El bautismo del diablo. Clifford Goldstein
tenía idea de lo que era la gravedad. Pudo describir con increíble precisión cómo la gravedad hacía mover la materia, pero no tenía idea de por qué la gravedad movía la materia de esa manera. En lo que respecta a la gravedad en sí misma, él escribió en una cita famosa: “Hypotheses non fingo” (no compongo ninguna hipótesis).7 Él no sabía por qué cada punto de masa en el universo atrae a todos los demás puntos de masa con una fuerza que es directamente proporcional al producto de sus masas e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia entre ellos. Él solo sabía que esto sucedía, aunque llamó a la idea de que la gravedad actuaba a cierta distancia a través del espacio vacío “un absurdo tan grande que ningún hombre que tenga alguna facultad competente de pensamiento en materia filosófica podrá creerlo alguna vez”.8 Este es Newton, reflexionando sobre su propia teoría.
En segundo lugar, Newton desarrolló su teoría sobre la base de dos suposiciones falsas: espacio absoluto y tiempo absoluto. Esto es, las dos premisas a partir de las cuales él desarrolló su ley de atracción gravitacional ahora se cree que son falsas.
En tercer lugar, la Ley de la Gravedad de Newton solo funciona con objetos que se mueven lentamente. Con los objetos que se mueven cerca de la velocidad de la luz, su teoría se desmorona y ahí es donde la reemplaza la teoría de Einstein de la relatividad general en el siglo XX. Alexander Bird escribió: “Se puede haber pensado que el éxito de la mecánica de Newton demostraba su verdad, pero ahora se sabe que es falsa y ha sido sustituida por la mecánica relativista de Einstein”.9
¿Esto es encontrar la verdad? Todo lo que la teoría lograba era hacer predicciones. Si eso es todo lo que crees que puede hacer la ciencia (y muchos creen que es así), entonces, bien. La Ley de la Gravedad de Newton fue un ejemplo de un éxito científico demoledor (al menos, bajo ciertas condiciones). Pero si crees que la ciencia revela la verdad sobre el mundo real, entonces la teoría de Newton fracasó.
¿Por qué? Después de todo, Newton creó una notable descripción matemática de ciertos aspectos de la realidad. Pero una descripción no es una explicación. Describir un evento es radicalmente diferente de explicarlo. Describir cómo se ve un hombre que cae muerto al suelo es bastante diferente a explicar qué sucedió dentro de su pecho cuando tuvo el ataque cardíaco que lo mató. Con el equipo, las teorías y la matemática adecuada, los científicos pueden describir mucho del mundo natural (desde el movimiento de las galaxias a la interacción de la fuerza de color en los cuarks). Incluso la famosa fórmula de Albert Einstein, e=mc2, solo describe la relación entre la materia y la energía, pero no explica nada sobre por qué esa relación existe, así como la fórmula de Newton para la gravedad no explicaba nada sobre por qué los objetos parecían atraerse unos a otros a través del espacio.
Descripción y explicación
La historia de Newton y su “descubrimiento” (¿es la descripción realmente un descubrimiento?) revela temas cruciales no solo en la historia de la ciencia, sino en la ciencia misma. Para todo lo que Newton logró, subsisten numerosas preguntas, no solo sobre la gravedad, sino también sobre el tema más amplio, lo que puede y lo que no puede hacer la ciencia.
En los 2.400 años desde que Demócrito argumentó que la materia estaba compuesta de pequeñas partículas llamadas “átomos”, o incluso desde 2015, cuando investigadores del MIT (Instituto de Tecnología de Massachusetts, por sus siglas en inglés) “construyeron una variedad de detectores de luz lo suficientemente sensibles para registrar la llegada de partículas individuales de luz, o fotones, y las montaron en un chip óptico de silicona”,10 existe el debate sobre qué realmente es la ciencia, qué hace, o puede hacer o debería hacer, o cuán correctamente logra lo que supuestamente hace.
