Un viaje en el tiempo. Bradley Booth

Un viaje en el tiempo - Bradley Booth


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litros por día y 2.627.945 litros por año. Sorprendentemente, la cantidad de sangre bombeada al día equivale a unas cien veces el peso del cuerpo. La sangre actúa como una cinta transportadora de los nutrientes buenos que necesita nuestro cuerpo y de la basura que este debe expulsar. Las arterias, los capilares y las venas llevan la sangre vital a todos los rincones del cuerpo humano como, por ejemplo, a los intestinos para absorber los alimentos que ingerimos, y a los pulmones para recoger el oxígeno y depositar el dióxido de carbono. La sangre también pasa por el hígado y los riñones para expulsar los desechos tóxicos que actúan como veneno para el cuerpo.

      Cuando miras hacia abajo y ves tus manos cubiertas de sangre, sabes que algo anda mal. A los humanos nos gusta mantener nuestra sangre dentro de nosotros. Normalmente, Dios no necesita sangre para vivir; pero, cuando se hizo hombre y vivió en nuestro mundo como un ser humano, necesitó sangre para dar vida a cada tejido de su cuerpo, para absorber los alimentos que comía y para expulsar las toxinas de su cuerpo. Necesitaba la sangre para hacer todo lo que su cuerpo hizo por el nuestro. Era igual que nosotros. Pero, había un problema. Los humanos estaban en el camino de la separación eterna de él debido a que Adán y Eva habían elegido el pecado sobre la obediencia. Como no podía aceptar que muriéramos para siempre, eligió derramar su sangre, y morir en nuestro lugar. Él perdió su sangre en nuestro lugar para comprar el perdón de nuestros pecados y para expulsar estas toxinas venenosas. Perder un litro de sangre por otra persona es un regalo de sacrificio. Pero perder la vida por otra persona es amor verdadero.

       La venganza de los nativos

       “Así que, si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed,dale de beber [...]. No seas vencido de lo malo, sino vencecon el bien el mal” (Romanos 12:20, 21, RVR 95).

      En este día de la historia, Samoset, un miembro de la etnia abnaki, se hizo amigo de los colonos peregrinos en Plymouth, Massachusetts. “¡Bienvenidos, ingleses!” fueron sus primeras palabras. Eso ocurrió el 16 de marzo de 1621. ¿Por qué fue tan significativo este acontecimiento histórico? Porque Samoset había sufrido mucho a manos de los ingleses y de las enfermedades que los europeos habían llevado consigo. La mayoría de su pueblo había muerto de viruela. Poco después, presentó a los peregrinos a un amigo indio llamado Squanto que, más tarde, los ayudó a sobrevivir enseñándoles a cultivar en el suelo pobre de Nueva Inglaterra. Este es un gesto de amistad aun más notable, porque Squanto había sido capturado previamente por los ingleses y enviado a Europa, donde había sido esclavo durante un tiempo. Finalmente, Squanto escapó y volvió a Nueva Inglaterra como intérprete a bordo de un barco inglés. Un tercer indio llamado Massasoit también se hizo amigo de los peregrinos y se unió a ellos en una celebración de acción de gracias en el otoño de ese año.

      Si no hubiera sido por estos tres nativos que se hicieron amigos de los peregrinos, la historia de Massachusetts y de los Estados Unidos podría haber sido muy diferente. Tal vez, Samoset y sus amigos se dieron cuenta de que, a pesar de las tragedias que habían destruido las familias de los indios y de los europeos, todos debían encontrar una forma de convivir y trabajar juntos si querían sobrevivir. Al final, los peregrinos ayudaron a Samoset, a Squanto y a Massasoit en su lucha contra una tribu guerrera de indios narragansett. ­Samoset no era cristiano y no conocía el consejo de Jesús de hacer el bien a sus enemigos. Squanto no sabía que Pablo dijo que la amabilidad con un enemigo podría convertirlo en amigo. Pero fue lo que hizo, y funcionó.

      La vida puede ser extremadamente injusta. No es divertido ser maltratado, y puede darte una visión agria de la vida. ¿Cómo pudo Jesús, que fue traicionado, negado, abandonado por sus amigos en su momento de mayor necesidad, golpeado, escupido y crucificado por sus enemigos, haber mostrado un amor tan puro y consistente por personas que lo trataron tan mal? Porque él valoraba más la comunicación del amor que la conservación del yo. Utilizó estos insultos como oportunidades para decirle a la gente cuánto los amaba Dios. Cuanto mayor era la injusticia y la gravedad del insulto, más claramente aparecía el verdadero amor.

