La intervención en Trabajo Social. Viviana Verbauwede

La intervención en Trabajo Social - Viviana Verbauwede


Скачать книгу
título de su artículo y sólo de esta forma se puede resistir y continuar trabajando en una de las instituciones totales, que en forma conjunta con el sistema penitenciario son los lugares más degradados y postergados por la sociedad y muchas veces por el propio Estado. Evangelina nos describe detalladamente tanto las particularidades de la Colonia Psiquiátrica de Oliveros como los debates en el campo de la salud mental acerca de la desmanicomialización/ desinstitucionalización.

      Evangelina nos propone que consideremos claves a los trabajadores del campo de la salud mental, como colectivo que “impulsó los cambios y transformaciones y se constituyó en una pieza fundamental en la construcción de nuevos dispositivos”, destacando que las transformaciones tienen “oscilaciones históricas” –avances y retrocesos− que dificultan y ponen en tensión la posibilidad de construir nuevos paradigmas en el campo de la salud mental.

      Nos muestra así distintos momentos, atados al contexto histórico de nuestro país y de las transformaciones del Estado, que influyen en la forma de abordaje de la salud mental. Así, en el tercer momento reconocido por la autora, como el momento en que se encuentran transitando en la actualidad, señala la convivencia de dos modalidades de abordaje institucionales del padecimiento subjetivo “lo manicomial encarnado en la figura de lo asilar y lo sustitutivo, alternativo que se va conformando con diferentes experiencias que aún no tienen el grado de institucionalización necesario como para pensarlas como políticas públicas que trascenderán las gestiones o buenas intenciones de los trabajadores que las realizan”. Para Evangelina la convivencia de estos dos paradigmas se encuentran vinculados a que si bien “los cambios legislativos sin dudas acompañan los avances y las transformaciones, ni las prácticas ni las instituciones se modifican por decreto.” y que como decisión política para lograr realmente esos cambios propuestos en las leyes se constituye condición sine quanon rever el financiamiento de los mismos.

      María Alfonsina Angelino y María Eugenia Almeida nos ponen en contacto con sus experiencias profesionales a través del “Espacio Interdisciplinario Gratuito de Acompañamiento y Abordaje de la Discapacidad”, constituyendo éste una línea de acción y validación de derechos, con autonomía en el marco del programa de Extensión “La producción social de la discapacidad”.

      Y plantean que “... es necesario reconocer que a pesar de los enormes avances en la discusión de la perspectiva de derechos y de las múltiples acciones que éstas desatan, es posible advertir un núcleo duro y persistente de prácticas institucionales y profesionales que hemos denominado: de medicalización y judicialización del ejercicio de los derechos de las personas discapacitadas”. Realizan un minucioso análisis de cómo el Estado a través de sus instituciones, las políticas y los saberes disciplinares producen y reproducen una relación de opresión que excluye para incluir.

      Las autoras señalan que la disputa por la administración de los alcances del derecho se traduce en la disputa entre las prestaciones y los límites que encuentra la efectivización de ese derecho. Proponen disputar el sentido en torno a la discapacidad reconocido como un “dispositivo de control estatal de las identidades”, cuya estrategia gubernamental se funda en la idea de programas sociales, sostenidos en la acreditación de la discapacidad a través de un diagnóstico médico: “Aunque se las nombre como políticas destinadas a garantizar derechos no son más que programas específicos destinados a atender necesidades específicas de una población focal”.

      De ahí la importancia de poner en juicio las acciones en discapacidad, para evitar, como plantean las autoras, que “sigan teniendo un fuerte sesgo asistencial proteccionista que corroe las posibilidades reales de experiencia de autonomía”.

      Laura Imbert nos invita a abordar a la educación “como campo de luchas, con disputas de sentido desde diversos enfoques, identificando y poniendo en tensión las formas en que se la concibe, practica y analiza, en relación con las diversas problemáticas que la atraviesan e interpelan”.

      Reconoce como uno de los caminos posibles la producción de exclusiones educativas, cuando se naturalizan las desigualdades sociales y educativas, atribuyéndolas a particularidades individuales de los sujetos.

