Conversaciones con José Vicente Anaya. Daniel Terrones
rock, blues, música ruido, minimalismo, etnomúsica. Cuando digo música ruido me refiero a los músicos futuristas italianos o a John Cage. Los músicos modernos que incluyen en la musicalización el ruido, los sonidos ambientales, las voces humanas, los rumores. No es una música típica, recoge las formas radicales de la música moderna. En Híkuri, si se pone atención se pueden descubrir todas esas influencias. ¿Por qué tiene importancia que yo declare y reconozca que en el fondo de mi poesía hay música? Tiene importancia enorme, porque creo que las poéticas modernas han olvidado que el poema es música o que la poesía nace con la música, que es su verdadera medida. Lo que sucede es que la música cambia a lo largo del tiempo. A veces digo a mis alumnos que pongan atención, ¿no les parece sospechoso que sonata suene parecido a soneto?, pues esos fueron otros tiempos de otra música, diferente a la contemporánea. En estos tiempos muchos poetas han olvidado que el poema lleva implícita la música, y por eso se equivocan al decir que la poesía de ahora no tiene música ni medida, que es “poesía libre”, ¿“libre” de qué?, libre de compromiso con lo esencial en la poesía. Eso hace que se escriba muy mala poesía, aunque tenga palabras e imágenes bonitas. El soneto, con su típica medida rimada, tiene una música vieja, que sólo es aceptable en el trabajo de los músicos clásicos.
LFR. ¿Cuando escribes, te viene a la mente una serie de ritmos, como un juego de palabras?
JVA. Ciertamente, los ritmos están en los sonidos de las palabras, y en los juegos que sean posibles para enriquecer el lenguaje. Esta es otra clave de la buena poesía: enriquecer los significados.
LFR. ¿Y cuando escribes también escuchas música? ¿O prefieres el silencio?
JVA. Me encanta oír música casi siempre. Tengo mucha música en casa, todo tipo de músicas. Por largos periodos me dedico a escuchar música, y especialmente cuando estoy escribiendo, o haciendo cualquier cosa. Pero los silencios también son importantes.
DT. ¿Y esas visiones que te llegan cuando eres asaltado por la poesía, como dices, las escribes al momento en tu libreta, o esperas a llegar a un espacio específico para escribir?
JVA. Me ha sucedido de todo. Desde que me invade, esa especie de entrada rápida y que si no tengo donde escribir al paso de dos horas se me olvida. Me ha pasado eso. Son poemas que se pierden, que se me van. Me ha sucedido muchísimas veces que el poema aparece en el sueño. En ocasiones cuando despierto ya no lo recuerdo, pero en otras ocasiones sí. Entonces también la etapa del sueño me ha servido para encontrar momentos poéticos y también de escribirlos. A veces sucede que he olvidado un sueño y después de un tiempo lo vuelvo a recordar, o mejor dicho vuelvo a vivir ese poema. Y claro, cuando tengo a la mano mi libreta o cualquier papel y pluma, lo voy pasando en una especie de dictado. Mi yo poético me lo está dictando. En esto identifico dos etapas: la primera de cuando el poema nace de manera intensa, muy resumido, sintético, como en un flashazo muy complejo; luego viene la segunda etapa en la que hay que descomponer la luz en todos sus detalles, es cuando se presenta la escritura de ese fragmento.
DT. ¿Tienes una rutina de trabajo para escribir?
JVA. En el caso de la poesía nunca me digo a priori que me voy a “ponerme a escribir”, pues prefiero que el poema me acucie, me asalte, me jale, como había dicho. Cuando sí me digo que voy a escribir es cuando escribo ensayo, que voy a tener a la manos a varios autores y notas que voy a considerar de acuerdo a la idea del tema que voy a abordar. Por ejemplo, un texto que escribí sobre Jack Kerouac, hice hincapié en algo que generalmente no se le reconoce, que es su poesía. La mayoría de la gente que ha apreciado a Kerouac sólo lo ven como novelista. Pero Kerouac es un gran poeta también. Suele olvidarse la afirmación de Ginsberg de que Kerouac le enseñó poesía. Este es un reconocimiento enorme por parte de Ginsberg. Se ignora que Kerouac escribió muchos libros de poesía, como 10 o 12, que yo tengo, conozco y he traducido. Con este conocimiento y material decidí entonces escribir un ensayo sobre el Kerouac poeta.
DT. ¿Qué puedes decir sobre la manera en que hoy se lee y se recibe la poesía, consideras que Internet ayuda?
JVA. Para mí la poesía no es nada más la que está sobre el papel o en los libros, sino que está en la vida misma. Hay mucha poesía en las canciones populares del medioevo y en las canciones populares mexicanas desde tiempos lejanos. Canciones con letras poéticas. En México lo heredamos de España a través de la colonia, de manera completamente obvia y se siguió practicando de manera mexicanizada, hasta el corrido. Y los corridos, los mejores de ellos, tienen fragmentos muy específicos de una periferia poética. Hay una canción norteña que tal vez tú la conoces (a Daniel) por ser norteño. Es de principios de siglo xx. Pero se cantó y se grabó todavía en 1930. La canción dice: “Tiene los ojos tan zarcos / la norteña de mis amores / que miro dentro de ellos / como si fueran destellos / de la piedras de colores”. Pablo Neruda hubiera querido escribir eso, es bellísimo. Cualquier ranchero, burócrata, obrero, alguna vez escuchó poemas implícitos en canciones, sin darse cuenta. Muchas de las canciones modernas han perdido el género, es el caso de casi todas las canciones que ahora se componen y que están en boga. Es una conversación sin estilo. Una especie de musicalización a huevo. Los mexicanos en general sí apreciamos la poesía en las formas populares. A veces nos olvidamos de que eso es poesía y que sólo son canciones. En los últimos veinte años en México se publica mucha poesía. Hay muchas editoriales que distribuyen poesía, y son muchísimos los casos en que los libros no son caros, y ha sido una lucha de los poetas contra los editores comerciales y académicos que son los que tienen el cliché de que “la poesía no se vende”. En contraposición a ese cliché, en el país hay más de 1000 editoriales, que aunque sean pequeñas y de tiros cortos, contribuyen a la divulgación de la poesía. Y ya con este dato podemos dar el salto al YouTube y al Facebook. Donde también la información sobre poesía es muy numerosa.
DT. En lo que respecta a la red, hoy en día, ahí podemos encontrar en pdf infinidad de libros que para algunos de nosotros eran inaccesibles, y en Youtube podemos ver a personas leyendo su poesía. ¿Cómo ves tú?
JVA. Pues creo que está muy bien. El tiempo ha permitido que la poesía tome diferentes vehículos y es muy favorable. Es posible que mucha gente antes de atreverse a leer un libro de poesía la encuentre en la red. A los beats, por ejemplo, con jazz. También hay músicos que les gusta acompañar a los poetas leyendo. Yo lo he hecho varias veces. Nos sólo con jazz sino también con etnomúsica. Es muy bueno que el público viva la poesía acompañada con música.
DT. ¿Qué es ser poeta en el mundo contemporáneo? Ja,ja,ja, creo que esa pregunta ya la has contestado...
JVA. Con esta entrevista ustedes van hacer lo que yo hago cuando estructuro un libro de poesía, darle forma a partir de los trechos de la conversación.
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