Principios prácticos de medicina paliativa y del dolor. Guillermo Eduardo Aréchiga Ornelas
el domiciliario y la atención de urgencia.
•Objetivo. Establecer los criterios y procedimientos mínimos indispensables que permitan prestar servicios de cuidados paliativos a los pacientes que padecen una enfermedad terminal.
•Campo de aplicación. Observancia obligatoria en todo el territorio nacional para todos los servicios de atención medica de los sectores público y privado que cuenten con un área para la prestación de cuidados paliativos.
Definiciones | |
---|---|
Calidad de vida | Condiciones físicas, psicológicas y sociales concretas que permiten al paciente en situación terminal actuar de acuerdo a sus objetivos. |
Claudicación familiar | Desajustes en la adaptación de la familia a la condición del enfermo, que provocan angustia, depresión y que llevan al abandono del cuidado del enfermo. |
Cuidados paliativos | Cuidado activo y total de aquellas enfermedades que no responden a tratamiento curativo. Control del dolor y otros síntomas como atención psicológica, social y espiritual. |
Obstinación terapéutica | Adopción de medidas desproporcionadas o inútiles con el objeto de alargar la vida en situación de agonía. |
Enfermo en situación terminal | Persona que tiene una enfermedad incurable e irreversible y que tiene un pronóstico de vida inferior a seis meses. |
Prescripción y prestación de cuidados paliativos | ||
---|---|---|
Prestación de cuidados paliativos | Atención y asistencia domiciliaria ambulatoria hospitalaria | Atención hospitalaria |
Toda persona que padezca una enfermedad evolutiva e incurable requiere de cuidados paliativos. | El domicilio del enfermo es considerado como el sitio más adecuado para la prestación de los cuidados paliativos. | Pacientes con enfermedades progresivas, dolor o síntomas físicos o psicológicos severos, que no sean controlables con las medidas establecidas para los cuidados ambulatorios |
El médico deberá promover que el paciente reciba los cuidados paliativos en su domicilio. | Aplicar protocolos de tratamiento para brindar cuidados paliativos generales y específicos. | Los establecimientos de atención en los que se presten servicios de cuidados paliativos deberán contar con áreas para la evaluación y atención médica especializada en procedimientos intervencionistas para el control del dolor y síntomas asociados. |
Él evitara incurrir en obstinación terapéutica. | ||
Procurará que el enfermo reciba los cuidados paliativos en un enfoque inter-multidisciplinario. | El médico tratante será responsable de explicar detalladamente las causas de los principales síntomas que se prevé puedan presentarse. | En el caso de una urgencia médica y exista incapacidad para expresar su consentimiento, en ausencia de un familiar, en términos de las disposiciones jurídicas aplicables, la decisión de aplicar un tratamiento o un procedimiento quirúrgico, será tomada por el médico tratante. |
Valorar y atender en forma oportuna el dolor y síntomas asociados. | ||
El enfermo tiene derecho a solicitar la suspensión voluntaria del tratamiento curativo y el inicio del tratamiento paliativo (artículo 166 bis 5 Ley General de Salud). |
La atención ambulatoria
El enfermo en situación terminal y sus familiares deben recibir atención, soporte y apoyo necesarios para solventar las crisis que pudieran llegar a presentarse en el domicilio.
SOL URBINA GUTIÉRREZ
Se debe considerar de gran importancia utilizar un lenguaje en común que favorezca la comunicación a través de la comprensión conjunta de términos. Esta comunicación debe ir en distintas direcciones, en donde se incluye a los profesionales de la salud, los familiares y/o cuidadores y el paciente. Un lenguaje en común unifica esfuerzos y favorece en aspectos como toma de decisiones, planificación de cuidados y comprensión de la situación real del paciente:
•Enfermedad terminal. Aquella fase avanzada, progresiva, incurable, que se acompaña de síntomas múltiples, intensos, generalmente de origen multifactorial y dinámicos, con gran repercusión en la autonomía y aspecto emocional en el paciente, la familia y el equipo terapéutico, con poca a nula respuesta al tratamiento específico, con pronóstico de vida menor a los 6 meses.
•Moribundo. Aquellos a quienes les restan meses o días de vida, portadores de alguna enfermedad incurable o terminal. Paralelamente a los trastornos psicobiológicos que el paciente va presentando es probable que el equipo de salud que está a su cargo experimente sensación de decepción, agregándose al padecimiento aislamiento social por parte del paciente en sus últimos días.
•Desahuciado. Aquel paciente que se encuentra ya fuera de tratamiento curativo, pero que no se deja en la orfandad del manejo; es susceptible de recibir tratamiento paliativo para el control de síntomas y manejo de confort, en pro de mejorar su calidad de vida y que llegue al final con la mayor dignidad posible.
•Preagónico. Se presenta casi al final de la vida, el paciente inicia con cambios biopsicológicos y se encamina hacia la fase agónica. En esta etapa el paciente cuenta con lucidez mental para tomar las decisiones pertinentes concernientes a lo que él desea suceda al final de su vida.
•Agónico. Paciente en el cual ya se iniciaron cambios psicofísicos que preceden a la inminente muerte, que pudiera suceder en el corto plazo, habitualmente durante el plazo menor a una semana. Se encuentra en un periodo transicional entre la vida y la muerte, a nivel clínico hay evidente deterioro del estado físico, progresivo, hasta la postración; presenta disminución del grado de conciencia, disminución hasta la pérdida de la capacidad de la ingesta oral, estreñimiento, retención urinaria, afección vascular manifestada con insuficiencia circulatoria (frialdad, livideces), alteración hasta llegar al colapso de sus signos vitales; de igual manera se altera su ritmo respiratorio (taquipnea, pausas de apnea, respiración superficial y la aparición de estertores agónicos), hasta llegar al colapso cardiaco, mismo que sucede en horas o días.
En el paciente adulto es posible utilizar la escala de Menten, que evalúa ocho campos: nariz fría, blanca; labios cianóticos; estertores; apneas de +15 segundos; livideces; extremidades frías; somnolencia por +15 horas/día; presencia de anuria. Entonces, a manera de pauta, su utilidad radica en que puede orientar en 90% de los casos, en los que el deceso se situaría en un rango menor a los cuatro días.
•Calidad de vida. Se relaciona con los valores, la historia y experiencia personal. Como profesionales de la salud resulta frecuente que asociemos la calidad de vida con el estado funcional y de salud del paciente en cuestión, sin embargo, en la práctica no ocurre así porque si bien ambos aspectos intervienen, el término va más allá, pues integra las relaciones sociales, las condiciones ambientales, de vivienda, la situación económica y las oportunidades culturales.
•Dignidad. Hace alusión a la valía, honor o el ser merecedor de algo; traspolado,