Enseñanza virtual. María Beatriz Taboada
virtuales, enseñanza en la virtualidad, enseñanza sin presencialidad.
En este libro hablaremos de enseñar de manera virtual, enseñanza virtual, propuestas de enseñanza virtual y, como veremos en la siguiente pregunta, de recorridos virtuales.
Pero ¿qué entendemos por enseñar de manera virtual? Como hemos anticipado, entenderemos que se enseña de manera virtual cuando, usando el entorno tecnológico que brindan las TIC, se planifican e implementan acciones educativas que buscan generar oportunidades de aprendizaje en situaciones en que los participantes del proceso formativo no comparten un mismo espacio físico (por ejemplo, un aula en una escuela) ni en ocasiones las mismas coordenadas temporales. Así, en contextos de enseñanza virtual, se habla de:
Para enseñar de manera virtual, el docente tendrá que poner en juego los conocimientos sobre los contenidos de la propia disciplina/área y sobre las metodologías de enseñanza, el manejo de la dinámica de la clase y las alternativas de evaluación, así como sus conocimientos y habilidades acerca de las nuevas tecnologías y sus combinaciones con recursos más tradicionales. Además, será fundamental que se sensibilice acerca de las posibilidades que los estudiantes tienen de acceder a los recursos tanto desde el punto de vista material (acceso a los dispositivos y a Internet) como procedimental y cognitivo. En definitiva, la enseñanza virtual implica no solo saberes pedagógicos y disciplinares, sino también tecnológicos, al menos básicos.
Es importante tener en cuenta que se enseña y aprende virtualmente tanto fuera de los sistemas de educación formal como en los contextos formales propios de las instituciones educativas. De hecho, son cada vez más frecuentes los talleres o cursos que especialistas en diferentes disciplinas u oficios dictan por fuera de cualquier contexto institucional, así como los seminarios de posgrado e incluso las carreras de grado que ofrecen las universidades o institutos terciarios para cursar en línea.
Por otra parte, la enseñanza virtual se puede desarrollar en la totalidad de un curso, seminario de formación o actualización, taller o asignatura, o solo en una etapa o componente de la formación, como por ejemplo una unidad de un programa, una clase o una actividad específica, una secuencia didáctica. En este sentido, diversos especialistas en Tecnología Educativa coinciden en reconocer modalidades diversas para la integración de la virtualidad en las propuestas formativas: propuestas de enseñanza completamente virtuales, propuestas de enseñanza híbridas o mixtas, y propuestas de enseñanza presenciales con algunas instancias virtuales. En la tabla 1 se exponen las características básicas de cada una de estas modalidades.
A su vez, como detallaremos en la pregunta 3, podemos transitarlas en forma autogestionada, autoadministrada o autoasistida, o bien interactuando con docentes, tutores, etc.
Como se puede advertir, aunque las TIC son indispensables para la enseñanza en la virtualidad, las claves de este tipo de propuesta no se encuentran explorando el mero funcionamiento de los recursos tecnológicos. De hecho, en procesos formativos virtuales las TIC se suelen combinar con otros recursos más tradicionales como el libro impreso. Para comprender cabalmente qué implica enseñar de manera virtual, es necesario reflexionar sobre los aspectos vinculados a los objetivos y al contexto de enseñanza; el rol del docente y del estudiante en la formación, y sus representaciones acerca de las TIC y de la enseñanza con estas tecnologías; los tipos de decisiones al momento de diseñar la propuesta de enseñanza y los pasos durante este diseño; los recursos tecnológicos disponibles, tanto las tecnologías actuales como las más tradicionales; los materiales didácticos, incluyendo los preparados por el responsable de la formación y los disponibles en Internet; la elaboración de consignas; los “apoyos” que se puede brindar a los estudiantes y la evaluación, entre otros aspectos importantes. También será necesario explorar las TIC y sus características, y los procesos sociales y culturales a los que dan lugar, y preguntarse por la presencia de estas tecnologías en la educación.
Ante la imposibilidad de abarcar todas estas dimensiones en un mismo apartado, en esta sección hemos elaborado una respuesta muy general (e incluso provisoria) a la pregunta planteada, respuesta que iremos profundizando y complejizando al retomar los aspectos recién mencionados en las diferentes preguntas del libro. De esta manera, apuntaremos a comprender qué implica enseñar de manera virtual considerando tanto sus particularidades y ventajas como sus problemas, riesgos y desafíos.
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¿Qué entendemos por recorridos virtuales?
“Recorrido” es una palabra con muchos sentidos: el diccionario nos dirá que es la acción y el efecto de recorrer; es tanto un espacio transitado como uno que se transita o se ha de transitar; es, también, un itinerario previsto… Nos parece una metáfora muy rica para nuestra propuesta, porque cuando vamos a emprender un recorrido —por más simple que sea— siempre tomamos algunas decisiones:
O, quizá, sobre todas estas dimensiones en forma conjunta, incluso en recorridos cotidianos, como los que transitamos al ir de paseo. Pero, además, si se trata de un recorrido un poco más complejo —pensemos en una excursión— y compartido, tendremos que saber con quiénes iremos, qué decisiones asumiremos de modo individual y cuáles serán colectivas, qué responsabilidades comunes y diferenciales tendremos, con qué recursos contamos, cómo sostendremos colaborativamente la experiencia…
Pensaremos estos sentidos de los recorridos en diálogo con propuestas formativas desarrolladas en el entorno que ofrecen TIC: de este modo, en el contexto de este libro, un recorrido virtual o en la virtualidad es un itinerario —transitado, que estamos transitando o que vamos a transitar— en el que interactuamos alumnos o participantes, docentes o coordinadores, contenidos y recursos tecnológicos, a partir de una planificación compartida. Y diferenciamos aquí entre alumnos y participantes, docentes y coordinadores porque, tal como mencionábamos, un recorrido virtual puede asumir formas muy diversas: una materia completa, una clase o parte de ella, una secuencia didáctica, un seminario de formación o actualización, un taller, entre otras posibilidades.
Tanto el formato como el modo en que interactuamos con el resto de las dimensiones y participantes responderá a los propósitos y objetivos que nos planteamos, es decir, al para qué del recorrido propuesto. Habrá propuestas