      Las escuelas inclusivas, situadas en una perspectiva crítica, ubican al campo educativo en su singularidad, pero formando parte del campo social. Laura nos propone el concepto de sujeto-educando, para incorporar otras facetas, intereses, destrezas, saberes, demandas, de los alumnos, más allá de lo que ya los docentes conocen, y que pueda ser “entrelazado” en el proceso de enseñanza aprendizaje. También, tener en cuenta el reconocimiento y la valoración del poder que juegan los docentes en el proceso educativo, entendiéndolo como aquel poder que permita producir las transformaciones que implica educar. Todo esto en el marco de una estrategia que la autora denomina de “implicación: (...) El implicarse por parte de directivos, docentes y otros actores de las instituciones educativas, refiere a una reflexividad ética que no sólo liga teoría-práctica, sino que también enlaza razón y emoción…”

      Menciona aquellos problemas que obstaculizan la permanencia de los alumnos en las escuelas, tales como maternidad adolescente –sin acompañamiento−, adicciones, violencia familiar, y con cibe a estos problemas como manifestación de la cuestión social, que no admiten lecturas simplistas, que culpabilicen a los sujetos que padecen sus consecuencias.

      Ante la demanda de los docentes de herramientas teórico-metodológicas para interpretar estas manifestaciones de la cuestión social en su complejidad e interrelación con los procesos educativos, la autora resalta la importancia de que las escuelas cuenten con equipos interdisciplinarios, para poder producir intervenciones complejas.

      3- Nuevas formas, nuevas lecturas, nuevas miradas para el Trabajo Social

      En esta sección nos centramos en los artículos escritos en aquellos caminos que no son los habituales de Trabajo Social, de ahí que nos parecía necesario contribuir a su visibilización, para brindar miradas y posibilidades nuevas, que nos permitan abrirnos a la creatividad y al encuentro con el otro de manera distinta.

      Existen muchos otros nuevos modos, que los Trabajadores Sociales van incorporando en el diseño de sus intervenciones junto con otros, apelando a diferentes expresiones artísticas como la música, la danza, la literatura, la pintura, así como el deporte y el trabajo con el cuerpo de diferentes maneras. Así como también, recuperando saberes ancestrales en el cuidado de la propia salud, que la modernidad arrasó, en nombre de la civilización y el progreso.

      Estos nuevos modos se encuentran íntimamente vinculados al reconocimiento de que la complejidad de las problemáticas requiere de miradas también complejas, que conciban a los sujetos de manera integral, buscando diferentes formas de acceso, que permiten la creación de vínculos y el encuentro con los otros.

      En algunos casos la política pública estatal, ámbito por excelencia de la intervención profesional, los ha comenzado a incorporar, en otros casos se trata de convicciones y certezas sobre un camino elegido que inspira a los colegas a seguir haciendo huella.

      Valeria Rodrigo nos presenta un tema/problema poco explorado en la profesión, si bien los jóvenes como grupo etario constituyen sujetos con los cuales construimos nuestras prácticas, cómo estos se acercan a la lectura no es una temática usual. Valeria nos muestra que el ejercicio de la profesión nos demanda repensar nuestras prácticas fundadas y recurrimos para ello no solo al auto socio análisis –como diría Bourdieu− sino además a la formación con otros sobre diversas temáticas de nuestra incumbencia. En el marco de la Maestría en Trabajo Social realiza una investigación acerca de las juventudes lectoras, y refiere que “la problematización y la posibilidad de generar una producción de conocimiento permiten dar cuenta de la compleja trama que se teje sobre este tema en particular, lo que aporta insumos a las futuras intervenciones profesionales”.

      A Valeria le interesan las prácticas lectoras de los jóvenes porque construye una llave para llegar a “.dilucidar como juegan los capitales sociales y culturales en las lecturas.” y cómo esta se constituye en un empoderamiento subjetivo. Reconoce que su tesis es un desafío a la profesión y a la disciplina, pero asume que la mirada debe ser necesariamente interdisciplinaria, tomando diferentes perspectivas y lenguajes porque la realidad tal cual como la construimos o como


Скачать книгу