¡Chau desorden!. Cintia Peralta Martin

¡Chau desorden! - Cintia Peralta Martin


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de cumplir nuestros roles de forma eficiente y eficaz, sin dejar de lado las tareas fundamentales (como la crianza de nuestros hijos, tiempo especial con la pareja, descanso, etc.).

      Hay personas que se escudan detrás de “mi desorden en el hogar, es porque en mi casa se vive, y se disfruta”. ¡En mi casa también se vive y se disfruta!, pero también se mantiene la limpieza y el orden, porque una cosa no quita la otra.

      ¡Que las miles de excusas que puede elaborar tu mente (muy tentadoras por cierto) no te desenfoquen de esta transformación que estás iniciando!

       HOJA DE RUTA

       Preguntas para averiguar la temperatura de tu vida y hogar

      1) ¿Alguna vez se te ocurrió que podrías “sectorizar” tu vida y tu hogar para cumplir tus metas poco a poco? ¿Crees que puedes llevarlo a cabo?

      2) Para “sectorizar” es fundamental tomarse un tiempo, así como cuando “priorizamos”. ¿Dedicarás tiempo especial de planificación? Menciona día y horario para poder incluirlo en tu agenda.

      3) En todo este tiempo hemos estado aprendiendo mucho, ¿has podido ir aplicando lo leído? ¿Qué actividades aún te cuestan?

      4) Hablando de tu vida, ¿qué quieres mejorar?, ¿qué quieres lograr a corto, mediano y largo plazo?, ¿qué motivación encuentras para lograrlo?

      5) Hablando de tu hogar, ¿qué merece tu atención urgente?, ¿qué quieres mejorar?, ¿qué sectores necesitan tu accionar?

       ¡Manos a la obra!

      a) Para armar tu propio modelo de sectorizaciones de tu hogar, la lista será fraccionada por día, y cada día debe tener un “bloque de quehaceres”. Debes identificar cada espacio de la casa, desmenuzar cada tarea que debe hacerse en ese espacio, y asignarle un día o dos para hacerlo.

      Gran error: Hacer una lista muy extensa y que involucra muchas áreas de la casa.

      Por ejemplo: Espacio “Living-Comedor”, su “bloque de quehaceres”: barrer, lavar el piso, limpiar los muebles, ordenar lo que está fuera de lugar, etc. Otra área es la “Cocina” con su “bloque de quehaceres”: también barrer, lavar el piso, lavar los platos, secarlos, guardarlos, acomodar el cajón de los utensilios, limpiar el refrigerador, hacer el menú semanal con su lista de compras, etc.

      Una vez hecho esto, debes elegir qué día te gustaría hacer cada actividad, y eso dependerá de tus rutinas y del tiempo que eso requerirá.

      b) Haz tu propio PLAN DIARIO, SEMANAL, MENSUAL Y ANUAL sobre tu vida.

      c) Haz tu propio PLAN DIARIO, SEMANAL, MENSUAL Y ANUAL sobre tu hogar.

      a) Ten un cuaderno especial en donde ir anotando tus avances, y comprométete a llevarlos a cabo.

       ¡Resumiendo!

      • La mejor manera que existe para tener todo ordenado es haciendo un poco cada día y asignando días para realizar las tareas.

      • Esto se puede llevar a cabo planificando la limpieza y el orden semanal, mensual, estacional y anual.

      • Planificar tus metas de vida a corto, mediano y largo plazo es la forma ideal para llevarlas a cabo, y así medir los resultados obtenidos.

      Capítulo 4.

      Clave 4 - Empezar

      Habiendo puesto en palabras lo que sentía, Martina pudo seguir avanzando al próximo nivel, tanto en su vida como en su hogar.

      En su empleo también realizó algunos cambios muy positivos. Cuando recibe la lista de pendientes que su jefe ha elaborado para ese día, ella los enumera por orden de prioridad, y al lado de cada tarea escribe el tiempo máximo que le demandará cumplirla.

