Spanisch für Fortgeschrittene. Fabiola Feinkamp Baradez
sie kommen aus London und sie sind gekommen, um eine Woche Urlaub in Barcelona zu machen. Sie sind sehr sympathisch und auch wenn sie nicht sehr gut Spanisch sprechen, verstehen wir uns problemlos. Die Nacht ist so schnell vergangen, es ist schon sechs Uhr in der Früh und wir sind immer noch nicht nach Hause gegangen. Wir haben viel Spaß und haben viel getanzt, aber nun werden wir nicht den Morgen für Tourismusaktivitäten ausnutzen können. Ana hat die Bar verlassen, um ein Taxi anzurufen, weil es drinnen keinen Empfang gibt. Das Taxi kommt schon nach fünf Minuten. Hier sind die Taxis schwarz und gelb, sie unterscheiden sich sehr gut vom Rest der Autos. Der Taxifahrer ist sehr nett und er bringt uns nach Hause während wir mit ihm über den Charme der Stadt sprechen. Somit ist die Fahrt sehr unterhaltsam. Im Bett fällt mir auf, dass ich mich nicht abgeschminkt habe. Oh nein! Ich möchte nicht aufstehen.
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Am Morgen höre ich Ana das Frühstück machen, ich nehme mein Handy und sehe, dass es ein Uhr dreißig ist. Wir haben den ganzen Morgen verpasst...
Fürs Frühstück hat Ana pa amb tomàquet gemacht, also ein Brot mit Tomate. Es ist ein typisches Frühstück in Katalonien, das aus einem getoasteten Brot mit Tomate besteht, auf das du Schinken oder einen anderen Aufschnitt legen kannst. Es ist sehr lecker. Sie hat auch Organgensaft und Milch mit Zerealien vorbereitet. Mehr kann man nicht verlangen.
Weil sie das Frühstück zubereitet hat, kümmere ich mich um den Abwasch und räume alles weg. Als alles erledigt ist, gehen wir duschen und verlassen das Haus, um die Sehenswürdigkeiten der Stadt zu besichtigen.
Auch wenn es Zeit zum Essen ist, haben wir keinen Hunger, weil wir gerade erst gefrühstückt haben. Deswegen entscheiden wir uns, direkt in einen der berühmtesten Parks Barcelonas und einer der Bedeutsamsten Spaniens zu gehen: Der Park Güell.
Der Preis für Erwachsene ist acht Euro und fünfzig Cent, ein sehr guter Preis, um die architektonischen Kunstwerke von Gaudí, einer der anerkanntesten Architekten der Welt, zu sehen. Gaudí ist auch der Urheber des Designs der Sagrada Familia und vieler anderer Kunstwerke der Stadt.
Der Park befindet sich im oberen Teil der Stadt, von wo aus man einen wunderschönen Ausblick auf Barcelona hat. Im Park gibt es ein Museum in einem sehr bunten Gebäude mit sehr originellen Formen, typisch für Gaudí.
Nach wenigen Metern finden wir eine der bekanntesten Figuren der Stadt: Der Salamander. Er besteht aus bunten Stücken von Keramik und da sind viele Leute, die Fotos mit ihm machen. Der gesamte Park ist mit bunten Keramikstücken dekoriert worden.
Im oberen Teil des Parks gibt es eine riesige bunte Bank mit runden Formen mit einer Länge von einhundertzehn Metern, von wo aus man die beste Aussicht auf die Stadt hat. Es ist ein magischer Ort, wo viele Leute das schöne Wetter der katalanischen Stadt genießen.
Als wir unseren Besuch im Park beenden, bedauere ich, dass ich gehen muss. Es ist der schönste Park, den ich je in meinem Leben gesehen habe und ich habe viele Fotos gemacht, um mich an ihn zu erinnern. Wir gehen nach Hause, weil ich am nächsten Tag meine Tour durch Spanien fortsetzen muss und eine andere Stadt besuche.
Wir haben so viele Sachen gemacht, dass uns keine Zeit übriggeblieben ist, um den Zoo zu besuchen, also hebe ich mir das für meine nächste Reise auf. Am nächsten Morgen begleitet mich Ana bis zum Bus, der mich zum Flughafen bringt, aber vorher werde ich an einer Bäckerei anhalten, um meiner Familie ein paar Süßwaren mitzubringen. Die Süßwaren von hier sind super lecker.
Als ich ins Flugzeug steige, sehe ich, wie sich eine meiner Lieblingsstädte immer weiter entfernt. Barcelona ist eine bezaubernde Stadt und hat viele Sachen, die man besuchen kann. Die Leute sind sehr nett und es ist immer eine gute Stimmung auf den Straßen, obwohl es mir manchmal schwerfällt, mich zu verständigen, weil ich Katalanisch nicht sehr gut verstehe. Jetzt wartet Valencia auf mich...
