Historia del Próximo Oriente antiguo. Marc Van De Mieroop

Historia del Próximo Oriente antiguo - Marc Van De Mieroop


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de representaciones contemporáneas de otros objetos. Los símbolos que se encuentran detrás de la mujer la identifican como la diosa Inanna: los denominados «fardos de cañas en forma de anillo», que actuaban como postes en las casas de caña de la época, fueron la base de la escritura del nombre de Inanna en escritura cuneiforme. Detrás de sus símbolos hay animales y tarros de almacenamiento, así como dos pequeñas figuras humanas en pedestales, probablemente estatuas. Una mujer tiene el símbolo de Inanna detrás de ella, mientras que un hombre tiene en sus manos un montón de cuencos y algo semejante a una caja, que juntos dan forma al signo cuneiforme de «señor», EN en sumerio. Ese signo es el más común en las tablillas de la época y parece indicar un alto funcionario del templo. Aunque no está inscrito con un texto, el relieve del vaso de Uruk puede leerse como la descripción del gobernante humano que ofrece los productos de la región a la diosa.

      La especialización del trabajo que caracterizó al establecimiento de la vida urbana en el sur de Mesopotamia provocó una reestructuración fundamental de la sociedad. El proceso de diferenciación social culminó con la existencia de una sociedad estratificada en la que la ocupación profesional determinaba en primer lugar el rango en la jerarquía. La gran mayoría de las personas seguían siendo agricultores, pescadores, pastores, etc., que vivían en comunidades con poca diferenciación social más allá de la de la familia individual. Estas comunidades probablemente mantenían una relación tributaria con la ciudad y le proporcionaban parte de sus ingresos, pero por lo demás seguían siendo socialmente libres y poseían la tierra que trabajaban. Muchos de los residentes de la ciudad (no podemos determinar qué porcentaje, sin embargo) eran parte de la organización del templo, cuyos miembros dependían totalmente de los primeros para su supervivencia. Estaban organizadas de manera estrictamente jerárquica. El elemento más indicativo de la jerarquía urbana es un texto llamado Lista estándar de profesiones (documento 2.1). Apareció primero al final del Período de Uruk Tardío y, por tanto, entre los primeros textos escritos y fue copiado fielmente durante unos mil quinientos años, siendo las versiones posteriores más claras para nosotros que las precedentes.

      La lista contiene varias columnas con los títulos de los funcionarios y los nombres de las profesiones ordenados en una jerarquía que comienza con el rango más alto. Aunque la primera entrada no es del todo comprensible para nosotros, más tarde los babilonios la equipararon con la palabra acadia para rey, que probablemente sería una forma anacrónica de hacer referencia al más alto funcionario de la tierra. Las siguientes entradas en la Lista estándar de profesiones contienen un número con el elemento NAM2, que creemos representa al «líder» y con el signo GAL, que significa «grande». Los títulos incluyen términos como «líder de la ciudad», o «del arado» y «grande de la ganadería», o «de los corderos». La lista contiene términos para sacerdotes, jardineros, cocineros, herreros, joyeros, alfareros y otros. Aunque no se comprenda del todo, es evidente que proporciona un inventario de las profesiones especializadas dentro de las ciudades.

      En la cima de la sociedad de Uruk, por tanto, había un hombre cuyos poderes derivaban de su papel en el templo. Los eruditos lo llaman a menudo ‘rey-sacerdote’. En la parte inferior de la escala social de los dependientes del templo estaban las personas involucradas en la producción, tanto agrícola como de otro tipo. La extensión de este grupo sigue siendo imposible de determinar, pero a través de una proyección de las condiciones del tercer milenio asumimos que el templo tenía un personal lo suficientemente grande como para atender todas sus necesidades. En el tercer milenio, los trabajadores dependientes recibían raciones, cantidades fijas de cebada, aceite y tela, como recompensa por sus servicios. Es probable que tal sistema ya existiera en el Período de Uruk Tardío. Las tablillas de Uruk IV contienen relación de granos distribuidos a los trabajadores, que parecen ser precursores de listas de raciones posteriores. La entrega de raciones a numerosas personas puede explicar la abundancia del cuenco de borde biselado en el registro arqueológico. Estos cuencos, en un número limitado de tamaños, posiblemente funcionaban como contenedores para medir las raciones de cebada. La semejanza del primer signo cuneiforme de ración (NINDA) y el cuenco de borde biselado respaldan esta sugerencia. Si es correcto, la primera aparición del cuenco de borde biselado a mediados del cuarto milenio atestiguaría la presencia de un sistema de distribución del grano ya existente en ese momento. Tenía lugar una oposición fundamental en este primer período entre los dependientes del templo, mantenidos pero no libres, y los habitantes del campo, libres pero sin seguridad frente a desastres como las malas cosechas. Sin embargo, el templo, situado en la ciudad, era un punto focal para todos, y a través de su recaudación de tributos atrajo a toda la región. A finales del cuarto milenio se había desarrollado, aunque pequeño, un estado en el que la ciudad detentaba el control organizativo.

