Manual didáctico de reglas de fútbol (Color). Rafael Clavellinas Delgado
verbal, el léxico, etc., contribuyendo a profundizar en el conocimiento de conceptos más complejos y abstractos.
Técnicas de estudio
El presente manual es una herramienta perfecta para preparar a técnicos, entrenadores, jugadores y árbitros en las diferentes pruebas que deben superar para su formación en relación con las Reglas de Juego y la normativa federativa. Por ello, en este punto se va a desarrollar una exhaustiva guía para enseñar cómo preparar el estudio y afrontar con éxito las posibles pruebas y evaluaciones que haya que realizar.
Es la costumbre de estudiar en un mismo sitio y a una misma hora. Cuando se hace algo de manera sistemática cuesta menos trabajo porque nos habituamos a ello; así pues, se debe estudiar de forma constante más que de forma intensa, es decir, es más conveniente estudiar unas pocas horas cada día que muchas horas los días previos al examen... Se recomienda estudiar cinco días a la semana, destinando otro día a recopilar y ordenar los apuntes, y otro a descansar.
Se debe confeccionar un horario en el que se registren los días, las semanas y las horas, y se deben registrar los días que se ha estudiado, los contenidos trabajados cada día, etc. Al principio, hemos de acostumbrarnos poco a poco a seguir el ritmo de estudio, comenzando los primeros días con media hora, después con una hora..., teniendo en cuenta que cada dos horas de estudio debemos hacer un descanso de 20 minutos, ya que, de lo contrario, nuestra capacidad de asimilación se vería afectada.
Igualmente, se recomienda estudiar siempre en el mismo lugar, lo que nos va a permitir organizar mejor los contenidos de estudio. Para ello, la mesa debe estar despejada; todo lo que vayamos a necesitar ha de estar a mano (papel, libros...); la luz debe ser adecuada (ni demasiado fuerte, ni escasa); la silla, cómoda. No debe haber nada a la vista que nos pueda distraer (una ventana, cuadros...); la temperatura ha de ser agradable, y las necesidades fisiológicas (hambre, sed, etc.) han de estar satisfechas.
Uno de los aspectos más importantes para conseguir un estudio con éxito se centra en planificar el proceso, es decir, en saber distribuir los contenidos totales que hay que aprender entre el tiempo disponible de estudio, teniendo en cuenta que, además, se debe dejar tiempo para realizar repasos periódicos de lo asimilado. Esto permitirá comprobar que lo estudiado ha quedado bien aprendido, lo que va a reforzar aún más las adquisiciones y los aprendizajes. Los repasos suelen hacerse mediante la escritura de lo que se ha aprendido, volviendo a leer lo que se ha olvidado, repasando los esquemas y resúmenes realizados, etc.
Es conveniente hacer una programación a largo plazo, de forma muy general, planificando el curso completo o por evaluaciones parciales, con el fin de saber cómo y cuándo debemos estudiar, con qué medios contamos y qué dificultades hemos de superar. Al mismo tiempo, también hay que implementar una programación a corto plazo, la cual debe contener la planificación semanal y diaria de estudio. Es aconsejable que hagamos un plan de actividades escrito para realizar a diario; así, las actividades pueden ser revisadas, descargan la mente de ansiedad y crean la responsabilidad y la obligación de cumplirlas. A la hora de realizar el plan diario de trabajo conviene tener en cuenta el comenzar con materias o trabajos de dificultad media, continuar con lo más difícil y terminar con lo más fácil. Si hubiera días en los que los objetivos programados no pudieran ser cumplidos, habrá que considerar si los objetivos semanales propuestos terminan cumpliéndose.
No se recomienda dejar el aprendizaje para última hora, ya que una sobresaturación en los últimos momentos produce una asimilación más superficial