Migrantes. Roger Norum

Migrantes - Roger  Norum


Скачать книгу
culturales.

      Por su parte, en el sudeste asiático la crisis de refugiados Rohingya en la frontera entre Myanmar y Bangladesh en 2017 y 2018 ha abierto otro escenario donde los aspectos más inhumanos de la migración se hacen patentes. Esta minoría étnica está formada por descendientes de migrantes musulmanes llegados en la Edad Media a lo que es hoy la provincia norteña de Rakhine en Myammar, antigua Birmania, país de mayoría budista. Durante décadas el gobierno dictatorial los sometió a condiciones de discriminación negándoles la ciudadanía y categorizándolos como migrantes bangladesís. En estos últimos años el ejército ha desarrollado lo que la ONU ha descrito como «un caso de manual de limpieza étnica»: con el argumento de enfrentarse a grupos armados Rohingya, han quemado los poblados en la frontera, han asesinado a sus habitantes y han obligado a los sobrevivientes a cruzar la frontera y refugiarse en Bangladesh. Lo que ha captado la atención del mundo y los medios globales es que todo esto ha estado pasando con el apoyo de la actual líder de facto del país, Premio Nobel de la Paz y luchadora durante décadas por el retorno de la democracia en su país. Aung San Suu Kyi ha dado por buena la versión del ejército del conflicto y reproducido estos argumentos de discriminación étnica[7]. «¿Cómo es esto posible?» es una pregunta ineludible ante estos hechos. Pero el mismo hecho de tener que formularla muestra que entender y solucionar una crisis migratoria no se resuelve definiendo los campos del bien contra el mal, o diferenciando entre lo legal y lo ilegal, sino que entraña diversas consideraciones en varios frentes, y que en último término, siempre exige compromisos y concesiones, así como un diálogo entre distintos grupos sociales.

      Para que este diálogo imprescindible pueda tener lugar en los diferentes rincones y fronteras del mundo donde se desarrollan conflictos y discusiones semejantes a estas, hace falta entender las distintas dimensiones de este tema de importancia global. Esto requiere un mapa básico para tener una vista panorámica y global sobre los conceptos, los hechos, los debates y las preguntas principales sobre la migración, y para orientarse por su compleja topografía. Este libro busca contribuir a esta cartografía del tema, sobrevolando los cambios incidentales que las circunstancias generan en distintos lugares del paisaje global, y poniendo al alcance del lector algunas pautas para entender sus regularidades. ¡Bienvenidos al viaje!

Introducción

      La migración en nuestros días

      La gente se mueve. Se desplaza de un lugar del planeta a otro, muy cerca o muy lejos, atraviesa océanos sin saber cuándo volverá, se traslada dentro de su propio país, o bien cruza una frontera por la mañana para trabajar y volver de noche a su hogar. Grandes contingentes de personas, en aluviones repentinos o en goteos esparcidos en el tiempo, abandonan sus lugares de origen por otras regiones, países o continentes, buscando labrarse un futuro en sitios a veces muy distintos de aquellos donde nacieron.

      Hombres, mujeres y niños —y hasta niños solos—, se trasladan en pequeños o grandes grupos, personas solas o familias enteras, por temporadas de trabajo, por períodos definidos o de por vida, por su propia voluntad o expulsados de su tierra a causa de la guerra, el hambre, la persecución o la pobreza. Estos movimientos transportan personas, fuerza de trabajo, dinero, costumbres, ideas, productos y creencias de uno a otro rincón del planeta, y esta circulación contribuye a alimentar y mantener las economías y sociedades del mundo, y también a transformarlas, a través de interacciones cuya naturaleza puede ser difícil precisar.

      El ciudadano medio de casi cualquier rincón del mundo contemporáneo percibe que, como resultado de estos movimientos, vive inmerso en una transformación continua de su entorno humano, ya sea este una ciudad grande o pequeña, un pueblo o una aldea rural. Los lugares donde vivimos han dejado de ser paisajes humanos homogéneos, y se muestran como mosaicos de costumbres, música, colores de piel, vestidos y lenguajes de distintos orígenes. Jóvenes urbanos de aquellas ciudades que reciben personas de otros sitios oyen que sus mayores cuentan que antes era distinto, que no había tantos extranjeros en la calle, o que solo algunos venían de visita, o se quedaban por temporadas de trabajo. Viejos campesinos ven cómo las casas de sus pueblos que han quedado desiertos son compradas por pensionados pudientes de otras latitudes que, a su vez, han dejado sus propias viviendas en sus países natales. También recuerdan que antes los jóvenes encontraban pareja en el pueblo, mientras que ahora ya no hay jóvenes en muchos kilómetros a la redonda.

