Redes sociales, cultura y poder. Larissa Adler-Lomnitz

Redes sociales, cultura y poder - Larissa Adler-Lomnitz


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      Un juez que llamaremos A tenía una hija que se encontraba buscando trabajo. Por intermedio de su “compadre” y amigo, el abogado B, la hija logró obtener un empleo en el comercio del señor C, hermano del abogado B. Varios años después, el Sr. C. quiso obtener el divorcio. Como en Chile no hay divorcio sino únicamente nulidad, el éxito del trámite legal depende en gran parte de la buena voluntad del juez. En esta contingencia el juez A, reciprocando el favor que había recibido años antes, logró que el caso fuera recibido ante un juez favorable al divorcio y además dio consejos al Sr. C acerca de los arreglos monetarios involucrados en la separación. Desde luego no hubo ningún intercambio de dinero en todo este episodio.

      De acuerdo a este ejemplo, el “compadrazgo” chileno; es un contrato diádico tácito, o cadena de tales contratos, entre personas ligadas por amigos comunes que actúan de intermediarios. En el presente caso el favor fue devuelto directamente por A a C, pero el intermediario B continúa siendo parte de la relación de amistad. Importa anotar que el favor inicial se otorga sin ningún pensamiento de devolución específica; parecería más bien que la obligación de reciprocidad se depositara en una especie de cuenta de ahorros de servicios convertibles a futuro, según se presente la necesidad.

      2. TIPOS DE FAVORES

      A continuación se detallarán algunos ejemplos de servicios que pueden obtenerse a través del “compadrazgo”:

      Empleos

      La siguiente frase atribuida al Presidente Ibáñez (1956-1962) refleja un concepto del “compadrazgo”: “Entre un pariente y un amigo, prefiero al pariente; entre un amigo y un desconocido, prefiero al amigo”. Este dicho se refiere a cargos públicos; en especial los cargos más bajos de la burocracia administrativa tienen pocos requisitos y gran demanda entre un segmento importante de la clase media baja, y se obtienen frecuentemente mediante el “compadrazgo”. En una situación de escasez de empleos y con el peligro de perder estatus si se recurre al trabajo manual, no es de extrañarse que el “compadre” se convierta en un recurso económico primordial.

      La búsqueda de empleos comienza con la revisión mental de todas las relaciones personales con que se cuenta, hasta localizar a algún amigo que tenga relación con la oficina de nombramientos en el servicio dado. Similarmente, en la búsqueda de candidatos para llenar una plaza se suele revisar la lista de parientes y amigos, hasta encontrar a la persona adecuada. En todo caso, la recomendación personal es esencial y representa un favor importante para un postulante. Podríamos considerar el “compadrazgo” como el principal mecanismo en el otorgamiento de empleos, ya que hasta las personas de más altas calificaciones prefieren contar con el apoyo de un “compadre” y no confiarse exclusivamente en sus méritos al optar por un cargo determinado.

      Los favores burocráticos representan el uso más frecuente del “compadrazgo”. Tales favores incluyen el otorgamiento de certificados, licencias, permisos, pasaportes, y otros tipos numerosos de documentos cuya obtención normalmente requeriría una considerable pérdida de tiempo y trámites molestos. Estos favores pueden ser de muy diversa índole e incluyen la obtención de permisos de importación, de facilidades aduanales, exenciones del servicio militar y la obtención de préstamos.

      Escuelas

      Existe en Chile una gran demanda por vacantes en escuelas públicas y privadas de alta reputación. Los padres de clase media son muy conscientes del valor que significa una buena educación para un hijo, ya que los compañeros de escuela representan conexiones sociales importantes y duraderas. Cualquier fuente de amistad adquiere gran importancia como forma de extender el área de interacción social más allá del círculo inmediato de la familia. Tal es que un compañero de colegio goza durante toda la vida de un estatus especial que incluye un trato preferencial: este tipo de relaciones suelen rebasar las barreras de clase, de sexo y de origen nacional. Por estos motivos, un colegio deseable será el que proporcione a un niño de clase media el tipo de amistades influyentes que podrán serle de utilidad durante el curso de su vida. Un amigo que ayudará al niño a obtener el ingreso en una de estas escuelas, se hará acreedor de gratitud y proporcionará un favor muy estimado.

