Identidades musicales. Ik'Balam Moyrón Castillo
pasar por alto. En cambio, en el fandango actual se acepta a cualquiera, y aunque se les marque a los aspirantes a ejecutantes lo que deben hacer para tocar adecuadamente, esto no resuena en ellos porque “ya tocaron”, “ya forman parte de algo” y “pues si en un son ya pude tocar la jarana, no debe ser muy difícil tocar esta música, si ni ha terminado el fandango”.
Para contrarrestar las situaciones anteriores, reuní parte de la información que he recabado a lo largo de los años sobre elementos musicales del son jarocho en este libro, que se separa de las publicaciones de corte antropológico, histórico, etnomusicológico y sociológico, las cuales dominan la bibliografía del son jarocho. Los datos de las páginas siguientes los he obtenido por ser participante, estudioso y creador con y de las formas musicales. Así mismo, lo que expongo aquí está disponible al complemento, actualización y reforzamiento. Espero que este libro impulse a seguir un nuevo camino en la documentación de esta forma musical.
Soy partidario de ver la música como un todo, las etiquetas que se le han puesto para dividirla en géneros y estilos me parece que responden más a la mercantilización que a encontrar información sobre cómo se practica la música en diferentes latitudes. A fin de cuentas, cuando se va a comprar sal, esta tiene etiqueta para distinguirla del azúcar. Por ello, tuve que dividir y etiquetar los contenidos, pero en este caso fue para facilitar la búsqueda de información y mostrar vías, porque, como podrá leerse, el jazz y el son jarocho sí tienen cosas en común y están vinculados. La separación la hace el ser humano, no la música.
El enfoque de esta publicación es describir y demostrar los elementos que se utilizan para tocar en el son jarocho y los del jazz que pueden adaptarse al primero, así como nombrar teóricamente los conceptos que los ejecutantes tradicionales de son tocan, pero desconocen a nivel teórico. La información está repartida en seis capítulos, donde se comenta en cada uno sobre la afinación, rangos y similitudes, el ritmo, la melodía, la armonía, y las formas de tocar y digitar los recursos musicales. Aunque las teorías y prácticas musicales tienen perspectivas diferentes entre sí, se utilizan las pautas generales de abordar esto, ya que hay puntos que permiten establecer las relaciones comunes entre los temas, para después, en caso de desearlo, profundizar o ampliar individualmente los conocimientos sobre estos.
En cuanto a la improvisación, que es un rasgo distintivo del son jarocho y del jazz, este tema se aborda a nivel general. Aun así, los ejemplos musicales del son jarocho que se describen surgen de o para la improvisación, lo que dará a grandes rasgos una idea de cómo se explica el tema desde este. Los recursos musicales del jazz que se usan para la improvisación, como los mencionados en el libro, pueden consultarse en textos que hablan detalladamente sobre técnicas de improvisación para esa forma musical, aunque lo mejor es ir a las presentaciones en vivo o escuchar discos.
El sexto capítulo comprende a manera de conclusión algunas reflexiones y perspectivas sobre temas relacionados con el quehacer musical, el jazz y el son jarocho. Después están las recomendaciones discográficas; sobre ello quisiera comentar que lejos de cubrir totalmente la discografía, la selección comprende discos que pueden servir de referencia interpretativa o estilística, siendo un parámetro general para los diferentes contextos del son jarocho, que oscilan entre lo tradicional y lo moderno. De estas ramas se desprenden diversas agrupaciones que han tratado de emular a las pioneras. Esto abre la puerta a una investigación y escucha más detallada, pues pocos ensambles han marcado una diferencia tanto para la interpretación del son tradicional como para la creación musical a partir de este.
Quisiera agregar que va de la mano estudiar el instrumento a nivel musical y estudiar su historia, construcción, encordadura, similitud con instrumentos afines, ejecutantes importantes, etc., lo cual implica un compromiso y responsabilidad, de los que muchas veces carecen los ejecutantes o aprendices de la música tradicional, especialmente cuando estos son adoptados por músicos que solo los utilizan porque le dan “raíz o identidad” a su propuesta. Solamente a través de este estudio detallado puede fortalecerse el patrimonio cultural del país.