      ¿Cuándo empezamos a movernos? ¿Por qué lo hacíamos antes? ¿Por qué razones lo hacemos ahora? ¿Es la migración algo bueno o malo para nosotros, para nuestra familia, nuestra comunidad y nuestro país? ¿Acaso acabará alguna vez? ¿Debemos apoyarla u oponernos a ella? Estas son preguntas importantes y que merecen respuestas confiables, y su búsqueda puede ser una forma de darle sentido al complejo y cambiante mundo en el que vivimos. Nos llevará a desplegar el abanico de temas que la migración contemporánea concentra y a reconocer sus diferentes estratos (políticos, económicos, sociales, culturales, familiares), y al hacerlo quizá podamos entender mejor a la gente que se ve implicada en ellos, de uno y otro lado.

      Este libro es un viaje de exploración por las características de los movimientos de personas a lo largo y ancho del globo, tanto en el presente como a través de la historia. Intenta dar suficientes datos y explicaciones para entender que estos movimientos configuran uno de los fenómenos sociales y políticos más antiguos y decisivos de la humanidad. Y hacerlo de manera equilibrada y completa es hoy una labor apremiante, porque, como ocurre con casi todos los temas políticos, económicos y ambientales claves del mundo contemporáneo, se suele hablar de la migración desde posiciones sesgadas y parciales, determinadas por el punto de vista del grupo de interés que opina. Así, una visión muy difundida de la migración la define como un problema inédito que debe ser resuelto por los países de Europa central o de América del Norte, que se ven invadidos por inmigrantes pobres de África, Asia, Europa oriental o América Latina, que sobrecargan sus sistemas de seguridad social, compiten por escasos puestos de trabajo y crean todo tipo de problemas de convivencia. Sin analizar más en detalle este argumento habitual, se debe notar que es este un punto de vista parcial, que carece de la suficiente información sobre el presente y el pasado: no tiene en cuenta, por ejemplo, que también muchos europeos jóvenes emigran hoy hacia aquellos destinos a buscar trabajo o estudiar, debido a las fluctuaciones económicas de Europa o a los altos costos de la educación superior; que los países de África, Asia y del Oriente Medio reciben contingentes de refugiados mucho mayores que los países europeos; que en el último siglo y medio millones de europeos pobres migraron a América porque sufrían hambre y estancamiento en sus propios países, y que desarrollaron proyectos de vida en el nuevo mundo; y que puede decirse que la riqueza del continente europeo se debe en parte a su etapa imperial de explotación de las riquezas y la mano de obra de estos continentes. A su vez, esta visión deformada desde los centros de poder y la opinión pública occidental pierde de vista que la emigración se vive alrededor del globo de formas particulares —y a veces configura respuestas muy semejantes— entre los países del Sudeste asiático, las regiones de China —escenario de las mayores migraciones en el presente—, entre Oceanía y África, dentro de América Latina, en Oriente Medio o al interior de muchas naciones africanas[8].

      Un primer paso necesario será reconocer y sistematizar las distintas formas de movimientos de personas, sus distintos sentidos, funciones, causas y temporalidades, que conforman el panorama de la migración en el mundo contemporáneo. Para ello, se hace necesario constatar que la movilidad humana ha sido fundamental para nuestra especie desde tiempos muy remotos, aunque los especialistas todavía discutan cuándo y cómo se dieron las primeras migraciones.

      El «Homo sapiens» nació en las sabanas del noreste africano hace unos 150.000 o 200.000 años, recogiendo el último desarrollo evolutivo de sus antepasados homínidos, consistente en una forma de locomoción bípeda —el caminar— que lo diferenciaba y le permitía compensar sus debilidades de velocidad o fuerza frente a sus presas con la capacidad para perseguirlas colectivamente a través de largas distancias. Varios milenios después, los primeros grupos de cazadores-recolectores humanos migraron fuera del continente africano y se expandieron, descubriendo nuevas regiones que hoy conocemos como Europa, Asia, Oceanía y América. Nuestros antepasados construyeron distintas formas de


Скачать книгу