      Similarmente, las presentaciones sociales a personas influyentes, prestigiosas o potencialmente útiles se considerará como un favor muy especial.

      Política

      El “compadrazgo” juega un papel muy importante en la política chilena, al punto que varios informantes afirman que el sistema de partidos chileno se basa en gran medida en el “compadrazgo”. Hay conocidos políticos que emergieron a la vida pública gracias a su grupo de seguidores personales. La conversión eventual de favores personales en poder político será materia de una discusión posterior.

      3. FAVORES QUE NO SE PUEDEN CONSEGUIR MEDIANTE EL “COMPADRAZGO”

      Según un informante, no pueden conseguirse “todos aquellos favores que van contra la ideología de la amistad y de la decencia. Pretender conseguir favores sexuales de una mujer después de haberle hecho un favor se consideraría un comportamiento muy grosero. Toda actividad que vaya en contra de los estándares de la clase media tales como robar, matar, aprovecharse de mujeres o de personas indefensas y en general todo acto que vaya en contra de la dignidad y la caballerosidad”. Tales actos destruirían la idea de la amistad degradándola a complicidad. El “compadrazgo” posee un código moral propio que limita los favores posibles como también las retribuciones. Aunque algunos de los favores descritos más arriba podrían parecer ilegales o contrarios a los estándares de la clase media, debemos anotar que una actividad que implique hacer trampas al gobierno (“hacer leso al fisco”) no se consideraría un crimen moralmente despreciable. Existe también gran tolerancia a las actividades de intriga y rivalidad institucional interna entre grupos, aun cuando tales actividades puedan afectar los cargos y reputaciones de terceros. Esta problemática se discutirá más adelante en relación al problema de los valores.

      Desde luego, la lista de favores que se puedan obtener a través del “compadrazgo” depende de la condición de tener al amigo adecuado en el lugar preciso y en el momento necesario. Ningún miembro de la clase media está en la posición de poder utilizar el “compadrazgo” invariablemente en cualquier situación que se presente. Lo importante entonces, es tener el mayor numero posible de amigos y relaciones colocados en una variedad de cargos. Esto produce la tendencia o hábito mental de buscar siempre un “compadre” antes de emprender un asunto, aun de los más triviales.

      4. REGLAS DE RECIPROCIDAD

      Las sanciones sociales que se aplican a la reciprocidad en el “compadrazgo” suelen ser más fuertes que muchos contratos escritos u obligaciones legales. Según la expresión de un informante, “el no retribuir un favor es tan deshonesto como el adquirir un objeto sin pagar; nunca se olvida cuando alguien ha aceptado un favor importante y luego olvida retribuirlo; sin embargo, ocurre muy raras veces”. El principio tácito del “compadrazgo” está contenido en el dicho “hoy por ti, mañana por mí”.

      A pesar de su importancia, el elemento de reciprocidad no se menciona abiertamente. Por otra parte, cuando una persona nunca está en situación de reciprocar, deja de recibir favores. La persona experimentada en el “compadrazgo” tratará de pedir favores con moderación, ya que de lo contrario acumulará obligaciones que tendría que pagar en cualquier momento. La presión moral para satisfacer este tipo de solicitudes reciprocas es muy fuerte aun cuando su cumplimiento pueda acarrear grandes sacrificios personales: esto se atribuye a una tradición de caballerosidad. Una relación establecida de “compadrazgo”, no perdurará a menos que ambos socios intercambien favores de vez en cuando. Si se quiere mantener la relación es necesario activarla periódicamente aunque sea con pequeños favores. Al solicitarlos se le quiere demostrar al amigo que siempre se está dispuesto a hacerle un servicio en cualquier momento.

      La reciprocidad no incluye regalos tangibles, y excluye en forma específica cualquier pago en dinero y otras compensaciones materiales. Ofrecer tales compensaciones sería considerado como una ofensa personal entre iguales. Al solicitar la devolución de un favor anterior, se acostumbra mantener ciertas reglas de cortesía que evitan molestias mutuas. Por ejemplo, la solicitud de un favor se insinúa o se sugiere


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