       La vacuna contra la varicela

       “Jesús recorría todos los pueblos y aldeas enseñando en las sinagogas, anunciando las buenas nuevas del reino, y sanando todaenfermedad y toda dolencia” (Mateo 9:35, NVI).

      ¿Has tenido varicela alguna vez? Hoy en día, muchos niños no han contraído la enfermedad gracias a un reciente avance en el campo de las inmunizaciones médicas. El 17 de marzo de 1995, el gobierno de los Estados Unidos aprobó el uso público de la vacuna contra la varicela. La vacuna se vendió por primera vez en Nueva Jersey y se comprobó que tenía una eficacia de entre un 70 % y un 90 %. La varicela nunca ha sido tan peligrosa como la viruela. Las llagas y los síntomas pueden parecer similares al principio, pero los resultados finales son drásticamente diferentes. La viruela, que ahora se cree totalmente erradicada, solía acabar en la muerte.

      Durante la época medieval, la palabra “viruela” significaba “maldición”. Esto llevó a mucha gente a creer que la varicela era una enfermedad provocada en los niños debido al uso de la magia negra. Se cree que la varicela fue descubierta y descrita por primera vez por Giovanni Filippo durante el año 1500, en Italia. Richard Morton, un médico inglés de la década de 1600, la llamó varicela porque pensaba que era una forma más suave de viruela.

      La varicela es una enfermedad muy contagiosa, y sus llagas abiertas pueden provocar picazón en todo el cuerpo. Se incuba durante un período de 10 a 21 días, y puede transmitirse a través de la tos o los estornudos, o por contacto directo con una persona infectada. La varicela rara vez es mortal, aunque suele ser más grave en los adultos que en los niños. Puede ser una enfermedad bastante incómoda, pero la buena noticia es que, una vez que se ha padecido, no se vuelve a contraer. La varicela, junto con otras muchas enfermedades, es muy incómoda. No puedes concentrarte en nada porque te pica el brazo, luego la pierna y después la espalda. Es difícil acostarse o incluso sentarse. La mayoría de las enfermedades, al igual que la varicela, se caracteriza por diversos grados de incomodidad. Pero hay una enfermedad que puede ser bastante cómoda, al menos por un tiempo. Esa enfermedad es el pecado.

      Cuando Jesús estuvo en la tierra, le daba placer curar a las personas que estaban plagadas de molestias por diversas enfermedades. Y especialmente, le gustaba sanar a los que estaban plagados de pecado. El pecado es extremadamente peligroso porque nuestra inclinación natural no es temerlo. Sabiendo que el pecado puede llevarnos a una muerte permanente, Jesús extiende su mano sanadora a todos los que quieren ser curados.

       Desastres por tornados

       “Porque tú has sido, en su angustia, un baluarte para eldesvalido, un refugio para el necesitado, un resguardocontra la tormenta” (Isaías 25:4, NVI).

      Una de las peores catástrofes causadas por tornados en la historia de los Estados Unidos ocurrió el 18 de marzo de 1925. Los tornados, que atravesaron cinco estados simultáneamente, azotaron Misuri, Illinois, Indiana, Kentucky y Tennessee, dejando a su paso terribles daños. En un lapso de tres horas, 689 personas murieron, 13.000 resultaron heridas, y se produjeron más de 18 millones de dólares en daños.

      Los tornados son una de las fuerzas más poderosas de la naturaleza. Pueden causar más daños que cualquier otra catástrofe natural, excepto quizá los terremotos. Los tornados se forman cuando las corrientes de aire frío se encuentran con las corrientes de aire caliente. La nube en forma de embudo que se forma crea un túnel de vacío que atraviesa campos y ciudades, haciendo estallar edificios y absorbiendo todo lo que encuentra a su paso. Se han registrado vientos de tornado de hasta 725 kilómetros por hora. El mayor tornado jamás registrado fue una nube embudo de cuatro kilómetros de ancho. El tornado más costoso se produjo en Topeka, Kansas, en 1966.


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