Un final inexorable. Jorge Chamorro
Un final inexorable
Un final inexorable
Jorge Chamorro
Índice de contenido
Clase 1. El análisis es interminable
Clase 5. El significante medio de goce
Clase 6. El padre y el final del análisis
Clase 7. Política y psicoanálisis
Clase 8. Política y psicoanálisis (segunda parte)
Clase 9. Atravesamiento del fantasma
Clase 10. Melancolía
Clase 11. La angustia
Clase 12. Fantasma y realidad
Clase 13. Los tiempos del análisis
Clase 14. Neocreación
Clase 15. Fenómenos residuales
Clase 16. ¿Qué es un analizado?
Clase 17. El acto
Clase 18. Testimonios
Clase 19. Finales freudianos
Clase 20. El síntoma
Clase 21. Cosa juzgada
Clase 22. Testimonios
Chamorro, Jorge Un final inexorable / Jorge Chamorro. - 1a ed . - Olivos : Grama Ediciones, 2020.Archivo Digital: descargaISBN 978-987-8372-20-41. Clínica Psicoanalítica. I. Título.CDD 150.195 |
© Grama ediciones, 2019
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© Jorge Chamorro, 2019.
Establecimiento del texto: Alejandro Rozitchner
Diseño de tapa: Gabriela López
Digitalización: Proyecto451
Queda rigurosamente prohibida, sin la autorización escrita de los titulares del “Copyright”, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, incluidos la reprografía y el tratamiento informático.
Inscripción ley 11.723 en trámite
ISBN edición digital (ePub): 978-987-8372-20-4
PRESENTACIÓN
El fin del análisis no es un tema entre otros, es un eje con el que interrogamos diferentes efectos clínicos del psicoanálisis. Los más relevantes: la extensión de las curas, los reanálisis, las interrupciones que distan de constituirse como un final.
La institución psicoanalítica que Jacques Lacan denominó Escuela está organizada alrededor de un dispositivo de verificación de finales que se denomina el pase. La formación de los psicoanalistas es solidaria con dichos finales, que es también donde se verifica el deseo del analista, función ineludible que cada analista debe ocupar.
La duración de un análisis plantea un problema que debe ser interrogado. Si la sesión analítica se acorta, si se concentra en puntos nodales del discurso del paciente, si no se trata de diálogos interminables, ¿no debería esto también producir un acortamiento de los análisis?
Este seminario se propone al mismo tiempo interrogar metódicamente las afirmaciones que constituyen el síntoma llamado disancia. No es un síntoma menor, tiene un alto poder de esterilizar los conceptos y ponerlos al servicio de posiciones de pura prestancia que no hacen más que transmitir y sostener discursos cuya enunciación puede formularse en términos de: “he leído”. Pero leer es otra cosa, es subrayar, destacar y por lo tanto desarrollar una enunciación que no se sostiene de citas y de textos. La lectura es un trabajo contra el dogmatismo, y este será un hilo que recorrerá este seminario por distintos caminos.
Un análisis lacaniano no termina “algún día”, es la precipitación de un camino que necesariamente apunta a un final. Es en este sentido que ubicamos el significante “inexorable” como opuesto a las vacilaciones, tanto del analista como del analizante. No dudemos que estas vacilaciones son el efecto del metalenguaje que muchas interpretaciones ejercen y que se dirigen obviamente a la autoconciencia de los analizantes, que por supuesto encuentran allí una satisfacción que va a contramano de todo análisis. Es necesario recordar que Lacan conecta el camino inexorable del héroe trágico con la posición del analista. Podemos sumar a esta la del analizante, que también se dirige a ese punto crucial.
En este texto encontrarán un concepto clave: neocreación. Es un significante freudiano que en cierta forma transgrede la orientación general del mismo Freud, que se sostiene del recuerdo. Neocreación conecta con otro significante freudiano que es la construcción material que se diferencia de la construcción histórica. Es obvio que estas formulaciones anticipan lo que llamamos sinthome, que es la neocreación en versión lacaniana.
Este texto aloja también momentos puntuales de la relación política-psicoanálisis. La orientación es la de la diversidad de opiniones, y fundamentalmente la de un cuestionamiento sistemático a una versión del dogmatismo consistente en la identificación de los psicoanalistas con posiciones partidarias. El recorrido de un análisis implica la caída de identificaciones, su atravesamiento, hasta producir un resto que se denomina “saldo cínico”. Diógenes no se suma a la corte del Emperador, le pide que se corra porque le tapa el sol. En efecto, los fundamentalismos impiden la claridad, pero además provocan la segregación y la discriminación. Increíble paradoja: en una escuela primaria llamada “progre” algunos padres tienen que decirle a su hijo de 10 años: “no digas que no somos de tal tendencia, porque nos van a apartar”. No hace falta volver a la primaria para vivir esto, el dogmatismo constituye un enemigo que hay que destruir o difamar.
El gran desafío del psicoanalista lacaniano es la identificación. Ésta es el obstáculo al análisis y a la posición que Lacan siempre reivindicó, la de analizar en la diferencia y no en la homogeneidad. Esta última produce la segregación, que combatimos por todos los medios. El repetido “uno por uno” queda oscurecido por estos síntomas y se transforma en una ironía.
Cerca de 30 años de vida lleva ya la Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP) y la Escuela de la Orientación Lacaniana (EOL). La estabilidad de estas organizaciones no debe hacer cesar el trabajo. El retorno de lo peor está al acecho: la burocratización siempre resiste a toda innovación.
El país del psicoanálisis con el que comenzamos, ¿tiene hoy fronteras nacionales? Otra forma de retorno de la identificación: ¿soy brasilero, argentino, francés?
Para responder a estos síntomas encontrarán en el texto las diferencias entre la identificación mencionada y la identificación al síntoma con la cual