Gestión empresarial en las instituciones de educación superior para la calidad y la pertinencia. Juan Carlos Núñez Bustillos

Gestión empresarial en las instituciones de educación superior para la calidad y la pertinencia - Juan Carlos Núñez Bustillos


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Declaración Universal sobre Educación para Todos (1990), identifica en su primer artículo las necesidades básicas de aprendizaje que los seres humanos requieren para sobrevivir, desarrollar plenamente sus capacidades, vivir y trabajar con dignidad, para participar plenamente en el desarrollo, mejorar la calidad de su vida, tomar decisiones fundamentadas y continuar aprendiendo. Estas necesidades incluyen las herramientas esenciales del aprendizaje, tales como la lectura, la escritura, la expresión oral, el cálculo, la solución de problemas, así como conocimientos teóricos y prácticos, valores y actitudes. En el artículo 4º propone centrar la atención en el aprendizaje, ya que si los individuos verdaderamente aprenden, es decir, adquieren conocimientos útiles, capacidad de raciocinio, aptitudes y valores, podrán tener un desarrollo genuino a nivel personal y a nivel de la sociedad.

      Delors (1996) planteó los cuatro pilares de la educación, mismos que recogen el objetivo general de la enseñanza de las competencias para la vida, que debería permitir a los jóvenes acceder a los instrumentos necesarios para transformar a las sociedades y contribuir a la realización de una "mundialización con carácter humano". a) Aprender a conocer; b) Aprender a hacer; c) Aprender a vivir juntos; d) Aprender a ser.

      Morin (1999) establece que hay siete saberes «fundamentales» que la educación del futuro debe tratar en cualquier sociedad y en cualquier cultura (sin excepción alguna ni rechazo según los usos y las reglas propias), y que son base de las competencias para la vida: 1.- Las cegueras del conocimiento; 2.- Los principios de un conocimiento pertinente; 3.- Enseñar la condición humana; 4.- Enseñar la identidad terrenal; 5.- Enfrentar las incertidumbres; 6.- Enseñar la comprensión, y 7.- La ética del género humano.

      Torroella (2001) considera que las competencias para la vida parten de ciertos aprendizajes básicos que constituyen un sistema que se rige por la orientación de valores o sentido de la vida, es decir, por satisfacer las necesidades superiores que promueven el desarrollo humano, la autorrealización. El investigador cubano clasifica los aprendizajes básicos para la vida en tres grupos de acuerdo con los objetivos predominantes y a los aspectos principales de la vida a que se refieren, aunque todos están relacionados entre sí como un sistema (Torroella, 2001: 80-81): 1.- Aprender a vivir consigo mismo; 2.- Aprender a convivir y comunicarse con otros; 3.- Aprender a afrontar la vida. El ser humano tiene necesidades básicas (biológicas y psicológicas) y necesidades superiores, espirituales o de autorrealización y puede responder a ellas de forma negativa o positiva. Los aprendizajes básicos para la vida ayudan a satisfacerlas de forma positiva, generando personalidades saludables. La personalidad saludable asume y adopta actitudes y conductas abiertas, comunicativas, afirmativas, que se transforman mejorándose a sí mismas y a la comunidad en la que viven.

      La UNESCO (2004) establece que las competencias para la vida son cada vez más esenciales en un mundo en el que la información y la tecnología se renuevan a una velocidad creciente y las necesidades de los jóvenes deben ser base de su educación.

      Las competencias para la vida deben preparar a los jóvenes para el mundo del trabajo y para ayudarlos a enfrentar los muchos riesgos de la vida actual, así como a responder eficazmente a los contextos y tensiones a los cuales se enfrentan ahora y en el futuro, en la sociedad y en su vida profesional y laboral (UNESCO, 2004: 110).

      La Comisión Europea formó un grupo de trabajo en el 2001 con el objetivo de “identificar y definir qué son las nuevas destrezas y cuál es la mejor manera de integrarlas al currículum, mantenerlas y aprenderlas a lo largo de la vida” (Comisión Europea, 2004: 3). En 2004, este grupo presentó un informe provisional en el que considera a la competencia como “el logro de un mayor nivel de integración entre las capacidades y la amplitud de objetivos sociales de un individuo”,y las organizó en ocho dominios: 1.- Comunicación en la lengua materna; 2.- Comunicación en una lengua extranjera; 3.- Competencia matemática y competencias básicas en ciencia y tecnología; 4.- Competencia digital; 5.- Aprender a aprender; 6.- Competencias interpersonales y cívicas; 7.- Espíritu emprendedor; 8.- Expresión cultural.

