Vida después del covid-19. Francisco Javier González
sus vidas.
Espero que todas aquellas personas que deseen ser felices siempre, obtengan a través de mis palabras e inspiraciones una fuente de motivación extraordinaria, para hacer realidad sus sueños y vivir una vida plena. A todas esas personas, a todas las que verdaderamente desean ser felices, va dirigido este libro.
Francisco Javier González Vidal
Agradecimientos
Deseo dedicar este libro especialmente a mi madre Juana y a mi padre Francisco que en paz descanse, ya que sin ellos no hubiera sido posible que yo estuviera aquí para poder escribirlo. Mi padre siempre fue un ejemplo para mí de fortaleza y dedicación y es por ello que jamás en toda mi vida me haya rendido sobre todo lo que hago por muy difíciles que fueran mis retos, especialmente en este último año como consecuencia de haber sufrido las consecuencias de la pandemia. Especial dedicación a mi hermana Elena y a mi cuñado y nuevo hermano Alberto, que siempre están presentes y, que junto a sus pequeños Pablo, Mateo y Lucía generan una felicidad eterna en mí. Gracias a Natalia por ser mi compañera de vida. También al resto de mi familia, mi tía y primos que siempre han estado ahí. Por supuesto no pueden faltar palabras de agradecimiento a mis amigos porque siempre han creído en mí y han estado en los momentos más importantes y difíciles de mi vida. Podría mencionarlos a cada uno, pero estoy seguro de que ellos saben quiénes son. Especial agradecimiento a la Dirección y compañeros de Cmo Valves que siempre estuvieron pendientes durante el tiempo que duró la enfermedad.
«Soy como el sol, salgo a la luz de la vida y sobrepaso la oscuridad del silencio».
Francisco Javier González
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UNA MOTIVACIÓN PARA CADA DÍA
AÑO 2021
Vivir intensamente
Un día, hace ya algún tiempo leí en un libro algo que sentí como me llegó al corazón y que quiero compartir con Vosotros. Son palabras que un padre le dijo a su hijo. Decían así: «Hijo, cuando naciste lloraste mientras el mundo se alegraba. Vive de manera que cuando mueras, el mundo llore mientras tú te alegras».
Esa ha sido, es y será siempre la actitud de mi vida. Es una actitud que deseo compartir con vosotros porque gracias a ella seremos más entusiastas, optimistas, fuertes y positivos ante cualquier acontecimiento que tengamos en nuestras vidas. Siempre hoy, debe ser el primer día del resto de nuestra vida. Vivimos en una época en la que hemos olvidado en qué consiste la vida. Mandamos sin dificultades a una persona fuera de nuestro Planeta, pero nos cuesta cruzar la calle para saludar a un nuevo conocido. Tenemos una tecnología que nos permite estar siempre conectados; sin embargo, en muchos sentidos, en ninguna otra época de la historia hemos estado tan desvinculados como ahora. Sabemos hoy, más que nunca, y al mismo tiempo, creo que menos que nunca, que significa la verdadera esencia de nuestra grandeza como seres humanos. Así pues, vivamos el momento y paremos un instante a pensar en esto, porque todo ello nos hará ser mejores personas.
La autenticidad
El proceso mediante el cual abandonamos nuestro yo auténtico y nos convertimos en personas que no somos adoptando creencias, valores y conductas de quienes nos rodean se conoce como aculturación.
A medida que abandonamos nuestro verdadero yo, transformándonos en nuestro ser social, empieza a abrirse un abismo. Dejamos atrás nuestra verdadera naturaleza y adoptamos la falsa máscara de la personalidad. La importancia de ser nosotros mismos es fundamental. Es la única manera de demostrarnos que somos honestos y que creemos en todo aquello que hacemos. Es importante saber cuál es nuestro papel en este mundo simplemente porque el resto ya están cogidos por el resto de personas que nos rodean. La autenticidad marca la esencia de nuestras vidas.
El poder de la luz
La ausencia de luz nos conduce hacia el abismo y cuanto mayor sea el abismo entre quienes somos de verdad y la persona pública que representamos al mundo, menos funcionará nuestra vida, y menor alegría experimentaremos. El porqué de todo esto es porque si nos traicionamos no podremos ser felices.
La oscuridad únicamente es la ausencia de luz; Una vez proyectas la luz de la consciencia y el entendimiento humanos sobre los lugares más oscuros y apartados de tu ser, te convertirás en una persona llena de luz. Donde antes había miedo, habrá amistad, habrá amor, habrá felicidad. El poder de ser iluminado es único, es estar lleno de luz siendo consciente de poder hacer realidad tus sueños, sueños que están al alcance de tu mano y tan sólo debes creer en ti, en tu luz, con lo cual sigue el camino hacia esa luminosidad y serás feliz para siempre, pleno y lleno de vitalidad.
El color de la humanidad
Con cada paso que damos para ser amor cuando el miedo quiere adueñarse de nosotros, reclamamos y recordamos nuestra naturaleza originaria. Cada cosa que hacemos para enseñar al mundo nuestro yo superior tiene el efecto para ayudarnos a recuperar una parte del poder auténtico con el que vinimos al mundo.
Casi todos nosotros pasamos la vida llevando una máscara social que oculta nuestra verdadera personalidad. En lugar de mostrar los Colores de nuestra humanidad, nos esforzamos por construir una imagen de la persona que creemos que el mundo quiere que seamos. Cuando hacemos esto, decimos cosas que otras personas quieren oír, llevamos ropa que otros quieren que nos pongamos, y por supuesto hacemos cosas que otros esperan que hagamos. En lugar de vivir la vida a la que hemos sido destinados mostrando los colores de nuestra humanidad, acabamos viviendo las vidas de otras personas, y lo triste de todo esto es que acabamos muriéndonos lentamente. En definitiva, la esencia de nuestra humanidad viene marcada por los colores con los cuales queramos pintar el «cuadro» de nuestra propia vida.
Conexión interior
Es importante que busquemos tiempo para conectar con nuestra faceta más lúdica, con el niño que tenemos en nuestro interior. Para ello, debemos emplear tiempo en estudiar las cualidades positivas de los niños, imitando así su capacidad de conservar la energía, imaginación y habilidad para vivir plenamente el momento.
Las grandes tradiciones de sabiduría del mundo han llegado a la misma conclusión: Para volver a conectar con quien somos realmente como personas y para llegar a conocer la plenitud, gloria y éxito que hay en nuestro interior, debemos encontrar el momento de guardar silencio, y es importante que lo hagamos regularmente. Es cierto que siempre decimos que estamos muy ocupados, pero como alguien dijo alguna vez, no basta con estar ocupado, porque las hormigas, las aves y cualquier otro animal también lo están, con lo cual lo que debemos preguntarnos es que en que nos ocupamos durante ese tiempo. La importancia de guardar silencio durante algún momento del día, para oír nuestro interior, y conectar totalmente con él es determinante para la autenticidad de nuestra existencia.
El dominio de ti mismo
Conforme vayas cubriendo más etapas del camino hacia el dominio de ti mismo, irás desarrollando tu propia filosofía sobre cómo funciona la vida y el lugar que ocupas en ella. Esa es la única forma de que elijamos las verdades de otros que despierten ecos en nuestros rincones más profundos.
Con el dominio hacia nosotros mismos integraremos en nuestra vida la sabiduría y conocimientos de otras personas, nos parecerá correcta, y descartaremos aquellas ideas que no nos digan ni aporten nada o consideremos que no tengan sentido. De esta forma forjaremos un código propio y nuestra constitución personal, para poder vivir la vida en