      2.2. EL DESARROLLO DE LA ESCRITURA Y LA ADMINISTRACIÓN

      La burocracia permitió el control de la economía regional en los centros urbanos. En el Período de Uruk Tardío existía un sistema de registro mediante textos que fue la base de toda la escritura cuneiforme administrativa posterior utilizada durante el siguiente período de más de tres mil años. La escritura de Uruk se llama protocuneiforme porque los signos se dibujan en la arcilla con líneas finas en lugar de ser impresionados con cuñas, como sucedió con la escritura cuneiforme posterior. Sin embargo, no hay necesidad de ver una diferencia conceptual entre la primera escritura y los desarrollos posteriores. Esta es la primera vez en la historia en la que los seres humanos desarrollaron un sistema de escritura y la evidencia más antigua de escritura real proviene de la ciudad de Uruk. Las primeras tablillas aparecen en los estratos arqueológicos Uruk IVa y III del recinto del Eanna (figura 2.3). Estos términos han acabado utilizándose para hacer referencia a etapas en el desarrollo de la escritura en sí, y, como tales, se aplican a textos hallados fuera de Uruk.

      Las cuentas proporcionan dos conjuntos de datos: un registro de cantidades y una identificación de la persona u oficio involucrado en la transacción como participante o supervisor. Además de la escritura, hay otras técnicas que pueden indicar el segundo elemento. Los sellos, por ejemplo, pueden implicar un supervisor, y estaban en uso mucho antes del Período de Uruk IV. A partir del séptimo milenio, los sellos impresos en frascos o en trozos de arcilla adheridos a los contenedores identificaban a la autoridad que garantizaba el contenido. A mediados del período de Uruk el cilindro-sello reemplazó al sello de estampillar. Permitió una cobertura mucho más rápida porque el sello podía rodar sobre la superficie en un delicado movimiento. Se han atestiguado numerosos sellos con una gran variedad de imágenes pictóricas. Cada sello pertenecía a un funcionario o a una oficina administrativa cuya identidad podía reconocerse a través del diseño. La profusión de sellos distinguibles demuestra la presencia de una clase de funcionarios en la ciudad de Uruk que supervisaban las transacciones y garantizaban su legitimidad con su marca de autoridad.

      Los sellos no revelaban la cantidad o el contenido real de una transacción. Al parecer, se llevaron a cabo al mismo tiempo o en rápida sucesión varias técnicas para registrar esa información y se han documentado en diversos lugares de todo el Próximo Oriente. En Uruk la estratigrafía arqueológica es demasiado confusa para establecer una secuencia de técnicas. En el yacimiento iraní occidental de Susa, sin embargo, vemos, antes del nivel correspondiente a Uruk IV, un nivel en el que aparecieron por primera vez las bullae, seguido por otro con tablillas numéricas. Las bullae son esferas de arcilla huecas con improntas de sellos rodados por toda su superficie que contienen colecciones de pequeños objetos que llamamos fichas. Estos últimos son objetos geométricos de piedra y arcilla, en forma de conos, esferas, discos, cilindros y muchas otras. Se cree que estos registran la medida de un artículo en particular (bienes, animales, seres humanos). La recepción de tres unidades de cebada, por ejemplo, podría haberse confirmado mediante la entrega de tres fichas que representarían una unidad cada una. Es probable que las fichas mayores de la misma forma indicasen una unidad superior en un sistema metrológico. Se guardaban juntas en el sobre de arcilla, que se sellaba para garantizar el contenido a través de la autoridad de quien lo sellaba.

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