Unos días por Valencia
El vuelo desde Barcelona dura solo cuarenta minutos. Para mí es mucho más cómodo que ir en tren o en autobús. Además, desde el avión veo toda la ciudad desde arriba y me hago una idea de su tamaño. Creo que Valencia me va a encantar…
En el aeropuerto me está esperando mi prima Coral. Está en Valencia porque está estudiando Arquitectura en la Universidad de Valencia y me va a enseñar la ciudad durante dos días. El avión ha aterrizado y estamos esperando dentro sin saber por qué no abren las puertas. Supongo que no hay una escalera libre.
Por fin llega una escalera y bajamos todos del avión por la puerta delantera. Me dirijo a la sala de equipajes del aeropuerto para recoger mi maleta. He facturado la maleta porque me paso del peso máximo que permiten dentro de la cabina. Espero delante de la cinta transportadora que saca las maletas y, cuando sale la mía, la cojo y me voy a buscar a Coral.
Cuando salgo, no veo a mi prima por ninguna parte. ¿Se ha olvidado de mí? Doy un paseo por dentro de la terminal y de repente alguien grita mi nombre. Mi prima me está llamando.
Coral: ¡Laura, Laura! Laura: Hola, prima. Cómo me alegro de verte. Coral: ¿Qué tal el vuelo? Laura: Muy bien. Me he quedado dormida. Estoy un poco cansada, pero tengo muchas ganas de conocer Valencia. Valencia es la capital de la Comunidad Valenciana y es famosa por la paella y por la celebración de Las Fallas. Aquí hablan valenciano, una lengua que se parece un poco al catalán, pero también castellano, así que puedo comunicarme sin problemas. Mi prima Coral es una chica muy divertida. Tiene veinte años y sale mucho con sus amigos. Como Coral tiene coche, en solo quince minutos llegamos a su casa y puedo dejar la pesada maleta. Coral me pregunta qué quiero hacer, pero yo le dejo escoger a ella porque conoce mucho mejor la ciudad. Son las once de la mañana, así que tenemos todo el día por delante para disfrutar de la ciudad y de su buen clima. Para empezar por todo lo alto, vamos a visitar un museo llamado La Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, uno de los museos más impresionantes del país. Para no perder tiempo, vamos en coche hasta el mismo museo, que tiene un aparcamiento enorme y muy práctico.
Después de aparcar, Coral y yo nos ponemos en la cola para comprar las entradas del museo. No sé cómo es por dentro, pero por fuera es totalmente increíble. El edificio tiene formas muy originales y está rodeado por agua que refleja el edificio. El arquitecto de este edificio es Santiago Calatrava, un arquitecto muy famoso que también ha diseñado otros edificios y construcciones muy importantes en todo el mundo, como el puente de la Constitución de Venecia o la estación de metro Oculus de Nueva York.
Después de esperar un buen rato, por fin es nuestro turno. Le pido al señor de la taquilla dos entradas para el museo. Cuestan ocho euros cada una para entrar solo al museo, pero también hay un oceanográfico muy interesante por treinta con setenta euros más. Si compramos el ticket completo para ver ambas cosas, el precio se rebaja y solo cuesta treinta y dos con veinte euros. Compramos la entrada completa para las dos, y decidimos no entrar al cine en cuatro dimensiones porque no tenemos tiempo para visitarlo todo. A mi prima le encanta la ciencia. Lleva una hora con la boca abierta y todo le gusta mucho. Dentro hay multitud de experimentos que explican muchas cosas. Terminamos de ver la parte científica del museo y salimos a comer porque ya es mediodía. Por la tarde, entramos en el oceanográfico. Lo primero que vemos cuando entramos es un enorme tiburón toro que pasa justo por encima de nuestras cabezas. Caminamos por un tubo de cristal que atraviesa el estanque por dentro. Desde aquí se pueden ver todos los peces de colores que hay en el acuario, incluso pasan los cuidadores de los peces con traje de buzo. ¡Les están dando de comer al lado de los tiburones! Entramos en otra sala donde hay diferentes peceras con peces muy extraños y coloridos. Hay uno que es mi preferido. Tiene una especie de nariz que parece la de una persona, es un pez que llama muchísimo la atención. El día en La Ciudad de las Artes y las Ciencias ha sido increíble y entretenido. Además, aprendes muchas cosas que no te enseñan en la universidad. Volvemos a casa de mi prima para descansar porque mañana vamos a pasar el día en la playa.
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