      De esa manera trabaja mucho más enfocada, tarea por tarea, y desde que implementó este método, empezó a poder cumplir las tareas extras que su jefe añadía a la lista. Eso le daba mucho más ímpetu, y ánimo, ya que podía iniciar y concluir sus días laborales con la mayoría (o todas) sus tareas terminadas.

      Con días más productivos en el trabajo, está mejor predispuesta anímicamente. Pasa a buscar a su hijo del colegio, y cuando llegan a su casa, prepara una merienda mientras conversa con su pequeño.

      ¡Haber hablado con la familia, sin dudas fue positivo! Al poder sincerarse con su marido e hijo, Martina destapó el canal de comunicación familiar, y ahora todo fluye mucho mejor.

      En su hogar, empezaron los cambios también. Luego de la merienda, y la charla, mientras su hijo se baña, ella se fija en su lista de quehaceres (ahora ama las listas) para hacer algo antes de preparar la cena.

      Su marido llega a veces para la merienda, otras veces un poquito más tarde y en algunas ocasiones puede trabajar desde su casa.

      A nivel familiar y organizativo, como los horarios son todos diferentes, les ayudó mucho tener una lista general, de todo lo que hay que hacer en la casa, y una lista particular, de cada miembro de la familia. Porque así, cada quien sabe de antemano lo que tiene que hacer en el día, y en la semana, sin que nadie dé las órdenes (y por lo general a los gritos).

      Martina se dio cuenta del desorden que había en su hogar, y de que eso también afectaba en su vida. Ella lo puso en palabras, habló con los demás, y juntos elaboraron un plan para priorizar, y sectorizar, los ámbitos de su vida y de su hogar que requieren acción inmediata. Y lo fundamental, no se quedaron en palabras, sino que ¡empezaron!

      Es por eso que hago tanto hincapié en que no servirá de mucho comenzar sin una estrategia y sin rumbo fijo, porque eso te llevará a la frustración y a sentir que jamás podrás tener tu hogar y tu vida en orden.

      Avanzar a tu ritmo es una muy buena señal de que el orden y la organización están llegando para quedarse.

      Hacer “lista de pendientes” o “listas de quehaceres” te ayudará siempre que enfrentas una tarea que parece imposible.

      Una forma muy práctica de saber la cantidad de tareas que puedes hacer en un día es sabiendo cuánto te lleva, aproximadamente, empezar y terminar.

      Quizás al principio no sepas cuánto tiempo dedicas a cada una de ellas; por eso te sugiero que a medida que vayas haciendo las tareas, anotes cuánto tiempo te llevó hacerla y terminar cada una. Te recomiendo usar un cuaderno especial para eso, así vas haciendo el “inventario de tareas propias”. Lo mismo deben hacer los demás miembros de la familia, solo hasta que puedan anticipar cuánto tiempo les tomará realizar cada actividad.

      Con tu lista en mano, tus prioridades ordenadas y los sectores bien definidos de tu hogar, lo siguiente que te recomiendo hacer es buscar tres contenedores (del tamaño y el material que desees), y cada cual rotulado de la siguiente manera: Donar, Vender, Descartar. En ellos irás colocando todo aquello que ya no quieras seguir conservando, ya sea que lo regales, lo vendas o lo descartes; no formarán parte de tu día a día.

      Es como ir de compras en tu propia casa, separando lo que sí te gusta, lo que no; lo que sí quieres y lo que no.

      Esto te permitirá liberarte de muchas preocupaciones, e incluso de sentimientos del pasado, y de lo que te ata.

      Aprender a soltar no es fácil, puedes estar tan aferrada a los bienes materiales que pueden dificultar este proceso de “despedida”. Sin embargo, es liberador (puedo decírtelo con plena certeza, porque he estado en ese lugar).

      A medida que vas avanzando en esta tarea fundamental, te vas a ir sintiendo mejor, más libre y sobre todo con más espacio.

      La mayoría de las veces trato de hacer este tipo de descarte sola, porque cuando hay otra persona (que puede ser la familia, amigos, cónyuge,


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