Conversación en las aulas. Gabriel Jaime Murillo Arango
Conversación en las aulas
Ensayos de investigación biográfica narrativa en educación
Gabriel Jaime Murillo Arango
Educación
Editorial Universidad de Antioquia®
Colección Educación
© Gabriel Jaime Murillo Arango
© Editorial Universidad de Antioquia®
ISBN: 978-958-714-992-0
ISBNe: 978-958-714-993-7
Primera edición: febrero del 2021
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A Patricia y Simón,
que siempre están en la conversación
Todo es muy sensible y concreto: un pescador arroja la red
y otro le ayuda lastrándola. ¿Quién soy yo? ¿Y quién eres tú?
Hans-Georg Gadamer, ¿Quién soy yo? ¿Y quién eres tú?
Prólogo
En mis recuerdos permanecen vivos el entusiasmo y la promesa que rodearon aquellos encuentros de diálogos interminables sobre lo que hacíamos, lo que leíamos o escribíamos entonces, en los días calurosos de un verano anticipado en Buenos Aires hace más de diez años. Éramos un grupo de investigadores procedentes de diferentes universidades de Europa y América del Sur que nos reunimos para intercambiar nuestras experiencias de trabajo en la formación de profesores, que se toma como un asunto serio el papel de las narrativas tanto en la educación como en la vida. A los diálogos fueron invitados más de un centenar de educadores del gran conurbano bonaerense, integrantes de redes de documentación narrativa de experiencias, y otro tanto de estudiantes de Filo, como se le conoce coloquialmente a la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Yo presentaba mi primer libro traducido al español, Biografía y educación. Figuras del individuo-proyecto (2009). Además de un ejemplar con este título, también recuerdo haber dejado para Gabriel uno autografiado de La condition biographique. Essais sur le récit de soi dans la modernité avancée, entonces no traducido al español. No sospechábamos que apenas comenzaba una intensa relación de enseñanzas mutuas, trabajo cooperativo y amistad, que ha hecho posible el afloramiento de afinidades electivas en el orden del saber y la estética del mundo, nada extrañas al dulce sabor de la fraternidad y la hospitalidad.
Cinco años más tarde, gracias a la iniciativa de Gabriel, tuve la satisfacción de ver publicada por la Editorial Universidad de Antioquia la traducción al español de ese libro (La condición biográfica. Ensayos sobre el relato de sí en la modernidad avanzada, 2015). En él planteo una aproximación plural a los efectos múltiples de transformación vividos por los individuos bajo las nuevas formas de la sociedad, las instituciones y los gobiernos que conminan a hacer de las vidas contemporáneas un ejercicio perenne de autorrealización individual. Ante la desaparición de los grandes relatos que concedían la comodidad de una fe común en un mejor futuro realizable, la recurrencia actual de los relatos biográficos es una manifestación de la incertidumbre y la diseminación propias de las sociedades de riesgo. No solo han cambiado los patrones en las relaciones laborales sino, además, los ritmos y las intensidades en el manejo del tiempo cotidiano, las pautas de consumo, las relaciones de afecto y del amor filial, los objetos de deseo; en fin, los estilos de vida.
Inscrita en el marco de esta problemática que despliega una interrogación fundamental dirigida a la comprensión de nuestro tiempo, esta obra que ahora tenemos entre manos, Conversación en las aulas de Gabriel Jaime Murillo, prosigue el diálogo abierto entre Europa y América enriqueciendo nuestros enfoques y temas, gracias a la audacia y los desafíos que demandan la vida y el pensamiento en el Sur. Desde la tabla de contenido se advierte ya que la obra oscila entre una visión panorámica y una acotada en la escala del espacio biográfico educativo de Colombia, siguiendo la curva que dispara un flechazo certero para dar en el blanco del capítulo 3. Aquí se extiende una mirada al pasado remoto de la Antigüedad para dar cuenta de que en materia de escritura de sí la mesa ya está servida. Como mostró Foucault, en la Grecia clásica se constata la unión inseparable que existe entre las técnicas del cuidado o de perfeccionamiento de sí y los modos de escritura autobiográfica y de relatos de vidas ejemplares. Esta es, de hecho, una alianza fundante de toda teoría y práctica pedagógica extendidas a través de la historia de Occidente. Es así como se ha dado la sucesión de san Agustín, Abelardo, el pietismo alemán, Montaigne, Rousseau, el romanticismo decimonónico, la novela de formación, la literatura testimonial... Dicha sucesión de “figuras” históricas —como es nombrada por su autor— traza las líneas gruesas del recorrido genealógico que antecede la eclosión del movimiento social y educativo de historias de vida desarrollado con fuerza a partir de los decenios finales del siglo xx. Con el fin de proporcionar un panorama más amplio, si cabe, el capítulo 2 se dedica a explorar las raíces conceptuales y los métodos que distinguen los más sobresalientes aportes a la comprensión de las vidas singulares desde la perspectiva de la antropología, la sociología y la historia. Ya la puerta había sido abierta con la tesis liminar que constituye el fundamento de toda filosofía de la educación, entendida como la acogida al otro, al recién llegado que busca aprender, al que se pretende guiar en la aventura de vivir, dejándonos en el umbral del capítulo 1.
Con estas premisas que se alimentan de las más ricas fuentes de distinta procedencia, la otra mitad del libro se ocupa del caso particular de la evolución histórica de la investigación biográfico-narrativa en Colombia, animada por la inquietud de hallar claves de interpretación acerca del crisol conformado por el sustento teórico, más los desafíos de responsabilidad social, más el compromiso intelectual y político que demandan los oficios de educador y científico social, particularmente en los países del Sur, lo cual confiere rasgos característicos al campo de las narrativas en educación.
Los trazos gruesos con que es dibujado el espacio biográfico en Colombia —el tema del capítulo 4— proporciona una vívida imagen en ebullición de un país sin reposo, atormentado por un pasado de guerras y soledades que no acaba de ser redimido, y en sus mejores momentos pareciera que vuelve a hacer del presente una utopía siempre en fuga. Pero esto quizás es una imagen brumosa que impide ver la fuerza telúrica de una sociedad que asombra por su extrema diversidad, capacidad de resistencia y creación intelectual. Es lo que muestran las figuras icónicas, nimbadas de tragedia y de comedia en el arte de Beatriz González, en las esculturas efímeras como contramonumentos de memoria de Doris Salcedo, en las conmovedoras imágenes fotográficas de Jesús Abad Colorado o en la audacia formal de los retratos como fantasmas de seres anónimos y desaparecidos de Óscar Muñoz, que aprendí a apreciar con delectación en una memorable exposición en París. Y es lo que muestra también la literatura testimonial erigida más allá de los cánones al uso que ciertas escuelas hubieran querido sepultar bajo la etiqueta convencional de lo real maravilloso americano. Se trata de un abanico de géneros mediante los cuales se evidencian distintas formas de expresión del testigo de una época, que ha perdido su inocencia.
El capítulo 5 expone la concurrencia de una variedad de direcciones, intenciones, propósitos, métodos y productos en el campo de las narrativas de experiencia escolar que, aun cuando no en todos los casos, procura establecer vínculos con la investigación formativa en educación. Por encima de todo, relumbra de lejos el impacto del movimiento pedagógico de los años ochenta del siglo pasado como una piedra miliar en la historia de los movimientos pedagógicos de América Latina, por cuanto dejó