Femme de ma vie. Jorge Pimentel
entrelazarla con la otra, por lo que su pierna derecha quedó en aquel espacio donde ambos compartíamos el chaleco. No me moví, pero ella terminó poniendo su pierna debajo de mi mano, mientras se recargaba más confortablemente en el respaldo del sofá, quedando su hombro un poco inclinado hacia mí, permaneciendo ambos así hasta que la película terminó.
Después de terminada la película no tardó en llegar mi mamá que me había ofrecido el favor de recogerme. Entró a la sala del departamento de Josephine un momento, donde terminamos platicando todos de los motivos por los que tenían que irse, profundizando la mamá de Josephine en lo que ella ya nos había dicho un par de días antes por mensaje: que se iban debido al aumento de renta, que parecía insensato pagar si consideraban que tenían una casa absolutamente suya.
Terminando la plática, y después de haber rechazado un par de tazas de café, mi madre se levantó del sofá, yo igual después de ella; nos despedimos de Josephine y su familia, deseándoles suerte en su próxima nueva vida.
Bajé con mi mamá las escaleras, y me adentré con ella al obscuro sendero que llevaba al mar negro, donde había estacionado el coche, para decir adiós a aquellos revueltos edificios.
Конец ознакомительного фрагмента.
Текст предоставлен ООО «ЛитРес».
Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.
Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.