Diccionario de la obra de Wilfred R. Bion. Rafael E. López-Corvo
constituidas por elementos análogos a los OBJETOS PARCIALES. Ambas pueden verse en la patología psicótica (ST, p. 82). Un paciente psicótico, por ejemplo, desea expresar un DESEO como una forma de descarga del aparato mental, pero es impedido por sentimientos e impotencia, ENVIDIA y odio que obstaculizan la descarga y lo llenan de FRUSTRACIÓN. Imposibilitado en esta forma y bajo la presión de la intolerancia a la frustración, puede utilizar una descarga motora que en su infancia, bajo el dominio del principio del placer, representó una buena forma de descarga, como por ejemplo un movimiento, un tic, etc.; son estos gestos los que se observan desde afuera y sirven de material para la construcción de la INTERPRETACIÓN16. Sin embargo, como está impedido para utilizar mecanismos de represión (véase IDENTIFICACIÓN PROYECTIVA), y no logra deshacerse de los sentimientos indeseados, hecha mano entonces de identificaciones proyectivas masivas que le llevan a crear OBJETOS BIZARROS17 que actúan y se «comportan» de acuerdo con sus proyecciones, dando así lugar, mediante el uso de los sentidos que perciben las propias proyecciones (PERCEPCIÓN EN REVERSO), a las alucinaciones y a los DELIRIOS (ST, pp. 82-85). Representan una reversión de la dirección del sistema en donde el cambio de VÉRTICE está relacionado con las alucinaciones (Tr, p. 91), es decir, los estímulos parecen venir desde afuera en lugar del interior de la mente. Las alucinaciones pueden ser autoproveedoras –porque hasta una comida puede ser alucinada– llegando a ser experimentadas como un método para alcanzar independencia, lo cual el paciente considera como superior al psicoanálisis. Su fracaso, porque obviamente la alucinación siempre fracasa, es experimentado por el paciente como el producto de sentimientos de rivalidad y envidia por parte del analista (Tr, p. 132; AI, pp. 38-39). Véase TRANSFORMACIÓN EN ALUCINOSIS.
Alucinaciones histéricas. Véase ALUCINACIONES.
Alucinaciones visuales-invisibles (ingl.: Invisible-visual hallucination; ital.: Allucinazioni visibili-invisibili; fr.: Hallucinations visuelles-invisibles; ale.: Unsichtbar-visuelle halluzination).
Describe este tipo de alucinaciones en relación con un paciente que de pronto se sienta en el diván y se queda mirando al vacío intensamente. Al interpretarle que pareciera estar viendo algo, el paciente responde que no puede ver lo que vio. Bion concluye que se trata de la visión de un «objeto invisible» y que este tipo de alucinación guarda relación con los SUEÑOS de los pacientes psicóticos, los cuales por lo general son mencionados pero no descritos, por cuanto las imágenes de las que podrían estar formados han sufrido tal FRAGMENTACIÓN que es imposible reconocer objetos reales y por lo tanto hacer referencia a ellos. En estos casos los sueños están siendo utilizados como un proceso de descarga del aparato mental (ST, pp. 96, 98).
Alucinosis (ingl.: Hallucinosis; ital.: Allucinosi; fr.: Hallucinose; ale.: Halluzinose).
Estado tanto patológico como normal, el cual representa una condición, un terreno, en donde la ALUCINACIÓN puede ser posible. Refiriéndose al ACTO DE FE, necesario para el devenir en la ‘O’ del paciente, Bion dice: Éste [el acto de fe]
es esencial para la experiencia de ALUCINACIONES o de estados de alucinosis. Este estado no lo concibo como una exageración de la patología ni como una condición natural: le considero más bien como un estado siempre presente aunque oculto por otros elementos que lo cubren. Si estos elementos se logran moderar o suspender la alucinosis se hace presente; su total profundidad y riqueza son asequibles sólo en un acto de fe (AI, p. 36).
