Traumatología deportiva en el fútbol. Juan José López Martínez
para el club), aunque la estructura médica no se pudo mejorar para la temporada siguiente (figuras 1.3 y 1.4).
En cuanto a la organización del servicio médico, necesité buscar colaboradores sin ánimo de lucro, que fueron de gran ayuda, y a quienes es de justicia mencionar ahora:
•Cardiólogo (Dr. Domingo Pascual). La figura del cardiólogo es esencial en los reconocimientos médicos y para conocer el estado físico de la plantilla. Aporta tranquilidad al grupo, debido a la gran sensibilización existente en torno a la muerte súbita del deportista.
•Radiólogo especialista en patología musculoesquelética (Dr. Parrilla). El radiólogo resulta de gran ayuda en la interpretación de las pruebas practicadas a los futbolistas profesionales.
•Podólogo (Pedro Rivera). Se requiere un podólogo para la prevención de lesiones relativas a problemas de pisada del futbolista y su tratamiento.
•Oftalmólogo (Dr. González Costea). Es básico que la visión de un futbolista sea perfecta, ya que en el terreno de juego precisa de grandes reflejos en todo momento. Para ello, el oftalmólogo revisa a toda la plantilla en pretemporada, y es el encargado del tratamiento de los traumatismos oculares de los futbolistas en competición.
•Clínicas concertadas (Sanitas Millenium y Mutua Laboral Fremap). Son básicas para la realización de las pruebas y para atender las urgencias.
•Médicos especialistas (endocrinos, neurólogos, cirujanos, hematólogos, urólogos, etc.). La atención al futbolista profesional ha de ser integral, y eso conlleva tener que tratar los problemas de salud del futbolista y de sus familiares, en todos los sentidos, de modo que se hace necesario disponer de múltiples contactos médicos para resolver sin espera los problemas del día a día.
Figura 1.3. Temporada del ascenso del Real Murcia C.F. a Segunda División A. Celebración de un gol por parte de todo el equipo
Figura 1.4. Eliminatoria de la Copa del Rey entre el Real Murcia C.F. y el Real Madrid en el estadio Santiago Bernabéu. Médico y fisioterapeuta, pendientes de la aprobación del árbitro para entrar en el terreno de juego a atender a un jugador lesionado.
Por otra parte, aunque no pude disponer de un recuperador en esa etapa, siempre lo he considerado una figura básica, por lo que lo aconsejo a cualquier médico de un equipo de fútbol profesional. El recuperador es la persona encargada de readaptar al deportista tras una lesión. Es el nexo del futbolista para la reincorporación a la actividad deportiva a un máximo nivel.
En resumen, lo ideal sería disponer del presupuesto de los grandes clubes, con múltiples profesionales que se reparten todas las áreas médicas, y poder elegir a tus compañeros; pero sabemos que esto solo es posible muy pocas veces. Así que hay que agudizar el ingenio y conseguir la mejor cobertura médica con los recursos existentes. Con todo, en cualquier momento y circunstancia, es básico mantener la ilusión en este deporte y en la profesión médica.
BIBLIOGRAFÍA
Brukner P, Khan K (1993). Clinical sports medicine. McGraw Hill, Nueva York; pp. 3-7.
Buettner CM (1998). The team physician’s bag. Clin Sports Med, 17:365-373.
Frontera WR (2008). Perspectiva general de la medicina deportiva. En: Frontera WR, Herring SA, Micheli LJ, Silver JK (eds.). Medicina deportiva clínica. Tratamiento médico y rehabilitación. Elsevier, Madrid; pp. 3-6.
Hill DW, Hill CM, Fields KL, et al. (1993). Effects of jet lag on factors related to sports performance. Can J Appl Physiol, 18:91-103.
Krabak BJ, Wait B (2008). Viajes con equipos deportivos. En: Frontera WR, Herring SA, Micheli LJ, Silver JK (eds.). Medicina deportiva clínica. Tratamiento médico y rehabilitación. Elsevier, Madrid; pp. 51-59.
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RECONOCIMIENTO MÉDICO DEL FUTBOLISTA PROFESIONAL
Dra. M.I. Álvarez Recio
Dr. J.J. López Martínez
INTRODUCCIÓN
Medicina y actividad física han estado ligadas a lo largo de los tiempos hasta llegar a nuestros días. La primera ley del deporte que aparece en España data de 1961 y es la denominada «ley Elola», por haber visto la luz pública durante el mandato del entonces delegado nacional de Educación Física y Deportes, José Antonio Elola Olaso (véase FEMEDE en la bibliografía). Ese mismo año nacía la Mutualidad General Deportiva, entidad que desde entonces ampara al deportista lesionado en nuestro país, excepto en el fútbol, deporte que tiene su mutualidad especial. A partir de ese momento se comenzó a exigir en la obtención de la licencia federativa un reconocimiento médico que determinara la aptitud para el deporte concreto que se quería practicar, pero no fue hasta la década de los ochenta, y coincidiendo con la obligatoriedad en España de realizar controles antidopaje, cuando se legisló la presencia de médicos en las plantillas de los equipos de fútbol profesional.
Esta normativa se recoge en el Reglamento General de la Real Federación Española de Fútbol. En concreto, el artículo 94 g) del Libro XI establece: «Tratándose de clubes de Primera, Segunda y Segunda División B, deben contratar los servicios de un profesional de la Medicina que, adscrito a su plantilla, tendrá como funciones específicas, además de las que se le pudieran exigir por parte del club, estar presente y de servicio durante el transcurso de los partidos y entrenamientos, y asumir las responsabilidades concernientes al control antidopaje. El médico deberá estar en posesión de una licencia específica que le acredite como titular de las funciones a que se refiere el apartado precedente.» Así mismo, por exigencia del Reglamento General, el artículo 361 en su apartado 5.º del Libro XXI establece: «Los clubes deberán notificar a la Comisión Antidopaje, al comienzo de cada temporada, la identidad de su médico responsable y de su eventual sustituto, indicando su especialidad y número de colegiado.»
En 1989 se funda en España la Asociación Española de Médicos de Equipos de Fútbol (AEMEF), que fue creada para la cooperación entre todos los profesionales médicos que ejercen su labor en equipos de fútbol, con la finalidad de que conjuntamente puedan plantear el estudio de los problemas específicos del ejercicio de la medicina en el ámbito de la práctica deportiva del fútbol (véase AEMEF [1] en la bibliografía).
OBJETIVOS DEL RECONOCIMIENTO MÉDICO
El reconocimiento médico del futbolista profesional es un acto médico que debería regirse por un protocolo que determinara si las condiciones de salud y posibilidades de rendimiento físico del futbolista son las adecuadas para la práctica del fútbol de manera profesional; por lo tanto, debería ser el punto de partida de la actividad deportiva del deportista y debería realizarse antes de su incorporación al deporte.
Así, el objetivo principal del reconocimiento médico es obtener información de la salud del futbolista y de su respuesta a la práctica deportiva, así como evaluar aquellos factores de riesgo que puedan afectar su salud o ser determinantes para un óptimo rendimiento deportivo (véase AEMEF [2] en la bibliografía).
PLANIFICACIÓN DEL RECONOCIMIENTO MÉDICO
El reconocimiento médico en futbolistas profesionales debería incluir, al menos, las siguientes valoraciones:
•historia clínica,
•exploración física,
•pruebas complementarias,
•análisis nutricional.