Historia del Próximo Oriente antiguo. Marc Van De Mieroop
proyectos constructivos como estos requerían que algunas personas reorientaran su atención hacia otras tareas y se especializaran en ellas. La especialización del trabajo es una característica de una sociedad urbana y podemos observarlo tanto en las tierras como en la ciudad de Uruk. Uruk estaba situado justo en el interior de las marismas, a la cabecera del golfo Pérsico. Su agricultura se basaba en el agua de riego que proporcionaba el Éufrates, lo que permitía el cultivo abundante de cereales y productos hortofrutícolas, especialmente dátiles. Entre las zonas de irrigación se encontraba la estepa, donde, además de la caza, se practicaba la ganadería ovina y caprina. En las inmediaciones se encontraban las marismas, con un abundante suministro de peces y aves de caza, donde se pastoreaban los búfalos de agua para la producción de leche y donde se podían cosechar los juncos para el forraje animal. Los diferentes nichos ecológicos fomentaban la especialización laboral de los productores: pescadores, agricultores, hortelanos, cazadores y pastores eran más productivos si dedicaban la mayor parte de su tiempo al cuidado de los recursos que tenían a su disposición. Algunos avances tecnológicos también pudieron hacer la especialización más deseable. Así, la invención del arado de vertedera, un instrumento que deposita las semillas en el surco mientras se está arando, hizo la labranza más difícil y requirió la mano de un experto.
La gran mayoría de la población se mantuvo activa en la agricultura, incluso los que vivían en la propia ciudad, pero un segmento de la sociedad urbana comenzó a centrarse en tareas no agrícolas como resultado del nuevo papel de la ciudad como centro en su entorno geográfico. Dentro del sector productivo, los artesanos se convirtieron en especialistas. Ya en el Período de Uruk Antiguo, el cambio a la cerámica utilitaria no decorada fue probablemente el resultado de la producción masiva especializada. En el nivel XII de la secuencia del Eanna en Uruk, datado a comienzos del cuarto milenio, aparece un estilo cerámico que es el más característico de este proceso, el denominado cuenco de borde biselado (figura 2.1). Se trata de un cuenco bastante poco profundo que se fabricaba toscamente en un molde, y, por tanto, solo en un número limitado de tamaños estandarizados. Por alguna razón desconocida, muchos fueron descartados, a menudo aún intactos, y se han encontrado cientos de miles en todo el Próximo Oriente. El cuenco de borde biselado, de cuyo uso se hablará más adelante, es uno de los hallazgos más reveladores para identificar un yacimiento del período de Uruk. En este caso es importante el hecho de que fue producido rápidamente en grandes cantidades, probablemente por especialistas, en una localización céntrica.
Una variedad de documentación indica que los artesanos hábiles también producían en masa otros bienes, mientras que anteriormente cada familia los fabricaba para uso privado. Algunas imágenes muestran grupos de mujeres que participaban en el hilado de tejidos, una actividad que sabemos por textos posteriores del tercer milenio que fue vital en la economía y que se administraba de forma centralizada. Podría haberse excavado un taller de fundición de metal en una pequeña área en Uruk, pues contenía una serie de canales alineados por una secuencia de agujeros de unos quinientos centímetros de profundidad, todos ellos con marcas de quemaduras y llenos de cenizas. Esto se ha interpretado como los restos de un taller donde los especialistas recogían el metal fundido del canal y lo vertían en moldes en los agujeros.