Y más adelante:
para apreciar la alucinación el analista debe participar en un estado de alucinosis […] Antes que pueda interpretarse la alucinación, la cual es en sí misma una TRANSFORMACIÓN DE ‘O’ en K, es necesario que el analista experimente en su propia personalidad la transformación de ‘O’ en K. Apartando las memorias y deseos […] podrá acercarse al dominio de la alucinosis y del acto de fe mediante el cual únicamente podrá unirse (AT-ONEMENT) con las alucinaciones de su paciente y lograr la transformación de ‘O’ en K (AI, p. 36).
El estado de alucinosis en el analista da «SIGNIFICADO» a las alucinaciones del paciente, al permitir una condición en donde dominan las impresiones sensoriales sobre el pensamiento racional. Describe a un paciente quien, según Bion, sentía que las palabras de la INTERPRETACIÓN volaban sobre su cabeza y se posaban en los dibujos de un cojín desde donde volaban de nuevo en dirección contraria. Para Bion, tanto los razonamientos del paciente como los suyos propios al captarlos, eran producto de un estado de alucinosis en ambos que permitió en él la aparición de un acto de fe (AI, pp. 36-37). Se trata de un concepto que Bion había anunciado anteriormente cuando, al referirse a la arrogancia, no distingue entre los sentimientos del paciente y los del analista. Dice:
Brevemente, pareciera que sentimientos abrumadores se encuentran asociados con la creencia por el paciente o analista acerca de las cualidades necesarias para buscar la VERDAD, y en particular con la capacidad para tolerar el stress asociado con la introyección de las identificaciones proyectivas de otra persona. Puesto en otros términos, el propósito implícito en el psicoanálisis de lograr la verdad a cualquier costo, es sentido como sinónimo a la capacidad de contener los aspectos fragmentados y rechazados de otras personalidades al tiempo que se mantiene una apariencia balanceada (ST, p. 88).
Meltzer (1986) ha resumido lo enunciado por Bion sobre los métodos utilizados por el yo para desembarazarse de la acumulación de estímulos indeseados, en la siguiente forma:
Su IDEA [de Bion] es que la EVACUACIÓN por lo general toma una de dos FORMAS: sea que es transformada en una conducta de GRUPO del tipo descrito como MENTALIDAD GRUPAL de SUPUESTOS BÁSICOS, o como una TRANSFORMACIÓN en alteraciones somáticas. Esta última representa la base de su teoría sobre patología psicosomática. Pero existe un tercer método de evacuación, el cual se efectúa a través de los mismos órganos sensoriales, revirtiendo sus funciones en tal forma que en lugar de incorporar sensaciones, expelen la data en la forma de ELEMENTOS BETA los cuales forman la alucinosis (p. 105).
Para información sobre el aspecto patológico de la alucinosis, véase TRANSFORMACIONES EN ALUCINOSIS.
Amor. Véase L (= Love).
A-morfo (a-morph). Véase NOOSFERA.
Analítica, proposición (ingl.: Analytic proposition; ital.: Analitica, proposizione; fr.: Analytique, proposition; ale.: Analytic vorschlag).
Kant distingue entre una proposición sintética y otra analítica, en forma parecida a como diferencia la proposición «A PRIORI» de la EMPÍRICA. La primera, a diferencia de la segunda, puede ser conocida sólo por la experiencia, por ejemplo decir «el Salto Ángel es una catarata muy alta», implica haberla visto. En la analítica, en cambio, el predicado es parte del sujeto: «un hombre gordo es un hombre», o «un triángulo equilátero es un triángulo». Otros filósofos niegan la existencia de alguna diferencia entre ambas.
Analogía (ingl.: Analogy; ital.: Analogia; fr.: Analogie; ale.: Analogie).
Bion se refiere a la ‘analogía’ para enfatizar la importancia de la relación en lugar de los objetos: «puede ocurrir confusión cuando se da más atención a las dos imágenes usadas en una analogía que a la relación entre ellas, lo cual es el punto más importante» (Gr, p. 26). Se puede resolver el problema de ser muy abstracto e incomprensible en lo que se expone, asegura Bion, con una analogía concreta, pero ser muy concreto aunque puede hacer las cosas comprensibles, puede también tergiversarlas. «Pero la importancia