¿Será que la ciencia revela la naturaleza como realmente es (ejemplo, la verdad), o simplemente nos dice cómo actúa bajo ciertas condiciones, lo que luego nos permite (entre otras cosas maravillosas) construir reactores nucleares, generar granos modificados genéticamente, producir smartphones y traer de nuevo a la Tierra naves arruinadas? W. T. Stace escribió: “Las leyes científicas, adecuadamente formuladas, nunca ‘explican’ nada. Simplemente describen, de forma general y abreviada, lo que sucede”.11 O, como algunos sugieren, “no se puede decir que las teorías científicas ‘explican el mundo’. Solo explican los fenómenos que se observan en el mundo”.12
Algunos sugieren que la ciencia no describe ni explica cómo es o actúa la naturaleza, sino solo cómo nos parece que es o actúa. La ciencia, según este argumento, nunca nos lleva más allá de la experiencia humana subjetiva. Sabemos, escribió Arthur Shopenhauer, que “no hay un Sol, ni hay una tierra. Solamente hay ojos que ven un Sol y una mano que siente una tierra”.13 Claro, creamos artefactos magníficos, de microscopios a telescopios espaciales y aceleradores de partículas, que nos muestran aspectos de la realidad que nuestros sentidos limitados de otra manera nunca podrían hacer entrar en nuestra mente. Pero ¿nos muestran estos artefactos lo que realmente existe en el mundo o solamente nos muestran cómo lo que existe se muestra a través de esos artefactos?
Según expresó Ian G. Barbour: “El astrónomo Arthur Eddington una vez contó una parábola encantadora sobre un hombre que estaba estudiando la vida marina en aguas profundas con una red de malla de 7 centímetros. Luego de extraer muestras repetidas, el hombre concluyó que no había peces de menos de 7 centímetros de longitud. Nuestros métodos de pesca, sugiere Eddington, determinan lo que podemos pescar”.14 ¿Acaso los diferentes tipos de artefactos que creamos revelan solamente los tipos de realidad que buscamos? Y, si creáramos un artefacto diferente, ¿cuán diferente nos parecería allí la realidad? Y ¿cómo la apariencia que da el artefacto a nuestros sentidos difiere de la realidad en sí?
Por otro lado (argumentan algunos), si usted necesita el artefacto solo para describir lo que está observando, y si lo hace, al menos de acuerdo con los parámetros que permite su artefacto, ¿qué más quiere, entonces? Si desea crear algo útil y el artefacto lo permite, ¡voilà! ¿A quién le interesa cuán distorsionada o torcida pueda parecerle la realidad a través de filtros, lupas y suposiciones construidas de tuercas, arandelas, barras, sensores y software del artefacto? Si el dispositivo extrae de la realidad, al menos en un cierto grado, lo que se ha colocado bajo el artefacto, y si de eso se pueden hacer predicciones, crear nuevos remedios, construir nuevos puentes, lo que sea, entonces la ciencia está haciendo lo que hace, y lo que mejor hace, y nada más.
Sin embargo, si la ciencia se trata de encontrar la verdad, de revelarnos el mundo real, entonces estas preguntas continúan siendo problemáticas.
Preguntas científicas
Incluso luego de todos los logros de la ciencia, desde mostrarnos que la Tierra sí se mueve hasta la creación del Gran Colisionador de Hadrones (LHC, por sus siglas en inglés), no se ha llegado a un acuerdo en cuanto a una definición de “ciencia”. ¿Qué es la ciencia? ¿Cómo podemos diferenciar entre ciencia buena, ciencia mala y pseudociencia? “La filosofía de la ciencia natural es básicamente el estudio de lo que es la ciencia natural, lo que hace y cómo funciona, por qué funciona y cuánto funciona”, escribió Del Ratzsch. “Un lugar razonable para comenzar sería con una definición de ciencia natural. Sin embargo, el término no tiene una definición aceptada, estándar”.15 Aquí estamos, más de cuatrocientos años después de las observaciones astronómicas de Galileo y los desafíos que le presentaron a casi dos mil años de ortodoxia “científica”, ¿y todavía no tenemos una definición sólida de “ciencia”?
Luego aparece el aclamado “método científico”, con su estatus epistemológico mítico. Si aplicamos el “método científico” a cualquier pregunta, ¿acaso no está garantizada la verdad al final? ¿No es este método el “oráculo de Delphi” de la Edad Moderna? Cuando el “método científico” revela algo, ¿qué mortal se atreve a desafiarlo?
De todas formas, existe debate sobre lo que es el método científico, cómo actúa, qué revela, o incluso si realmente existe. Paul