Los propios objetos muestran que eran obra de profesionales cualificados. En el Período de Uruk Tardío, apareció por primera vez un tipo de objeto característico de Mesopotamia a lo largo de toda su historia: el cilindro-sello. Se trataba de un pequeño cilindro, generalmente de no más de 3 centímetros de alto y 2 centímetros de diámetro, de concha, hueso, loza o una variedad de piedras (por ejemplo, cornalina, lapislázuli, cristal), en el que se tallaba una escena en espejo. Cuando se hacía rodar sobre un material blando —principalmente la arcilla de bullae, tablillas o terrones adheridos a cajas, frascos o cerrojos— la escena aparece un número indefinido de veces en relieve, fácilmente legible (figura 4.4). El cilindro-sello fue una importante herramienta administrativa de cuyo uso se hablará más adelante. Los conocimientos tecnológicos necesarios para tallarlo eran muy superiores a los de los sellos estampillados, que habían aparecido a principios del Neolítico. Desde la primera aparición de los cilindros-sellos, las escenas talladas pueden ser muy elaboradas y refinadas, lo que indica el trabajo de canteros especializados. Del mismo modo, el Período de Uruk Tardío muestra el primer arte monumental, el relieve y la estatuaria de bulto redondo, realizados con un grado de maestría tal que solo un profesional podría haberlos producido.
Con esta especialización de la producción, la necesidad de intercambio se hizo imperativa y es aquí donde Uruk adquirió su verdadero estatus de ciudad, coordinando dichos intercambios respecto a su entorno. Los productores agrícolas intercambiaban sus variados productos y obtenían así herramientas y artículos de lujo, mientras que los artesanos obtenían sus alimentos a través de este sistema. Se requería algún tipo de autoridad para organizar esto y esta autoridad tenía que apoyarse en una base ideológica compartida por los participantes en el sistema para que fuera aceptable para ellos y que estos contribuyeran con parte de su producción a cambio de algo más en el futuro. En el período de Uruk de Mesopotamia, la religión proporcionaba esa ideología: el dios de la ciudad recibía los bienes y los redistribuía a los habitantes. El templo monumental, casa del dios y construido por la comunidad, fue la institución central que hizo funcionar el sistema. Sus edificios presentaban una vista impresionante y un enfoque visual de los alrededores de Uruk, que se encontraba en una región extremadamente plana. Tenían un papel de culto en el que los bienes se ofrecían a los dioses. Una de las principales obras de arte de la época, el vaso de Uruk (figura 2.2; véase el recuadro 2.1), expresa pictóricamente el papel del complejo del templo Eanna en la sociedad de Uruk: recogía los productos de la tierra como si fuera una ofrenda a la diosa. Un humano, distinguido de los demás por su altura y su vestimenta, actuaba como intermediario. Lo más probable es que podamos identificarlo con el jefe de la organización del templo, tal vez referido por el título «señor», EN en sumerio.
Figura 2.2. El vaso de Uruk. La talla de esta vasija ceremonial muestra como el líder de la comunidad de la ciudad provee a la diosa Inanna de los productos de la tierra. Encontrado dentro del complejo del templo de Uruk, el vaso representa el papel de ese edificio en la recolección de los recursos de la región para su redistribución a la comunidad. Museo de Iraq, Bagdad.
Créditos: M. van de Mieroop, The Ancient Mesopotamian City (Oxford University Press, Oxford, 1999), p. 32.
El papel del templo en la recolección y redistribución de bienes creó la necesidad de un tipo de especialista completamente nuevo: el administrador. La economía se volvió tan compleja que se necesitaban mecanismos de contabilidad para registrar las entradas y salidas de mercancías de la organización central. Esto requería las habilidades de personas capaces de trabajar con las herramientas y técnicas de una burocracia. Se habían establecido medidas estándar para las cantidades de productos secos y líquidos, para la tierra, para la mano de obra y para el tiempo, y se había creado la escritura, la tecnología de registro para futuras consultas. Al considerar los cambios en la sociedad, es importante darse cuenta de que toda esta actividad burocrática estaba en manos de un grupo especializado de personas.
Recuadro 2.1. EL VASO DE URUK
En un depósito de objetos de culto de los niveles de Uruk III se encontró un vaso de alabastro, de aproximadamente un metro de altura, cuya superficie está totalmente grabada con una elaborada escena (figura 2.2). Representa una procesión de hombres desnudos que llevan cuencos, recipientes y canastas que contienen productos agrícolas. Los granos de cereales y las ovejas y cabras en el registro inferior representan sumariamente la agricultura de la región. El punto culminante de la historia del relieve es aquel en el que una figura femenina se encuentra con el gobernante humano masculino, vestido con gran ornato y con un asistente