Mujer, ¡apuéstale a la familia!. Lucía Legorreta
MUJER adulta 55-70 años
Nido vacío... Nos estamos quedando solos
1. ¿Por qué nos resistimos a envejecer?
3. Claves para ser una buena suegra
6. Diez mandamientos para saber envejecer
7. Cuidar a un familiar enfermo
¡Soy abuela!
2. Nietos y abuelos, una amistad especial
4. Además de abuelos... ¿papás?
5. Síndrome de la abuela esclava
Para todas nosotras
2. Si tú cambias... todo cambia
4. En qué consiste la resiliencia
5. Lecciones que nos enseñan los niños
8. Cómo mantener un cerebro saludable
Prólogo
Mucha gente, cuando habla del futuro, habla del mundo que heredaremos a nuestros hijos y, por lo general, se refieren a lo mucho que tenemos que hacer en materia de inseguridad, pobreza, contaminación, injusticia y tantos más. Para mí, la preocupación es otra: es qué hijos le dejaremos al mundo. Y esto implica pensar en un tema mayor, cercano e íntimamente relacionado con ellos: la familia. La mejor herencia que podemos dejar a nuestros hijos es un mundo con mejores familias. Debemos crear nuestras familias de tal modo que ellos aspiren a construir las suyas con base en el respeto y en el amor al prójimo.
En la familia se encierran las respuestas del mañana. Son escuelas de amor y convivencia, centros de humanidad y conocimiento, espacios de libertad y voluntad; no hay familias perfectas, como no hay personas perfectas, pero no por ello dejan de ser la primera y más trascendente lección de vida. Es por esto que cuidarla, propiciar sus mejores condiciones, alentar su desarrollo, es una de las tareas más graves que tenemos como sociedad. Y las familias comienzan con las parejas, en esa apasionante y siempre difícil construcción del día a día. Una edificación que comienza aún antes del matrimonio, con amor, paciencia, comprensión, perdón, en las buenas y en las malas.
Muchas veces me preguntan qué significó para mí ser Tesorera de los Estados Unidos. Ciertamente, fui la persona de origen hispano de mayor rango en el gobierno norteamericano y sí, mi nombre y firma aparecían en los dólares, pero yo siempre he dicho: «Vean lo que dice el billete: Rosario Marín. Yo me llamo Rosario y Marín es el apellido de mi esposo, porque este logro fue de los dos. Es hermoso compartir con él este billete».
Compartir toda la vida, con sus problemas y soluciones, es un privilegio. Ser pareja no significa no tener problemas, sino resolverlos juntos. De eso se trata este nuevo libro de Lucía Legorreta, una guía de ruta para las parejas nuevas y, también, para quienes ya se encuentran en el camino de vivir en pareja y crear una familia. Uno de los desafíos fundamentales de la actualidad, en especial para las mujeres.
Las mujeres ya no podemos esperar a que las soluciones lleguen, no podemos buscar el poder fuera de nosotras mismas sin ver que lo llevamos dentro, cada una de nosotras. Como hijas, como madres, como trabajadoras, debemos darnos cuenta del poder que tenemos. Lucía nos lo recuerda, nos ayuda a entender las circunstancias, a enfrentar los problemas y a buscar mejores soluciones.
En su organización, en sus conferencias, en su participación en congresos y en programas de radio y televisión, en sus libros; en toda su vida personal, familiar y profesional, Lucía Legorreta tiene clara la trascendencia y capacidades de las mujeres, de las parejas y de las familias; sabe que si ellas mejoran, el mundo crece. Este libro es un testimonio de esa convicción y una útil herramienta para que todas nosotras seamos mejores día con día.
Los errores en el noviazgo, la forma en que eliges a tu esposo, el miedo a quedarte soltera, la luna de miel, el amor ciego, las discusiones, el maltrato, el manejo del dinero, los celos, los suegros, los abusos, las terapias, las separaciones, la adopción, ser una mamá sola, la relación entre padres e hijos, la adolescencia, el nido vacío, los abuelos, en fin, las circunstancias que moldean a las familias actuales son abordados en este libro con conocimiento, experiencia y sobre todo con la intención de ayudar a encontrar mejores respuestas a los desafíos que hacen que los matrimonios y las familias se conviertan más en problemas que en principios de solución en la construcción de un mundo mejor.
Estoy convencida de que siempre podemos y debemos hacer lo correcto, de que tenemos que dar lo mejor de nosotras en todo momento y que tenemos que tratar a los demás como queremos que nos traten. Este libro nos dice cómo hacerlo en diversas circunstancias, para así dejar al mundo mejores hijos con familias fortalecidas.
Rosario Marín
Extesorera de los Estados Unidos de América
Introducción