Manual de las pruebas musculares. Hans Garten
irradiado y fenómenos mediados por el sistema nervioso autónomo.
•La morfopatología de los puntos gatillo se caracteriza por anclajes de actina-miosina como signo de la relajación insuficiente tras la contracción y, si persiste más tiempo, por alteraciones degenerativas de las fibras musculares (BERGSMANN y BERGSMANN, 1997).
Punto gatillo miofascial latente
Con respecto al dolor espontáneo es clínicamente latente y sólo duele a la palpación, provocación, en el estiramiento y la contracción muscular. En consecuencia, frente al punto gatillo activo no se presentan límites claramente definidos.
Punto gatillo miofascial activo
El punto gatillo activo puede transmitir en reposo un patrón álgico (“dolor irradiado o referido“) específico del músculo. Un punto gatillo activo siempre es sensible, impide la elongación completa de un músculo, debilita el músculo, suele transmitir dolor por compresión directa, propaga una reacción de tic o contracción local de las fibras musculares cuando se estimula correspondientemente y, a menudo, da lugar a un fenómeno autónomo especial transmitido de vasomotricidad y sudoración.
Cadenas de disfunción
Las cadenas de función muscular reciben una inervación motora y sensitiva predominantemente de las mismas raíces o de raíces vecinas. A menudo, los puntos gatillo en un músculo proximal dan lugar a puntos gatillo satélites en los músculos más distales de la misma cadena. Esto mismo también puede producirse en dirección inversa. Un elevado número de puntos gatillo se corresponde con puntos de acupuntura, que, en consecuencia, permiten atribuir la cadena de función muscular a un meridiano del sistema de acupuntura. En este caso, puede hablarse de “meridianos tendinomusculares” (GARTEN, 2012). En el meridiano afectado, se localiza un “punto distal“ típico que puede influir en toda la cadena. Estos puntos distales quedan reflejados en las figuras.
Transmisión del dolor
A grandes rasgos, la transmisión del dolor también sigue el segmento sensitivo cutáneo y puede correlacionarse con un meridiano.
Diagnóstico y tratamiento
Con frecuencia, los síndromes miofasciales ya pueden diagnosticarse en la prueba muscular manual. A menudo, en la prueba sin provocación adicional (prueba en vacío), estos músculos ya presentan una inhibición dolorosa (hiporreacción), ya que la contracción da lugar a la activación de los puntos gatillo. Si el músculo no está debilitado, sólo puede diagnosticarse la hipertonía mediante una prueba manual tras la provocación diagnóstica anterior. Después de estirar un músculo hipertónico potente, éste pasa a ser hiporreactivo en la prueba manual (GOODHEART, 1979).
Además de la palpación, la forma clásica del diagnóstico de los trastornos miofasciales es el estiramiento del músculo, la comparación de la longitud con el lado contralateral y una norma empírica. Se describen y muestran las posiciones de estiramiento. Además de la punción mencionada (“Dry needling”), el “fascial flush”, el masaje y las técnicas osteopáticas de descarga miofascial, pueden aplicarse técnicas de energía muscular (LEWIT, 1992; MITCHELL, 1995-1999). La técnica más habitual es la relajación postisométrica (RPI), que consiste en llevar el músculo a un umbral de estiramiento, mantenerlo contraído mínimamente durante siete a diez segundos y después llevarlo suavemente durante diez segundos al nuevo umbral sin estirar activamente. Para más detalles, ver LEWIT, 1992; MITCHELL, 1995; GARTEN 2012.
Disfunción tensión-contratensión (Strain-Counterstrain)
La disfunción tensión-contratensión se trata de una forma especial de hipertonía muscular o probablemente sólo de una forma especial de tratamiento que fue descrita por JONES (1981). El principio reside en mantener el músculo que muestra al menos un punto doloroso (tender point; que, a diferencia del punto gatillo no da lugar a la transmisión del dolor) en una posición de acortamiento durante 90 a 120 segundos, con lo que debe conseguirse una reducción del dolor en dicho punto de como mínimo un 70%. En este libro, no se muestran por separado las posiciones de acortamiento, ya que se deducen fácilmente de la posición de prueba del músculo, en la que se cambia de la posición de acortamiento media a la posición de acortamiento casi máxima.
Síndrome reflejo espondilogénico
El síndrome reflejo espondilogénico fue publicado por SUTTER y DVORÄK (SUTTER, 1975; DVORÄK y DVORÄK, 1991).
En las disfunciones vertebrales segmentarias, así como en los trastornos de la articulación sacroilíaca, se presentan reacciones de hipertonía en un grupo muscular específico que, sin embargo, no suele corresponderse con el segmento irritado en el sentido de origen, inserción o inervación. Las aferencias de este arco reflejo proceden de los nociceptores de las facetas de la articulación irritada. Las relaciones entre la tensión muscular y el segmento irritado se determinaron sistemáticamente a través de la irritación experimental (por ejemplo, mediante la inyección de soluciones salinas hipertónicas o agua destilada).
Cuando se palpa un músculo hipertónico, también hay que pensar en un problema reflejo espondilogénico, en el que las medidas locales del tratamiento muscular no son eficaces. Por este motivo, se indican las correspondientes relaciones reflejas espondilogénicas.
Resumen
Fundamentalmente, existe una secuencia lógica en el origen de la cadena de causa-efecto de la disfunción muscular. La Cinesiología Aplicada se basa en la filosofía de que al principio de esta cadena existe una inhibición muscular, es decir, un músculo hiporreactivo. Lo que hay que hacer es localizar este problema inicial y tratarlo. A continuación, es necesario comprobar si
1. Los antagonistas de los músculos hiporreactivos primarios tienen un síndrome miofascial, lo que significa que, a falta de una inhibición suficiente por parte del músculo inhibidor primario (inhibición agonista-antagonista), se encuentran acortados hipertónicamente.
2. Los sinergistas de los músculos hiporreactivos primarios presentan un patrón de tensióncontratensión (strain-counterstrain) como expresión de su sobrecarga. Esto es aplicable sobre todo a deportistas cuyas lesiones no se han tratado suficientemente; si retoman demasiado pronto el “entrenamiento” de los músculos lesionados, pueden formase estereotipias de sustitución con sobrecargas.
Es evidente que básicamente esta cadena puede haberse producido en otra secuencia: por ejemplo, puede haberse dado una hipertonía muscular por una disfunción articular como una nocirreacción, cuya consecuencia es una inhibición excesiva de los antagonistas. En general, también suele afectar a los sinergistas.
Por lo tanto, no existe un patrón rígido, sino sólo ciertas líneas directrices.
Bibliografía
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Bergsmann, O. y R. Bergsmann (1997). Projektionssyndrome. Wien, Facultas.
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Chaitow, L. (1988). Soft-Tissue Manipulation. Wellingborough, Thorsons.
Chapman, F. (1936). An Endocrine Interpretation of Chapman‘s Reflexes, Owens, C.
Dvorak, J. y V. Dvoräk (1991). Manuelle Medizin, Diagnostik. Stuttgart, Thieme.
Garten, H. (2012). Lehrbuch Applied Kinesiology: Muskelfunktion, Dysfunction, Therapie. 2. Aufl. Munich, Elsevier Urban & Fischer.
Gerz, W. (2000). Applied Kinesiology in der naturheilkundlichen Praxis. Wörthsee, AICSE-Verlag.
Goodheart, G. J. (1964). Applied Kinesiology. 20 567 Mack Ave., Grosspoint, MI, 482361655, USA, privatly published.
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