El sonido del silencio. Ko Chang Soo
La agitación del tiempo
distorsiona
su cara
medio hincada fuera de la realidad.
La balanza del tiempo
centellea
en mis ojos somnolientos,
en mis ojos andariegos.
Dejadme cultivar un jardín de voces,
un coro de sueños soñados y mi lengua tribal.
Liberad este estoicismo de silencio
para verterlo en la cacofonía del canto,
deletreando un glorioso sinsentido.
Dejadme cuidar una alameda de canciones de cigarras
esparcidas en un lecho de fulgores estelares.
En esta tarde lluviosa
las rosas del ventanal
ensombrecen mi descanso.
El respiro de mi adorado perrito
llena la habitación.
Cuando todos los sonidos abandonan el cuarto
el silencio domina sin rivala verdadera forma te liberará
de tierra, agua, fuego y viento.
Tierra, agua, fuego y viento serán tuyos al final.
Tu mente es parte de la mente cósmica.
Tu mente es una llama encendida en la llama cósmica.
Una vez después de que reconociste la tierra de Shilla,
a través del anillo de oro puesto por la reina Sondok
en el pecho del difunto Chi-kyu.1
La gente de Shilla contempló
desde el observatorio de Chumsungdae2
los cielos en llamas
y el nirvana y el samsara transmigrando.
Los pájaros que mis ojos contemplan
son los mismos pájaros que observas día a día
dando vueltas sobre el pueblo, o cruzando el río.
Sólo mis pájaros profieren conjuros penetrantes
y no dejan sombras en tu tierra.
Nirvana es samsara, samsara es nirvana.
Luz y sombra no son divisibles.
Dolor y placer son manifiestos en tu tiempo-espacio
y se manifiestan en el mío.
Presencia y ausencia no son divisibles.
Ellas encienden sus llamas una de otra.
Tu eres un bailarín de cuerda floja.
Enlazas un momento a otro momento precario
con deslumbrante agilidad.
Pero si realmente puedes escoger
podría fundir tu momento
con tu eternidad y la mía.
4
Cuando retrocedí de mi apego a las cosas
la Verdad estaba allí en la pavorosa luz
mirándome a la cara con asombro,
haciéndome sentir escalofríos.
Tu vida es un rizo de agua en el océano.
Pero es parte integral de los mares
de donde viene y adonde regresa.
Es la mejor imagen que puedo ofrecerte.
La verdadera imaginación determinará el curso de tu viaje.
Existe una fatal equivocación de tu parte.
La continuidad no está en la naturaleza de las cosas.
No es más que tu perseverancia,
la creencia que deseas.
Cultiva tu amor y tu humildad
con todo tu corazón.
Aprende a amar tu propio karma
y el de tu prójimo.
Con tus ojos de soledad
enarbola las llamas de tu existencia.
En tu pueblo natal
cultiva la oscuridad con todo el corazón y el alma.
Sólo a través de la extinción puede discernirse la muerte.
Presencia y ausencia van de la mano.
Hónralas al mismo tiempo.
Abandona los deseos de logro.
No hay logros
pues no hay nada para ser logrado.
Toma tu taza, ofrece tu taza
con la mayor devoción.
Puede ser tu última taza en esta vida.
Tu único propósito aquí es cumplir tu karma.
Lo esencial es despertar tu mente.
Concéntrate en el aquí y en el ahora.
En tu instante brilla la eternidad.
En tu instante brilla la eternidad.
La luna vierte su luz en el arroyo.
Vierte el arroyo su luz en la luna.
Encierras la Verdad en tu mano
¡pero no puedes verla!
1 La reina Sondok gobernó entre 632 y 645, época durante la cual entró el Son (Zen) a Corea. Según la leyenda, la guardia de la reina, cuando ésta se dirigía a la pagoda de Punhwang-sa en Kyongju, apartó bruscamente al mendigo Chi-kyu. Este reaccionó gritando que amaba a su reina y que si lograra verla una vez más moriría tranquilo. Cuando terminó la ceremonia, la reina a su regreso vio a Chi-kyu plácidamente dormido a la sombra de la pagoda. Sintió piedad de él, se detuvo y puso su anillo de oro en el pecho del mendigo. Éste despertó con gran euforia y en tal frenesí, que su cuerpo ardió hasta consumirse mientras su espíritu entraba al nirvana.
2 Observatorio astronómico situado en Kyongju, construido en el año 647.
Arrancada de su propio espacio y tiempo
y colocada en un florero
abandona la flor sus alas fulgurantes
a su mismo y propio espacio y tiempo.