoras, todas dispuestas para salir en dos horas

      Tras explicarle a su subordinada los detalles de la misión, Eva se dirigió a sus estancias en el Hogar de los Cristales.

      En los recintos de Luz de Diamante existían muchas cámaras y pasadizos que unían diferentes lugares entre sí, además de alguna salida de emergencia secreta que solo conocían ella y unas pocas más.

      Luz estaba en su dormitorio con dos Firmes, miembros de la guardia personal de mujeres de plena confianza de Médula, que llevaban sujeciones magnéticas para esta sala con gravedad regulable. Allí copulaba con alguno de los Sometidos a su elección, bajo la vigilancia de las antes mencionadas y, de momento, sin ánimo de procreación, solo por placer, disfrazando estos encuentros como parte de castigo, humillación e información, como si de un interrogatorio se tratase. Los cautivos pasaban por unos exámenes físicos y psíquicos exhaustivos.

      La luz era apropiada. El sonido ambiente resultaba embriagador. Las paredes, el techo y el suelo proyectaban una naturaleza tal que parecía que estuvieras allí mismo. Había espejos por doquier y su gata negra la miraba fijamente mientras ronroneaba. En ese momento, Luz fue interrumpida y alertada.

      —¡Señora,


Скачать книгу