      Farstad (2004) subdivide las competencias fundamentales en personales (cognitivas, psicosociales), interpersonales y físicas o prácticas. Retomando a Eurydice, 2002; Unión Europea, 2004; Ministerio de Educación e Investigación, 2004; Banco Mundial, 2003; Rye y Torbjørnsen, 2004, Farstad (2004:9) plantea las siguientes aptitudes y competencias como esenciales: 1.- El dominio de la lengua materna; 2.- El trabajo en equipo; 3.- La resolución de problemas; 4.- La aritmética elemental; 5.- Conocimientos básicos sobre ciencias naturales; 6.- La utilización de la tecnología de la información y la comunicación, 7.- La competencia de aprendizaje.

      A finales de 1997, la OCDE inicio el Proyecto Definición y Selección de Competencias (DeSeCo) con la finalidad de identificar las competencias clave para una vida próspera, la realización personal, la inclusión social, el empleo en una sociedad del conocimiento y para vivir en una sociedad con buen funcionamiento. El proyecto identificó desafíos universales de la economía global y la cultura, reconoció la diversidad de prioridades y valores a lo largo de países y culturas comunes que aportan para la selección de las más importantes competencias. (DeSeCo, 2005)

      Las competencias fundamentales para la vida establecidas en el Proyecto DeSeCo se mencionan en el cuadro 1.

Cuadro 1. Competencias Proyecto DeSeCo
CategoríasCompetencias Fundamentales
1: Usar las herramientas de forma interactivaA. Uso interactivo del lenguaje, los símbolos y los textosB. Uso interactivo del conocimiento y la informaciónC. Uso interactivo de la tecnología
2: Interactuar en grupos heterogéneosA. Relacionarse bien con otrosB. Cooperar y trabajar en equipoC. Manejar y resolver conflictos
3: Actuar de manera autónomaA. Actuar dentro del contexto del gran panoramaB. Formar y conducir planes de vida y proyectos personalesC. Defender y asegurar derechos, intereses, límites y necesidades
Fuente: OCDE, 2005:4

      En el documento Hacia las sociedades del conocimiento, la UNESCO (2005) establece que los jóvenes están llamados a desempeñar un papel fundamental en la sociedad del conocimiento, ya que suelen hallarse a la vanguardia de la utilización de las nuevas tecnologías y contribuyen a insertar la práctica de éstas en la vida diaria. Toda sociedad posee la riqueza de un vasto potencial cognitivo que conviene valorar.

      En las sociedades del conocimiento todos tendremos que aprender a desenvolvernos con soltura en medio de la avalancha aplastante de informaciones, y también a desarrollar el espíritu crítico y las capacidades cognitivas suficientes para diferenciar la información “útil” de la que no lo es.

      Flores-Crespo (2006) plantea la necesidad de que la educación se oriente al desarrollo integral de las personas de manera equilibrada en conocimientos, valores, convicciones éticas, habilidades cognitivas, dominio de sí mismo, actitudes críticas y objetivas, competencias lingüísticas y expresivas, capacidad de aprender a resolver problemas de manera creativa, capacidad de trabajar colectivamente, con visión de su región, del país y del mundo, con sensibilidad social, aprecio y responsabilidad con el medio ambiente, conocimiento de la historia y las culturas como fundamento de la identidad. Esto es, se pretende que la educación forme ciudadanos capaces de engrandecer y desarrollar el país en que vivimos.

      Molerio, Otero, Nieves (2007) dicen que existen varios tipos de aprendizajes para la vida, la capacitación, el desarrollo profesional y el desarrollo del sujeto que debería de promover la escuela de manera formal. Para ello definen tres sistemas: el primero se orienta a aprender a vivir consigo mismo, el segundo, a socializarse y el tercero engloba aprender, estimar, disfrutar y crear valores positivos.

      La SEP (2010) establece que para lograr que los jóvenes del siglo XXI desarrollen sus capacidades para adaptarse a los continuos cambios, deben recibir una educación y formación basada en competencias, dentro de las que se encuentran las genéricas, las disciplinares y las profesionales. Las competencias genéricas se agrupan en seis categorías generales, como se muestran en el cuadro 2.

Cuadro 2. Competencias Genéricas de la SEP
Categorías generalesCompetencias Genéricas
Se autoderminay cuida
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