Si quiere aprovechar lo mejor que se pueda el contenido presentado, le recomiendo a usted, lectora, lector, que tenga cierto conocimiento teórico-práctico musical, ya que, como se comentó, este escrito toma un camino distinto al de los métodos. A la vez, que conozca de antemano sobre temas relacionados con el son jarocho y el jazz: historia, sociología, demografía, geografía, etc., ya que me centro en los aspectos musicales. Aun así, seguro que encontrará información de su interés en las páginas siguientes, y si todavía no se ha dado el tiempo para documentarse sobre lo anterior, al final encontrará las fuentes de consulta por donde comenzar a sumergirse en los tópicos que conforman a estas identidades musicales.
Agradezco enormemente el apoyo y la disposición de la Editorial Universidad de Guadalajara para la realización de este proyecto. Un abrazo y gratitud infinitas para Sayri Karp y su equipo de trabajo que hicieron posible esta publicación.
Tlalnelhuayocan, Veracruz, México.
Explicación de los términos musicales
El vocabulario técnico-musical del son jarocho y sus instrumentos tienen muchas maneras de nombrarse; ya que se mencionan durante todo el libro, deben hacerse algunas precisiones, especialmente para evitar la repetición de algunos términos, como jarocho y sus derivados.
Afinación: Desde el son jarocho esta palabra se refiere a la configuración de notas y a su vez para calificar si algo está afinado o desafinado.
Becuadro: Es la alteración que anula los sostenidos o bemoles, la representa el símbolo: §.
Bemol: Esta alteración disminuye por medio tono la altura real de una nota, la representa el símbolo: b.
Bordón o bordones: Cuerdas más graves de la afinación de los instrumentos, particularmente del requinto y la guitarra grande.
Declaración: Se refiere a la figura o melodía utilizada para comenzar y reiterar un son.
Diatónico: Que está dentro de la tonalidad o comprendido en la tonalidad.
Espiga: Es el nombre que se le da al plectro utilizado para tocar la guitarra grande o requinto jarocho, generalmente hecho a partir de cuernos de toro.
Figura: En el son jarocho se utiliza esta palabra para referirse a las melodías. Durante el texto, si se está hablando desde la perspectiva de esta música, se utilizará así para diferenciarla de otro tipo de melodías.
Fills: Se refiere a los rellenos que tocan los jazzistas durante la improvisación o en los arreglos cuando hay espacios “vacíos” o notas largas producidas por la voz o los alientos. También se utilizan para marcar la transición entre secciones de la forma.
Guitarra de son/requinto jarocho: Guitarra de son es el nombre empleado en contextos campiranos y requinto jarocho es el término urbano para referirse al mismo instrumento. En este texto se utilizan ambos nombres y puede encontrarse solamente como requinto. Cuando se quiera enfatizar un tipo de instrumento se hará, como en el caso de requinto jarocho punteador, guitarra de son de cuatro cuerdas, etcétera.
Guitarra grande: Se refiere al instrumento encargado de tocar los registros graves del son jarocho, también se conoce como leona o león, y en el texto se utilizan estas formas de nombrar al instrumento.
Jarana jarocha: En el texto se usará el nombre completo o solamente jarana, y de igual forma se precisará el tamaño cuando sea necesario, si es jarana primera o jarana segunda, etcétera.
Nombres de los sones: Si bien hay muchas maneras de denominar a los sones, en este libro se encontrarán con artículo, su nombre y sin comillas. Ejemplo: El aguanieves, El siquisirí, etcétera.
Nomenclatura de acordes: En el texto se utilizan los cifrados maj7, 6, m7, 7, 7sus4, m7b5, dim7, para referirse a las cualidades de los acordes y cuando solamente son tríadas se escribe C, G, D, etcétera.
Octavar/octavarse: En el son jarocho se refiere a las cuerdas que tienen la misma nota, pero una octava arriba o abajo.
Pisada: En el son jarocho se utiliza para referirse a las digitaciones de los acordes